Lluvia de estrellas

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Recuerdo que abrí los ojos lentamente mientras intentaba vislumbrar el sol que yacía poniéndose al horizonte mientras me deleitaba con el paisaje tan mágico como minimalista de la carretera, estaba en la parte trasera del automóvil y mis padres platicaban en la parte delantera del auto a cerca de temas nada interesantes para mi.
Es una tradición familiar todos los años durante el mes de Abril ir a visitar a la tía Giselle en la Isla del Cabo Bretón, en Nueva Escocia, una isla ubicada en la costa atlántica de Canadá, y un viaje de algunos días, pues residimos en Quebec.

Es bastante terapéutico ir a visitar a la tía Giselle, pues aunque hay algunos poblados bien urbanizados, en donde ella vive las residencias más cercanas se encuentran algunos kilómetros lejos, por lo que podemos gozar de una tranquilidad e intimidad infinita, pues esta rodeada de unos pocos arboles y planicie verde.

Estábamos cruzando el Canso Causeway, que es el puente que conecta a la isla con la Península de Nueva Escocia, cuando de pronto se escuchó un gran trueno proveniente del cielo, fué tan fuerte el sonido que hizo que los carros se detuvieran por completo, probablemente al pensar que había sido el estruendo de un ataque nuclear o algo parecido.
Mi corazón latía a mil por hora, pues el susto hizo que diera un brinco en mi asiento y volteara a ver a mi madre, esperando a que me volteara a ver a mi para decirme que estaba ocurriendo.

- ¿Estás viendo eso, amor? - le dijo mi padre a mi madre mientras contemplaban el cielo ambos.

Yo realmente no podía ver nada, y estaba empezando a inquietarme cuando vi que la gente de los autos que nos rodeaban salían de su carros para contemplar el cielo, yo me desabroché el cinturón de seguridad y opté por salir para poder saber qué era lo que miraba toda esa gente.
Al salir pude comprender por qué la gente quedaba asombrada, pues en el cielo se podían ver miles de destellos que volaban a una velocidad demasiado rápida, haciendo que parecieran finas agujas que brillan solo unos momentos y desaparecen, todas en diferentes direcciones, a demás el color de el cielo comenzaba tornarse un tanto púrpura y azul algo que nadie nunca había visto, era un espectáculo inimaginable, tal vez se trataba de una lluvia de estrellas, meteoritos, o no lo se, pero de lo que estoy seguro es de que se veía hermoso.

Pasados unos 2 minutos el espectáculo terminó, dejando a toda la gente en un tipo de trance mirando hacia el cielo con la boca abierta, mi padre me tomó de la sudadera que traía puesta y me jaló hacia el, guiándome para meterme al carro.
Ya en el carro, esperamos a que los autos avanzaran para poder seguir el camino, mientras mi madre cambiaba la radio intentando saber si alguna emisora hablaría de aquel mágico suceso.
- Se han reportado anomalías en el cielo, visibles solamente en el continente Americano, cerca de Canadá, Estados Unidos, México y algunos países más al sur, los investigadores de Meteorología no saben a qué se debe esto, podría tratarse de una lluvia de estrellas no prevista, pero aún no es algo seguro, los mantendremos informados a cerca de este suceso... - La locutora había comenzado a recibir llamadas de mucha gente contando su experiencia a cerca de cómo vivieron el suceso, mucha gente diciendo que se debía a una amenaza extraterrestre, otra gente creyendo que fué producto de un experimento sovietico fallido, y otra mas hablando a cerca de que fué debido a la polaridad de la tierra, etc, etc.

La intriga por saber qué había sido se fué cuando mi madre sacó 2 cigarrillos de su cajetilla y extendió su mano izquierda ofreciéndome uno, era normal el hecho de que yo fumara con mi madre y en frente de mi padre, pues cuando encontraron mi cajetilla hace unos meses debajo de mi ropa interior, como padres primerizos se sintieron más aliviados que si hubieran encontrado Marihuana, lo que no sabían es que esa la tengo metida entre mis calcetas.
Saqué mi encendedor eléctrico de plasma, de esos que sacan unos tipos de rayos morados en forma de cruz para encender mi cigarro, abrí la ventana trasera, me coloqué mis audífonos y comencé a escuchar música mientras disfrutaba de la fumada, al terminar, tiré el tabaco encendido restante por la ventana y guardé la colilla en una caja de metal que tengo en la mochila pequeña que siempre cargo, la única función de esa cajita metálica es meter colillas para no tirarlas en el suelo.

Estaba fatigado por el viaje, pero al llegar a la casa de la tía Giselle nos recibió con una enorme sonrisa y una deliciosa tarta de Manzana con un poco de leche tibia, recuerdo que esa noche al terminar de cenar esa tarta mis padres comenzaron a platicaban con mi tía,  yo fuí directo a la recámara que siempre me dan durante la estancia en esa casa, al llegar al pasillo pude ver la puerta, una puerta café un poco despostillada con un marco de color más oscuro y desgastado que la misma puerta, en las parte de abajo escritas con plumón negro permanente las iniciales T&C.
A lado se encuentra la habitación de Tyron, el único primo que tengo por parte de la familia de mi padre, a pesar de que tiene otros 3 hermanos casados.
Tyron es un chico de 20 años, bastante atractivo, con cautivadores ojos color azul y cabello dorado, un mentón muy marcado, nariz respingada y unos labios muy irritados por morderlos todo el día que les da un volumen y un color rojo carmesí bastante sensual, mide aproximadamente 1.76 y de cuerpo realmente atlético, aun que realmente lo más que llega a esforzarse es irse en bicicleta a la universidad y regresar a casa a tirarse en su habitación a leer o tal vez a dibujar y escuchar música, tiene pinta de ser modelo y aún que mucha gente se lo ha dicho, el se rehusa a intentarlo, tampoco tiene novia a pesar de su buen aspecto y carisma, algo que es raro, pues siempre se ha mostrado muy cerrado con la familia en ese aspecto, muchas partes de su vida privada son realmente privadas.

La relación que llevamos es bastante buena, pues tenemos casi los mismos gustos en común, la música, la pasión por el Voleyball, la pintura, entre otras cosas y a pesar de que mi carácter puede a veces ser muy indiferente y por otra parte explosivo, el siempre muestra una buena cara y una actitud calmada para todo, cuando yo tenia 10 años y el 13, recuerdo que estaba enamorado de él, a mi corta edad ya estaba consciente de el hecho de que éramos familia, no hacía caso omiso que estuviera perdidamente enamorado de su sonrisa y su aroma a madera dulce y húmeda.
Claramente nunca ocurrió nada, pero actualmente, muchas veces platicando o jugando siempre cruzamos miradas, y son de ese tipo de miradas que no a toda la gente le das, tal vez no signifiquen nada, pero me gusta pensar que para él significa algo.

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⏰ Última actualización: Jun 27, 2020 ⏰

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