La Velada Imprevista

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No se tanto tiempo ha pasado, llevamos un par de cuadras caminando, la llevo de la mano y me siento muy nervioso, mi mano está sudada, siento frío el ambiente o seré yo el que está de esa forma, no se, quiero hablar pero no tengo palabras para decir, solo voy caminando, con ella, ambos de la mano... ¿Será esto un sueño? ¡No, no lo es!, estoy más despierto que en las mañanas después de un buen sabor a café y no hay mejor sabor que del café que queda en su saliva.
Pasamos otras cuadras y la volteo a ver y ella si mira, se pone roja y baja la mirada, con su otra mano toman un mechón de cabello y lo enrolla, como si quisiera enrizarlo, sin embargo seguimos sin hablar.
Siento el ambiente un poco frío así que la abrazo, ya que no quiero que se enfermé y así llegamos, un pequeño fraccionamiento, las casas todas iguales, del mismo color se ve muy tétrico todo.
-Ya se, no digas nada, se ven tan desabridos las casas, todas iguales, pero el que las hizo se ve que tiene imaginación- dijo Alicia con un tono de sarcasmo.
-Jajajaja si- le respondí, -le hubiera puesto unas jardineras, o unas cercas, o aunque sea el color, no que parece más escuela todos de azul y blanco- termine de decir con tono burlón.
Volteo a ver a Alicia la cual me veía con un poco de seriedad -Este fraccionamiento lo hizo mi padre, y los colores son sus favoritos, y el diseño que las casas fué basado en un dibujo que yo le regale en su cumpleaños, de hecho este trabajo fue dedicado a mi- dijo con tono de firmeza.
No se que decir, yo y mi gran boca, mejor hubiera dicho otra cosa, ahora creerá que voy un criticón o que me burló del trabajo de su padre, -Enserio, disculpa no sabía que era un trabajo de tu papá, no quise decir eso- dije para tratar de remediar lo que ya había dicho.
-Ya tranquilo, no has cometido un pecado, y la verdad, soy la hija de enmedio de mis padres, tengo cuatro hermanos más, pero no soy la favorita, solo soy la típica chica rara, pero en fin pasemos a la casa, y no te preocupes, yo aquí vivo sola, mis padres viven fuera del estado por el trabajo de mis padres-. Mi dijo mientras apretaba mi mano.
-Alicia, me tengo que ir, se me hace tarde y pues a diferencia de ti, vivo con mi hermano y...- le empecé a comentar ya que no me soltaba
-¿Tu hermano es grande o chico?- me preguntó Alicia, viendo su celular.
-No, el tiene ya 17, va en la preparatoria- le respondí.
-¿El tiene llaves de su casa?, ¿Se puede cuidar solo?- volvió a preguntar, está vez con más seriedad.
-Si- comencé a reír -Claro cada quien tiene sus propias llaves, el se sabe cuidar así nos enseñaron, ¿porque creés que trabajo? Nos enseñaron a ganarnos las cosas, que así se valora más-. Le respondí con muchas tranquilidad -aparte mis padres viven aparte, así que se puede decir que soy independiente, así como tú, claro que no se si tú aún dependes del dinero de ellos-.
Me miró por unos segundos, y de pronto sonrió y empezó a buscar las llaves con emoción, en ese momento pensé que si porque estaba así.
-Entonces eso significa que te puedes quedar conmigo esta noche, que tal si vemos una película, comemos palomitas o ¿Compramos una pizza o tacos?- empezó a decir con mucha alegría -o mejor podemos platicar, es más, quiero que me cuentes de la tipa esa de tu ex y porque te dejo-.
La emoción que brotaba de ella, la verdad estaba decidiendo todo y sin mi, -¿que le pico, o acaso no será que ella quiere que pase eso entre nosotros?- me decía entre mi
-No quiero que creas que vamos a hacer el amor, así que ni te emociones, primero me pides matrimonio y te casas conmigo y ya después veremos- me dijo mientras abría la puerta de la casa
-Este yo no he dicho nada, es más ni lo pensé- dije, aunque si lo pensé pero no en esa forma -aparte no tengo ropa, como voy a dormir, este aparte, ¿Que van a decir tus vecinos?, Y ¿Si le dicen a tus padres?- comencé a decir, ya que estaba algo nervioso.
-Jajajaja, ya tranquilo, mira, el estúpido de mi ex dejo ropa aquí, este en el cuarto está, yo digo que si te queda, bueno el estaba más musculoso, pero solo era eso, puro músculo- dijo pero con una mirada de desagrado -yo te busco y te la pones, y por cierto ¿A qué hora entras mañana a trabajar?- me preguntó mientras dejaba su bolso en la mesa de madera, barnizada color chocolate con un cristal enmedio con un diseño de luna llena que era parte de su comedor
-Mañana descanso, y no voy a la escuela, es el único día que tengo libre para mí- le dije mientras me quitaba los zapatos.
-Entonces está decidido, toma una ducha y yo veo que cenamos va-  me dijo mientras subía
-¿Que onda con Alicia?- me decía a mi mismo cuando ella bajo con un pans, una camiseta, un salzoncillo y una toalla.
-El baño es arriba, la segunda puerta, para más específico, la puerta blanca y así que báñate y rápido- me decía y en eso me dió una nalgada

¿Que es lo que piensa Alicia? Me pregunté...

Amantes Bajo La LluviaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora