Azul Oscuro

51 7 2
                                    

Edward escucho esas palabras y se quedo un momento en silencio, como asimilándolo. Y luego se cruzo de brazos y empezó a caminar hasta alejarse de nuestro campo ocular. Todos se quedaron mirándome y yo me encogí de hombros.

-Lo único que tenemos que hacer es averiguar quien es el resto de las personas que nombra la profecía, tal ves vamos a lograr protegerlas y podremos evitar lo que sea que vaya a pasar. Doctor ¿Es cierto que viajaste al futuro?

El doctor asintió y luego dijo muy pensativo.

-Claro que eso fue antes de conocerte y de conocer a todos, supongo que algo se podrá hacer para evitar que nadie salga herido.

Fred no estaba muy convencido de lo que decía el doctor.

-Shine, habla con Edward, luego de eso tu y yo vamos a hablar.

-De acuerdo Freddie.

Empece a caminar hacia la profundidad del bosque y escuche un ruido extraño. Me gire y no vi a nadie. Por cinco minutos fue así, ruidos y mas ruidos que cada vez se hacían mas fuertes. Eran como pasos que se aceraban a mi. Las pisadas se aceleraban, y yo no dejaba de dar vueltas y marearme, buscando el origen del ruido. Las pisadas se hacían cada vez mas ruidosas conforme a como mi vista se iba nublando. Mi cabeza empezó a retumbar y perdí el equilibrio. Solté un grito y me desplome aún consciente, aunque sabía que dentro de poco me desmayaría.

Pum pum pum
¿Que estaba haciendo en un bosque?
Pum pum pum
¿Quién gritaba tanto?
Pum pum pum
Todo esta negro.
Pum pum pum
No quiero morir.

Cuando desperté me encontraba en la mitad de un bosque, y no recordaba nada de lo que había pasado antes de despertar. Poco a poco empece a ser consciente de que podía moverme y comencé a mover poco a poco los pies y las piernas, aunque seguía en el suelo. Empece a estuve a punto de levantar las manos, pero un dolor punzante me paro y me arranco un grito. Voltee la cabeza hacia mis manos, totalmente inmóvil me quede observándolas. Los nudillos estaban en carne viva y tenía algunas uñas rotas, la varita se encontraba a escasos centímetros de mi. <Accio Varita> invoque a la varita mentalmente, pero no lo logre. Me sentía muy débil, y entendía perfectamente que la magia no fluyera. Estaba asustada, y sabia muy bien que no lograría moverme sin ayuda. Y aunque me ayudaran, no podría dar un paso sin sentir un dolor infernal.

-Accio Varita.-Susurre esta vez, al parecer solo estaba debilitada mi magia mental, porque al pronunciar el encantamiento la varita llego a mi mano, golpeándola justo en las heridas abiertas que habían empezado a sangrar.-Santa mierda.-Murmure mientras intentaba calmarme un poco para no soltar el alarido que estaba conteniendo.

Espere por mucho tiempo para aliviarme un poco, antes de tomar toda la fuerza de voluntad que tenía y cerrar los dedos sobre la varita. Enseguida solté un grito que fue seguido de un sollozo. Así es, la gran Shine empezó a llorar. Las lagrimas salían sin detenerse, hice un intento por incorporarme y un horrible aguijonazo de dolor me golpeo en todo el cuerpo. Realmente me dolía. Tome aire. Me di apoyo mental ya que nadie estaba ahí para dármelo.
<Muy bien Shy, esto no es tan difícil. Pudiste con unos malditos zombies y pudiste sobrevivir con Fred y Albus. Tu puedes. Solo respira... Y ¡Hazlo!>
Me levante y solté un grito con toda la fuerza que pude. De repente escuche unos pasos que se acercaban.

-Ya estoy de pie hijos de perra. ¡Intenten venir por mi de nuevo! ¡Buena suerte arrancándome las piernas, desgraciados! Veamos si me las destrozan como hicieron con mis dedos.- Los pasos se acercaban cada vez mas, y mis gritos aumentaban mientras daba vueltas sobre mi eje. Di muchas vueltas, y caí al suelo de nuevo.

-¡Shine! ¿Que esta ocurriendo? O por dios....-La voz era lejana y extraña, aunque la conocía no lograba identificarla.-Tenemos que sacarte de aquí...
Los ojos verdes eran lo único que sobresalían de la silueta, me sentía perdida, como flotando en una nube, alejándome cada vez mas de la realidad de nuevo.
-No te atrevas a irte Shine.-La voz decía desde afuera.-No te atrevas a irte.

-No quiero irme.-Parecía un susurro pero para mi era un esfuerzo que realmente trascendía la mayoría de mis fuerzas.

-Entonces no te vayas. Nadie quiere que te vayas. Quédate aquí, quédate conmigo, con nosotros. Shine, eres lo único que me queda. No me quiero perderte.-Algo caía sobre mi cara.-¿Recuerdas que teníamos una charla pendiente? ¿Lo recuerdas?

-Si.-Susurre de nuevo.

-Entonces no te vayas aun, debemos hablar.

Poco a poco la oscuridad se apoderó de mi de nuevo, y mi conciencia se fue perdiendo poco a poco. Me desmaye en los brazos de Fred Weasley II, mi hermano mayor y uno de mis mejores amigos.

Expecto Patronum (On Hold)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora