Día tres a las 11:01 p.m., y Jeonghan todavía no aparece.
Definitivamente lo hice enojar anoche. Joshua secó la superficie de la barra donde uno de los clientes se había descuidado. Si tan solo hubiera mantenido su boca cerrada y hubiera hecho su maldito trabajo, hubiera tenido un cliente regular que daba buenas propinas. Pero no podía hacer eso, ¿no? ¿Qué me importa la vida personal de mis clientes?
Normalmente, no le importaba para nada. No era del tipo chismoso, pero mierda, este hombre Jeonghan lo provocó deliberadamente.
A la mierda con él. Sólo supéralo.
Por lo menos Jeonghan no lo había reportado. Eso era un punto a favor. Joshua había estado preocupándose por llegar al trabajo esta tarde, solo para descubrir que ya no tenía un empleo, pero ese no había sido el caso. Así que, empujó a un lado esa molestia y se ocupó con la gente del viernes a la noche. El hecho de que el trajeado no había aparecido le molestaba, y eso estaba empezando a hacerlo enojar.
No era como si alguien que había dormido con casi todo personal de mujeres y algunos hombres estaría sentándose aquí un viernes a la noche.
¿Y por qué sigo pensando en eso? Dios, supéralo ya, hermano.
No había ayudado que antes de que se presentara a trabajar, recibiera una llamada de Jennie, quien procedió a decirle que ella se había comprometido. Eso, por supuesto, significaba que todo entre ellos necesitaba resolverse ahora, y el divorcio que ella había estado posponiendo, finalizaría. Jennie le aseguró que le estaba haciendo un favor llamándolo, y que quería que lo escuchase primero de ella en vez de que se enterara por alguien más, o peor, por sus padres dado que ellos se seguían hablando.
Que malditamente tierno que todos se mantuvieran amistosamente. Por supuesto, la hermana de Joshua se había hecho amiga de Jennie antes de que se casaran. Pero, ¿dónde se encontraba la maldita lealtad? Y ¿cómo es posible que haya encontrado a otro idiota que se hiciera cargo de ella? Pasó poco menos de un año. Bueno, en lo que a él respecta, ella podía ir y mamar al idiota tanto como quisiera. Soy libre ahora.
Esta noche solo necesitaba ser descartada. De seguro iba a ser cada vez peor.
Mientras agarraba una botella de agua para él mismo, observó como empujaban y abrían la puerta y Jeonghan entraba.
Joshua no podía decidir si estaba aliviado de que el hombre hubiera aparecido o si estaba preocupado de lo que saldría de la boca de Jeonghan una vez que se sentara. No estaba exactamente de humor para ser jodido, y este hombre parecía accionar sus botones, y se deleitaba haciéndolo.
Viendo objetivamente mientras Jeonghan se abría camino a través de la gente, Joshua notó que se veía diferente esa noche. Las gafas ya no estaban, y vestía jeans y una remera negra con escote en V. Aunque el conjunto se veía casual, Joshua estaba bastante seguro de que cada artículo de ropa era de diseñador. Jeonghan debía haberse sacado el tapado afuera porque lo estaba sosteniendo bajo sus piernas mientras pasaba entre la gente empujándolas con los hombros, incluidas varias mujeres que se dieron vuelta a verlo.
Mientras más se acercaba, Joshua estaba pasmado por la confianza sexual y la atracción que Jeonghan rebosaba. Era tan obvio y potente, que Joshua sabía que Jeonghan podría tener a cualquier mujer que eligiera. Finalmente, llegó a la barra y se sentó en su asiento habitual, inmediatamente buscando a Joshua e inclinando su cabeza en su dirección.
Asegurándose de no dar ninguna reacción en absoluto, Joshua inclinó su cabeza en respuesta y tomó un trago de agua, asegurando sus dedos alrededor de la botella. Siempre se había considerado un tipo seguro de sí mismo, alguien que sabe manejarse, especialmente cuando se trata de jugar al juego del gato y el ratón. Se hizo una vida con ello. Siempre era el gato que nunca atrapaba el ratón, pero seguro que jugaba con él por un tiempo para hacer buen dinero. Pero en este caso, con este hombre, Joshua se encontraba a sí mismo sintiéndose más como el ratón, y eso lo hacía enojar.
Sacando la botella de su boca, notó que Jeonghan se fijaba en él. Le puso la tapa de nuevo y colocó la botella en un banquillo detrás de la barra, preguntándose si podría ponerse a la delantera de nuevo. Se abrió paso hacia el final de la barra, pero justo cuando llegó, Sojung, una de las chicas que estaba agendada para trabajar regularmente, tomó su brazo.
Joshua la miró y se encontró con unos amplios ojos marrones brillando hacia él.
Le dio su mejor sonrisa de por favor.
—¿Te importa si me encargo de él?
Tratando de encontrar una buena razón para decir no, considerando que en las últimas dos noches Jeonghan le había dado una extremadamente buena propina, a Joshua no se le ocurrió nada.
—Claro, adelante.
Sojung se inclinó de rodillas y le dio un beso en la mejilla. —Eres el mejor.
Luego, caminó a lo largo de la barra con un meneo extra en su paso justo antes de inclinarse y saludar a Jeonghan.
* * *
Mierda. Jeonghan vio mientras Sojung interceptaba a Joshua y se encaminaba hacia él.
—Me preguntaba si volverías esta semana. No he tenido la oportunidad de verte.
Jeonghan trató de ser educado mientras volvía su mirada hacia la rubia, quien lo había acompañado a la cama un par de veces, pero todo lo que quería, y todo lo que había querido por tres días, estaba exactamente del otro lado de la barra, riendo y sonriéndole a alguien más. Era sabio notar, supuso Jeonghan, que ese alguien tenía pelo marrón largo y estaba usando un vestido bastante revelador. Ella estaba también tocando lo que Jeonghan quería tocar.
Concentrándose en Sojung, Jeonghan le dio un guiño amistoso. —Me conoces.
Siempre vengo por lo menos tres noches a la semana.
—Lo sé. —Le dio una risita como si estuviera avergonzada de que hubiera concedido cuánto había querido verlo—. Es solo que, cada vez que viniste esta semana, Joshua te pilló antes de que tuviera una oportunidad.
—Hmm, si, el chico nuevo —murmuró Jeonghan.
Joshua definitivamente lo había pillado y mientras miraba detrás del hombro de Sojung, notó que Joshua había vuelto a la parte trasera de la barra para agarrar una botella de licor de uno de los estantes de arriba. Mientras se estiraba sobre su cabeza, el chaleco ajustado arrastró su camisa de sus pantalones, revelando una piel suave.
Jeonghan lamió sus labios, preguntándose cuán bien sabría Joshua. Su piel era perfecta. Y me ofrezco voluntariamente para inspeccionar cada maldito centímetro de él tan pronto como me sea posible.
Mientras Joshua ponía la botella en el banco, dio vuelta la cabeza como si sintiera a Jeonghan examinándolo, y Jeonghan no pudo evitar la necesidad de analizarlo abiertamente. Viajó su mirada a lo largo de la estructura de Joshua, por lo menos un metro setenta y cuatro, y mientras volvía su análisis abiertamente sexual hacia arriba, se aseguró de conectar con los ojos desconcertados que le devolvían la mirada.
Jeonghan no dio a conocer lo que pasaba por su cabeza, lo cual se concentraba en conseguir desnudar a Joshua y poner su pene dentro de la boca de Jeonghan, mientras volvía a Sojung, que seguía hablando de…
Mierda, ¿de qué estaba hablando?
—Entonces, ¿qué quieres tomar esta noche?
Vaya. Estuve viniendo aquí por años, y pido lo mismo cada vez, aún así ella sigue preguntando. Es gracioso, Joshua lo dio por hecho después de la primera noche, y sus suposiciones hasta ahora fueron correctas.
Eso hizo que Jeonghan se preguntara, ¿qué estará suponiendo en este momento?
* * *
¿Qué fue todo eso?
Joshua estaba sorprendido de encontrar su mano temblando mientras ponía la botella en el estante, tomándose un momento para mirar en el espejo detrás de la barra. Solo se miró a sí mismo.
Respira, idiota, y déjalo pasar. Solo está tratando de inquietarte.
Volviendo para prepararle a su cliente su bebida, Joshua vertió lo que necesitaba, agregó una rodaja de limón y luego volvió a quien estaba sirviendo actualmente. Decidió que al minuto que estuviera libre, iría a hablar con Jeonghan. No iba a dejar que juegue con su trabajo o su cabeza, y Joshua estaba determinado a descubrir si tenía algo de qué preocuparse después de esta noche.
Alrededor de quince minutos después, tuvo un descanso, y comenzó a abrirse camino hacia donde Jeonghan se estaba sentando. Tomándose un respiro, se recordó a si mismo que este era sólo un hombre cualquiera que no había conocido hasta hace cuatro días atrás. Pero mientras más se acercaba, habría jurado que podía sentir sus manos sudar por la expresión que le dirigía.
Cuando finalmente alcanzó el final de la barra, notó que el vaso frente a Jeonghan estaba vacío. —¿Otra?
—¿Está bien robarle el cliente a otro barman?
Joshua realmente no estaba para jugar sus jueguitos esta noche, así que, en vez de contestarle, se recostó en el mostrador con los brazos cruzados. —Está bien, sin bebidas.
—Y nada de charla tampoco, ya veo —señaló Jeonghan mientras inclinaba su cabeza a un costado—. ¿Pasa algo?
Joshua se molestó al darse cuenta que podía notar cuan brillantes eran los ojos de Jeonghan, y pensaba que tal vez usaba lentes de contacto. Sabía que se vendían esas mierdas porque a Jennie le gustaba usar los verdes.
—No estoy de humor esta noche —contestó encogiendo los hombros.
—¿En serio? Parecías hacerlo bien con la morena de por allí.
Joshua podría jurar que con ese comentario, podía detectar un poco de…
¿Qué? ¿Celos?
—Bueno, la morena era fácil, y sé que no me reportaría por nada que pudiera decir.
Vio a Jeonghan inclinarse hacia atrás e igualar su postura con los brazos cruzados, en respuesta, notó lo amplios que eran sus hombros y su pecho debajo de esa camisa de mangas cortas.
Es curioso cuan engañoso puede ser un traje.
—¿Crees que voy a reportarte?
Joshua dio un vistazo a los alrededores y sacudió ligeramente la cabeza.
—No tengo ni idea de lo que tú vayas a hacer.
—Creo que voy a aceptar esa bebida. —Decidió estrechando un poco los ojos.
Sin una palabra, Joshua se dio vuelta para hacerle su bebida habitual y luego la empujó a través de la barra. Antes de que pudiera sacar la mano del vaso, Jeonghan cerró sus dedos sobre los suyos, y Joshua levantó su cabeza de golpe. No podía confundir la invitación sexual de esa mirada. Jeonghan había usado esa misma expresión cuando lo analizó tan solo unos minutos antes.
—Que conste que nunca te reportaría, y soy probablemente la persona más fácil sentada en esta barra esta noche… por lo menos para ti.
Joshua intentó recordarse que hombres y mujeres coqueteaban todas las noches con quienes se sentían atraídos, y él no tenía problema con eso. Su problema actual era como reaccionar a ser perseguido tan abiertamente.
—No te entiendo, ¿eliges una mujer una semana y un hombre la próxima? Así que… —se fue apagando, preguntándose exactamente qué estaba preguntando.
Cuando sintió finalmente que la mano de Jeonghan se retiraba de la suya, rápidamente soltó el vaso como si se estuviera quemando. Lo miró atentamente mientras levantaba la bebida a sus labios, contemplando la pregunta.
Después de tomar un sorbo del licor, bajó el vaso lentamente. —Pues… me gusta probar un poco de todo y todos.
Las palabras se hundieron en la cabeza de Joshua, asentándose, y luego empezaron a tener mucho sentido, hasta que Jeonghan, como siempre, lanzó otro barril de gasolina al fuego.
—Y me gustaría probarte a ti.
* * *
Jeonghan monitoreó el rostro de Joshua con cuidado mientras parecía asimilar exactamente lo que había dicho. Primero vino la sorpresa, después se ruborizó y Jeonghan casi se rió. La vergüenza vino acompañada de tal expresión de desconcierto que parecía no saber que mierda decir.
Jeonghan decidió dejar que se saliera con la suya.
—Está bien, Joshua. No espero una respuesta, pero pienso que es mejor ir de frente, considerando…
Apareció la toalla y Jeonghan la vio mientras Joshua la movía entre sus manos.
—¿Considerando? ¿Considerando qué?
—Considerando que pareces tan confundido cuando, en realidad, no hay nada de qué estar confundido.
—Excepto por el hecho de que soy heterosexual —anunció finalmente. Jeonghan jugó un poco con su vaso antes de conceder:
—Sí, bueno, no permito que pequeños detalles como esos me detengan.
Joshua empezó a reírse mientras parecía recuperarse, mientras Jeonghan dejaba que ese sonido resonara a través de él.
—Estás lleno de confianza. Te daré eso. Pero tengo que decirte, le estás ladrando al árbol equivocado.
—¿Lo estoy? —respondió rápidamente.
—Sí. Acabo de salir de un matrimonio horrible. Incluso si estuviera interesado, ¿por qué intentaría algo contigo? Anoche, me dijiste que te acostaste con todos los que trabajo. Ahora, sólo me pregunto qué mujeres y qué hombres.
Jeonghan, ni un poco desalentado, levanto su vaso.
—¿No te gustaría saber?
—Bueno, puedo sólo ir y preguntarles a todos y causar una anarquía masiva entre rangos de After Hours.
—Podrías. O podrías conocerme mejor y preguntarme de nuevo en algún momento más apropiado.
La ceja oscura de Joshua se elevó con sospecha. —¿Y cuándo sería eso?
Jeonghan sabía que Joshua esperaba que algo sexual saliera de su boca, así que se inclinó más cerca y se deleitó cuando Joshua lo siguió. Se preguntó por un momento si Joshua se había dado cuenta de que lo hizo.
—Cuando Sojung no se esté abriendo camino para venir a patear tu trasero.
Jeonghan le dedicó una sonrisa de superioridad y se sentó mientras Joshua se daba vuelta para ver exactamente a qué se refería.
* * *
Joshua se concentró en su compañera, quien estaba fulminándolo con la mirada como si le hubiera robado su propiedad privada, mientras él intentaba darle sentido a todo lo que acababa de pasar. Sojung era realmente una buena distracción, mientras caminaba alrededor y lo ignoraba completamente, solo para sonreírle al hombre que estaba actualmente confundiéndolo hasta la mierda.
—Lo siento. No me di cuenta de que tu vaso estaba vacío, Jeonghan.
Joshua no sabía por qué, pero el hecho de que ella usara su primer nombre lo irritaba. Eso también hacía abundantemente obvio que ella había sido una de sus compañeras que se tiró, y le agradeció.
—Está bien, cariño. Joshua y yo solo estábamos hablando cosas de hombres.
¿Eso estábamos haciendo? Esas son noticias para mí. Joshua observó a Jeonghan, desde donde estaba parado al lado de Sojung.
—Sí, me estaba contando sobre su moto. Asegúrate de venir a verme antes de que me vaya.
Joshua tenía que admitírselo. El tipo sabía trabajar bajo presión.
Me pregunto a qué se dedica.
—Está bien, solo me quería asegurar de que estabas atendido.
Mientras las palabras de Sojung flotaban en el aire, entrelazó su mirada con esos ojos brillantes vibrantes.
Jeonghan respondió:
—De seguro que me están atendiendo bien.
Mierda. Este tipo tiene que tranquilizarse y dejar de ser tan obvio. La gente va a empezar a hablar cuando incluso no hay nada que decir.
—¿Sojung? —Jeonghan se volvió hacia ella y le dio un guiño rápido—. No te vayas muy lejos, ¿está bien?
Joshua gruñó en lo bajo con disgusto y sacudió la cabeza mientras ella se reía y le dirigía una sonrisa triunfante en su dirección.
Le ofreció una sonrisa que esperó sea una feliz.
—Lo siento, no quería ponerme en el medio.
Poniendo una mano en su brazo, Sojung le dio un apretón mientras se lamía los labios. Ya no estando enfadada, le coqueteó de la misma forma, estaba seguro, con la que lo había hecho con Jeonghan.
—Oh, no lo hiciste, pero es una gran idea —dijo con un ronroneo seductivo. Los ojos de Joshua se agrandaron ligeramente mientras los volvía hacia Jeonghan.
Sentía como si, de alguna forma, Jeonghan lo hubiera preparado todo, pero incluso él se veía un poco sorprendido. Sin embargo, en vez de permanecer mudo como Joshua, Jeonghan levantó su vaso.
—Esa es una idea fantástica.
Joshua palmeó la mano de Sojung y la movió de su brazo, mientras ella le sonreía y luego se alejaba.
Joshua lanzó una mirada en dirección a Jeonghan. —Esto te parece gracioso, ¿no?
—No, de veras creo que es una idea fantástica.
Joshua sacudió su cabeza. —Estás desequilibrado. Nunca va a pasar.
—¿Asustado? —interrogó Jeonghan, mostrando sus dientes en una versión torcida de una sonrisa.
Joshua sabía que Jeonghan esperaba que huyera, así que, en cambio se mantuvo firme donde estaba. —Me gusta pensarlo como «inteligente».
—Sin embargo, aquí estás, todavía hablando conmigo —le recordó.
—Bueno, el lugar está tranquilo ahora, y eres entretenido una vez que dejo de lado los comentarios inapropiados.
—¿Qué? ¿Es inapropiado que diga que quiera follarte? ¿Sería mejor si estuviéramos borrachos?
Joshua perdió completamente la habilidad de formar palabras ante esa abierta declaración. Mientras miraba alrededor rápidamente, escuchó a Jeonghan reírse.
Joshua se volvió al arrogante imbécil. —Dios, ¿podrías hablar más bajo? Me importa una mierda lo que quieras hacer. Tengo un cerebro y una boca, y no ha funcionado hasta ahora con personas como tú.
Jeonghan puso sus palmas sobre el mostrador y acarició la madera con sus dedos.
—¿Personas como yo?
—Sí, personas prepotentes, arrogantes y creídas. ¿A qué te dedicas, de cualquier forma?
Joshua esperó pacientemente mientras Jeonghan agarraba un sorbete blanco de un recipiente en la barra.
—Adivina.
Arrojando el trapo sobre su hombro, Joshua miró a Jeonghan rápidamente, pero dado que éste estaba con un conjunto casual, sabía que no conseguiría nada con eso.
—Inversor bancario —le lanzó.
Jeonghan soltó una carcajada estrepitosa, y cuando otros clientes se voltearon a verlos, Joshua les dedicó una sonrisa educada antes de volver al ignorante hombre frente a él.
—¿En serio? ¿Parezco un hombre de números?
—No, en realidad, no —respondió honestamente. Pareces más un modelo.
—Gracias a Dios. ¿A qué me parezco? —interrogó bajando su voz. Joshua puso sus palmas en la barra.
—Déjalo —dijo enfáticamente.
—¿Dejar qué?
—Deja de coquetear conmigo —demandó.
Jeonghan atrajo el sorbete a sus labios, mordiendo el final, luego lo sacó lentamente. —Creo que te gusta.
—Y yo creo que estás demente. Vendedor de autos usados. Jeonghan frunció el entrecejo.
—Ahora sólo intentas insultarme.
—Tienes razón, lo hacía. Podría apostar las últimas dos propinas que me diste a que eres un abogado.
Jeonghan torció el plástico blanco entre sus dedos. —¿Y si estás equivocado?
—No lo estoy.
—Estás tan seguro de repente, ¿le preguntaste a alguien? Joshua respondió casi inmediatamente. —No.
—Entonces, ¿por qué estás tan seguro?
—Eres tranquilo, demasiado tranquilo, y siempre tienes una respuesta para todo.
—Tal vez me gusta debatir.
—Tal vez estás diciendo mierda. Admítelo. Está bien que tenga razón — anunció, lleno de confianza, mientras se inclinaba más cerca para agregar susurrando—. No le diré a nadie.
Y ese, justo ahí, fue su peor error.
Vio el momento preciso en que Jeonghan bajó su mirada hacia su boca, y su expresión cambió de interés a lujuria, y Joshua se encontró preparado para pelear por un beso no deseado.
—Con cuidado, Joshua.
—¿Huh?
—Soy un abogado, y siempre busco una desventaja. Y creo que sí, te gusta esto, pero no te preocupes —le dijo antes de prometer —No le diré a nadie.
Joshua se enderezó rápidamente alejándose de la barra y agarró el trapo de su hombro, pateándose a sí mismo figurativamente por haberse dejado atrapar en la conversación con este hombre, otra vez.
—Eres zurdo. —La rara elección de palabras fue lo que rompió con sus pensamientos.
—Y tú observador —murmuró, todavía tratando de descifrar si le gustaba la atención que recibía de Jeonghan. Y si me gusta ¿qué diría eso de mí?
—Sabes —dijo arrastrando las palabras—, hay un montón de hechos interesantes sobre los zurdos. En la historia, se vio a los zurdos como toda clase de cosas, como un hábito desagradable, un signo del demonio, una rebelión de la naturaleza, incluso… un signo de homosexualidad. Hmm, nunca estuve con un zurdo antes.
Joshua le devolvió la mirada al hombre que hablaba tan casualmente que podría también haber preguntado sobre el tiempo. Sin embargo, cada una de las oraciones que salían de su boca, empujaban a Joshua fuera de su zona de confort y justo a la zona de debo-estar-volviéndome-malditamente-loco.
—Y sí, soy observador, algunas veces. —Jeonghan levantó el vaso hacia su boca donde terminó de tomar su bebida y la volvió a poner en la barra.
Metiéndose en el modo de supervivencia, Joshua hizo una pregunta casual del trabajo:
—¿Eso sería todo?
—Con respecto a la bebida, sí.
—Y eso es todo lo que se ofrece a esta hora. La cocina se cierra a las diez — afirmó llanamente.
—Está bien. No tengo hambre de comida. —Jeonghan cerró sus manos en la barra.
Joshua no sabía qué decir a eso a menos que se deslizara al mismo comportamiento de hace unos minutos. Era obvio que involucrarse en partidos de conversación—pelea con Jeonghan, no importa cuán inocentemente, llevaría a un territorio peligroso y causaría estragos en la salud mental de Joshua.
—En ese caso, me iré y te dejaré con Sojung.
—Oh, ¿podrías hacer eso? Porque ella es exactamente a quien estuve imaginando desnuda e inclinada para mi desde que me senté esta noche. Sé que eso fue inapropiado, pero, ¿Joshua?
Joshua se concentró en ese abogado sinvergüenza, quien definitivamente lo estaba analizando esta vez, y trató de permanecer profesional. —Sí, ¿Jeonghan?
—Eso hago cuando estoy en mi mejor momento.
Joshua se dio vuelta silenciosamente y escuchó una risa detrás de él mientras se iba lejos de la barra, en ese momento, se preguntaba si Jeonghan se estaba riendo de su comentario o del idiota que se alejaba de él.
* * *
Jeonghan sabía que lo estuvo presionando esta noche. Maldición, si había alguna velocidad que él no poseía era la lenta. Pero pensó que si no armaba su caso con Joshua, la oportunidad, esperen, ¿cuándo apareció esa palabra en estos casos?, desaparecería.
Después de esa última bebida, el reloj marcó las doce y media, y decidió que estaba probablemente al borde de la línea de lo patético, especialmente considerando que estaba sentado en la barra tomando solo, únicamente para observar a cierto barman moverse frente a él.
Jeonghan sintió esa sensación familiar en su polla mientras alejaba la vista del otro hombre. Se bajó del taburete de la barra y se abrió paso hacia el baño, tratando de decidir qué había visto en la expresión de Joshua mientras iban de un lado al otro.
Confusión, fue la primera expresión que se le cruzó por la mente. Aunque ni una vez fue acompañada por repulsión, y con eso podría trabajar.
Terminando, Jeonghan se lavó las manos y salió hacia el corredor de luz tenue, dirigiéndose de nuevo a la barra, donde prácticamente se chocó con Sojung.
Dio un paso más cerca de él.
—¿Retirándote tan pronto?
Jeonghan miró alrededor, y cuando vio que estaban solos, miró detenidamente su camisa y chaleco negro hacia donde tenía los tres botones de arriba abiertos. Contemplando, recorrió su lengua sobre su labio superior, y subió su mirada para encontrarse con la de ella.
—Estaba a punto, ¿a menos que haya una razón por la que deba quedarme?
Cuando Sojung puso sus manos en la parte baja de su abdomen, apretando sus músculos duros, Jeonghan supo exactamente a dónde iba esto.
—Bueno, estaba pensando…
Moviéndose hacia la esquina del pasillo, Jeonghan no se sorprendió cuando ella lo siguió.
—¿En qué estabas pensando? —Él estaba ahora pensando en sus labios alrededor de su falo.
Unas manos cálidas se metieron bajo su camisa negra antes de que unos dedos bajaran hacia la cima de sus jeans. Ella volvió su rostro hacia él, mientras él veía expectantemente cuando, oh, sí, su lengua apareció para humedecer sus labios.
—Estaba pensando que quiero esto —susurró atrevidamente mientras movía su mano derecha para acunarlo a través de sus jeans
— en mi boca.
Poniendo sus manos sobre las de ella, Jeonghan las frotó de arriba abajo sobre su pene palpitante.
—Entonces, no me dejes detenerte —la invitó y luego agregó —¿por lo menos anunciaste que te ibas? Odiaría pensar que te podrían despedir por servir inapropiadamente a un cliente.
Moviendo su mano, Sojung se rió suavemente mientras desabotonaba sus jeans y bajaba el cierre. Cayendo sobre sus rodillas frente a él, tironeó sus pantalones hacia abajo liberando su insistente erección.
—Bueno, si llegamos a esa situación, podríamos decirles que le estaba dando al cliente justo lo que quería. —Cerrando su puño sobre la raíz de su eje, bajó sus labios hacia su cabeza sensible e hinchada.
Jeonghan cerró los ojos e imaginó una persona completamente diferente arrodillándose frente a él, una persona con manos más grandes que las suyas cuyo rostro demostraba incertidumbre y sorpresa durante la conversación de esa noche. Visualizó unos mechones castaños y unos ojos oscuros mirándolo mientras unos labios firmes se abrían para tomarlo dentro de esa boca que quería probar.
Mientras Jeonghan movía sus manos hacia la pared detrás de él, no se atrevía a abrir los ojos. Estaba demasiado ocupado disfrutando la fantasía sexual que formaba en su cabeza mientras unos labios delicados se deslizaban a lo largo de su pene, tomándolo tan profundo como podían hacia la parte trasera de su garganta, trató de no pensar en el hecho de que le gustaría más duro.
Sí, soy un imbécil.
Movió sus caderas hacía su boca, pero todo lo que podía imaginar era cuanto más rápido perdería la cabeza si pudiera alcanzar y tocar unas mejillas como las de Joshua.
Cuando una mano pequeña agarró su muslo, Jeonghan fue empujado hacia la realidad, y sus ojos se abrieron. Ese fue el momento también, en que se entrelazaron con el hombre que estaba parado en la entrada del pasillo de iluminación tenue, quien estaba mirando lo que pasaba con una concentración tan intensa que Jeonghan no había visto antes.
* * *
Joshua no podía creer lo que veía, y todavía más perturbador era que no podía retirar la mirada.
Al principio, mientras se quedó parado en el pasillo dirigiéndose hacia los baños, fue sorprendido con la imagen de Jeonghan apoyado contra la pared, con sus piernas abiertas y con Sojung arrodillada a sus pies. Desde las sombras silenciosas, pudo ver que la cabeza de Jeonghan se arqueaba hacia atrás como si el placer fuera demasiado y malditamente genial.
Eso era suficientemente malo para Joshua, hasta que sintió su pene reaccionar como si fuera él quien se encontraba dentro de la boca de Sojung.
Luego, los ojos de Jeonghan se abrieron, y ahí fue cuando la realidad de Joshua se convirtió en algo borroso.
Mientras su mirada chocó con la del otro hombre, se dio cuenta que era el centro de enfoque de Jeonghan y no de Sojung el que lo hacía estar a todo máquina, duro-como-piedra, adolorido, y no había nada que pudiera hacer para convencerse de lo contrario.
Joshua absorbió todo lo que estaba viendo, mientras Jeonghan movió su mano de la pared para dirigir la cabeza que se movía rápidamente sobre su polla. Joshua sintió su respiración acelerarse mientras sus puños se cerraban a sus lados. Silenciosamente, vio a Jeonghan bombear sus caderas hacia delante, empujando su eje dentro de la garganta de su compañera, mientras lo miraba a él lamiéndose los labios.
Incapaz de moverse, Joshua descubrió que estaba en trance por la escena que se desenvolvía frente a él. No podía quitar los ojos del hombre quien lo estaba follando con la mirada mientras se follaba la boca de la mujer sobre sus rodillas.
Cuando Joshua bajó su mirada hacia Sojung, vio sus manos sobre su cabeza, y no pudo evitar preguntarse cuan fuertes eran mientras flexionaba y manoseaba ese pelo rubio.
Dios, ¿estoy pensando en tocarme justo ahora? Mierda, aléjate. Sólo date la vuelta y vete.
Sin embargo, sus pies no escuchaban a su cerebro y, en vez de irse, continuó jugando al mirón con el hombre quien se estaba convirtiendo en una amenaza hacia su vida sana y normal.
* * *
Jeonghan no había esperado este giro inesperado, mientras se deslizaba libremente entre los labios de Sojung, y su mirada viajaba sobre Joshua, sintió como su orgasmo se formaba en la base de su columna vertebral, causando que sus pelotas se tensaran.
Había algo tan depravado y pervertido sobre ser visto mientras llevaba a cabo un acto sexual, pero ser observado por esta persona que él deseaba y que no creía poder tener, era incluso mejor.
Mientras continuaba usando la boca de Sojung, Jeonghan se mantuvo fijándose en quien realmente deseaba, Joshua. Tenerlo ahí parado con una expresión que cruzó de sorprendido directo a lujuria caliente, Jeonghan se preguntó si Joshua se daba cuenta de lo mucho que estaba demostrando.
Primero que nada, no estaba viendo a Sojung. No, su atención está sobre mí. Segundo, cerró sus puños como si intentara evitar tocarse. Tenía suerte de que no se hubiera roto los dedos. Y por último, cuando Jeonghan vio los pantalones de Joshua, pudo ver un bulto que lo hizo querer empujar a Sojung del camino y arrodillarse él mismo para hacer que el barman acabara.
Eso fue todo. Esa fue la imagen que Jeonghan necesitaba.
Abriendo sus labios con un gruñido, se imaginó chupando a Joshua dentro de su boca y todo terminó. Sintió un hormigueo en sus pelotas mientras sus manos se apoderaban con fuerza del pelo rubio en el cual estaban enredadas. Concentrándose en Joshua, vio como su lengua se escapaba y se deslizaba por su labio inferior.
Cuando desapareció de nuevo dentro de su boca, Jeonghan quería ser quien la persiguiera, y probar el interior, después de que tragara, por supuesto. Sabía que era una fantasía, pero con ese último pensamiento, miró hacia el hombre que en realidad deseaba, y se vino inmediatamente en la garganta de Sojung.