De lo único que se enteró Jingyi es que sus padres verían viejas grabaciones en una viejísima video-casetera. No le pareció raro, pero algo no cuadraba. Al menos no, hasta que su papá Xichen le dijo que se quedara a ver lo que tenían los casetes junto a su papá Cheng, este último con una ligera decepción en el rostro.
Estaba un poco confundido, ¿De qué estaba decepcionado ?, ¿Acaso su padre lo traicionó diciéndole lo que hizo los fines de semana? Si era eso, Jingyi se prepararía para morir.
Jiang Cheng estaba decepcionado, si su esposo había invitado a su retoñito humano para ver el contenido de los casetes, era porque no había porno casero en ellos. Porque, siendo realistas, Xichen no permitiría que Jingyi viera algo para adultos.
Sabía que cuando su esposo subió la caja del sótano había sido descubierto.
Esperó un reproche o un regaño, seguido de mandar a Jingyi a la casa de su Tía YanLi, para que Jiang Cheng fuese castigado toda la noche por su ardiente esposo, pero ¡No!
El maldito señor perfecto que tenía como esposo, no se veía molesto, ni si quería con ganas de regañarle; para Jiang Cheng, la sonrisa de su marido parecía burlarse de él, al igual que su grave y suave risa — Creía que había perdido estos viejos casetes — dijo el mayor mientras instalaba el vídeo-casetera a su moderna televisión sin, aparentemente, ningún problema —Así que ... ¿no estás enojado? —Lan Xichen rió nuevamente, Jingyi se le quedó viendo como si esperara que se detuviera al ver la expresión de extrañeza de su papá Cheng, pero al notar que no hubo reacción por parte de este no hizo más que asustarse aún más.
Tanto Jingyi como Jiang Cheng estaban sorprendidos por el contenido de aquellos VHS, al principio eran vídeos familiares, los Lan de vacaciones, fiestas de cumpleaños súper tranquilas, alguno que otro video con las tonterías que hacía Xichen con sus amigos,- Nie MingJue y Jin GuangYao-, lo que les sorprendía eran los ataques de risa que le daban a Lan Huan mientras recordaba aquellos icónicos momentos de su juventud; Jingyi comenzaba a pensar que su papá Xichen necesitaba ayuda, pues casi se ahoga en su propia risa por un vídeo de él y sus amigos bailando "Nadie te preguntó", una canción latina que no sabían ni qué decía, pero bailaban sin parar. El asunto de los casetes se volvió muy incómodo cuando llegaron los videos de "apreciación a Jiang WanYin"
En dichos vídeos podía verse de todo, desde un Jiang Cheng muy tranquilo y tierno hasta un Jiang Cheng agresivo y violento, Jingyi y Xichen voltearon a ver al tercero, al parecer su rostro había enrojecido por completo, y al notar las curiosas miradas de su hijo y de su marido, no hizo más que cubrirse el rostro y gritarles --- ¡¿Qué están viendo par de imbéciles?! ---Jingyi se rió a carcajadas, mientras que Xichen soltaba una ligera y grave risa.
También había vídeos en un hospital, muchos de ellos eran grabados por otra persona, que ante la plática que hacía su marido respondía con un "Mn", persona que reconoció como el marido de su inquieto hermano, Lan WanJi.
Uno de los vídeos en el hospital le llamó la atención a él y a su hijo, pues la fecha que aparecía en la grabación era el 24/08, la fecha de nacimiento de Jingyi, sorprendentemente había sido grabado después del parto, y no se había dado cuenta. Ahí estaba él, en la cama del hospital cargando a su pequeño en brazos, como si fuera lo más delicado del mundo, parecía tener su rostro suavizado y tranquilo, a pesar de que Wei WuXian hubiese estado molestando con su enérgica personalidad, recordaba muy bien ese día, después de haberse vuelto cercano a Wei Ying cuando eran niños, su primer encuentro con Xichen y su boda, se había vuelto un día importante para él, pues a ese mocoso, que ahora tenía al lado, le había dado la vida.
Lloró valiéndole media hectárea de rábanos que su hijo y esposo lo vieran extraño, sin esperar una réplica de ambos apagó la televisión y los abrazó. Al parecer las memorias en VHS se han vuelto sus favoritas.
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VHS Memories
Любовные романыLan Xichen acostumbraba a grabar todo y a todos con una vieja videocámara de mano, guardando muchos Casetes desde su adolescencia hasta hoy. Los consideró perdidos hasta hace unos meses, cuando su esposo Jiang Cheng organizaba el sótano y de la nada...