𝚂𝚎𝚡𝚢 𝙵𝚘𝚝ó𝚐𝚛𝚊𝚏𝚘 | 𝙺𝚘𝚘𝚔𝚖𝚒𝚗

𝕀

Lee... ese sería el apellido que tendría que llevar para el resto de su vida.

Cuando era niño siempre pensé que el día que me casara, seria el día mas feliz de mi vida, me casaría con mi hilo rojo, mi media naranja, con el cual tendría unos hijos maravillosos, lamentablemente al pasar de los años ese sueño se fue desvaneciendo y fui dándome cuenta que eso no podría ser.

Mi papá se encargo de meterme la idea en la cabeza que me casaría con ese niño de tez blanca, ya que era el hijo de su mejor amigo y también socio de su empresa, si yo me casaba con él la empresa de mi papá seria más conocida entre los empresarios de "alta gama" como lo dice él.

La primera vez que me lo dijo me opuse rotundamente, su respuesta fue que era muy chico para que lo entendiera, tiempo después cuando ya era un adolescente me dijo lo mismo, lo que cambio en esta ocasión es que le levante la voz y me pego.

A finales de la secundaria, la empresa por poco quiebra y casi nos casan en un 2 x 3.

Esa vez mi padre quería casarme con él muy rápido para que la empresa de los Lee no solo sean nuestros socios, si no también nos apoyen económicamente, felizmente con la ayuda de los Kim, la familia de mi mejor amigo, las cosas volvieron a la "normalidad".

Digo "normalidad", ya que mi padre lo usó a su favor diciéndome cosas como "—Deberías casarte con él ¡ya!, ¡para que no haya recaídas como esta, si le llega a pasar algo a la empresa va ser tu culpa Ji min! —suspiro agarrándose la cabeza y mirando para abajo—. El futuro de la empresa está en tus manos hijo... le harías un bien a la familia—."

Claro, a él solo le importaba su maldita empresa, el dinero y él mismo, su hijo no importaba, no importaba que se case con una persona que no amaba para nada.

Lee Tae min.

No es feo, mas bien es guapo... muy guapo.

Desde que tengo uso de razón fue mi amigo y hasta el día de hoy lo es, mi familia se encargó de cruzarnos varias veces y gracias a eso tenemos una gran amistad. Cuando le platique lo que me había dicho mi padre sobre el matrimonio no se sorprendió nada de nada, al parecer él también estaba enterado del tema gracias al señor Lee.

La rabia vino cuando me dijo que no se opuso al matrimonio, varias semanas deje de hablarle, semanas en donde él me trataba de explicar el porqué y yo no se lo permitía. Un día llego una carta de él a mi casa, al principio no la quise abrir, pero la verdad es que me daba curiosidad. En la carta decía que lo sentía mucho, pero que a él lo tenían amenazado con quitarle todo y con que se olvide del apellido Lee, y que lo hacia solo por su madre.

¿Me enamore?

Si.

Muchas veces, lamentablemente mi padre se encargaba de asustarlos, no sé de donde sacaba la información, pero él sabía cuando tenía una relación con alguien o cuando simplemente tenía una cita, así que ya estaba acostumbrado a que cuando me gustaba alguien, me rechazara y rompieran mi corazón, o que si gustaban de mi ni se me acercaban, no me miraban, por el miedo a que mi padre les pudiera hacer algo.