Harry Styles, una de las personas más importantes dentro de las artes en Londres, e invita todos los años a cuatro personas involucradas en estas para entrenarlas durante cuatro meses en su flamante mansión. Es tanta la presión por la que deberán pa...
La exuberante mansión se hallaba otra vez solitaria, una suave melodía se hizo presente, Harry se encontraba tocando el piano, como solía hacerlo siempre que se sentía solo. Ser diferente y sentirse como tal, muchas veces era demasiado para él, aún así teniendo a todas las artes de Londres a sus pies y dirigiendo una de las universidades del estado más prestigiosas, no le alcanzaba. Harry siempre ha sentido como si le faltara una parte de él que aún no ha llegado a su vida, todos estos años se estuvo centrando en su academia y afortunadamente estaba muy orgulloso de todo lo que logró, pero una duda siempre lo ha perseguido
¿Qué se puede hacer cuando ya lo tienes todo?
Hace exactamente cinco años se le ocurrió la magnífica idea de utilizar su talento y contactos para juntar una vez al año, a unos pobres estudiantes que están a punto de graduarse e involucrarse en las artes, para poder entrenarlos y volverlos personas capaces de alcanzar el estrellato que tanto buscan en sus vidas, por ese mismo motivo, durante el invierno, él mismo recorre las escuelas buscando pasión pura, jóvenes con expectativas y talentosos, que no estén dispuestos a mirar atrás por un error.
Louis Tomlinson, era uno de ellos. Desde sus ocho años rogó a su madre a que esta lo llevase a tomar clases de ballet. Beth temía que su hijo sea el centro de burlas por practicar un deporte como tal, en cambio, prefirió ofrecerle a su niño hacer otro deporte como el soccer, pero desafortunadamente para ella, Louis no paraba de insistir y desde entonces no le ha quedado otra opción que dejarlo tomar las malditas clases de ballet.
Y por esa misma razón se encontraba aquí, cumpliendo el sueño de su vida, podría decirse; estaba a minutos de presentarse en el auditorio de su escuela y mostrar bajo el reflector, la pasión que sentía al bailar.
Era su día de suerte y estaba dispuesto a darlo todo.
La audición había comenzado, solamente dos personas se hallaban en una pequeña mesa en el fondo del auditorio. Esta vez había ensayado una coreografía con Under Pressure en su versión piano, convirtiendo la energía del auditorio en una más fresca y tranquila.
Los primeros versos de la canción se empezaron a escuchar. Mostrarse tal cual es y sin nada o nadie que pudiera interrumpirlo significaba mucho, porque para Louis, el baile representaba una conexión con el mismo, donde se puede expresar, e incluso se atrevería a pensar que se sentía como en casa cuando bailaba.
Las audiciones dieron por finalizado, Louis se despidió en el escenario y volvió a los camerinos, allí lo esperaba su madre, que con una mirada de orgullo, lo tomó en sus brazos y lo abrazó; —Si hace tan solo un par de años me hubieran dicho todo lo que lograrías hoy, nunca pero nunca, te hubiera negado el baile, esto es lo que eres amor, y yo no puedo estar más orgullosa —con esas palabras Louis se encontraba roto, negar el hecho de que su vida fue bastante complicada cuando no tuvo el baile cerca, sería de las mayores mentiras que podría decir.
Definitivamente el baile lo había salvado de muchas cosas, incluso cuando se encontraba solo, perdido y sin nadie que lo comprendiera.
Harry termino de hacer las últimas anotaciones en su pequeño cuaderno y abandonó el auditorio, tenía que pensar seriamente en su elección pero aún no podía sacar de su cabeza la última audición que había presenciado, aquel chico definitivamente tenía lo que el buscaba. Su guardaespaldas lo interrumpió avisándole, que ya habían llegado a la siguiente escuela.
Esta vez Harry había decidido hacer un cambio, por primera vez, incluiría artes visuales, específicamente el callejero.
El último en presentarse fue un chico de tez algo morena, tenía algunas perforaciones en ambas orejas, este traía consigo, al parecer, un par de sus obras ya terminadas, pero el verdadero reto era hacerlo en vivo, en frente del público más quisquilloso.
Una vez finalizada la "audición", Harry decidió interrogar por cuenta propia, al artista.
—¿Cuál es su nombre jovencito? —Harry mantenía una mirada persuasiva y movía su pluma en su cuaderno bordó. —Zayn, Zayn Malik —respondió el último primero dudando pero finalmente afirmándolo —¿He quedado? soy increíble verdad —Si. Zayn estaba confiado y de eso no había dudas. —Me ha dejado sin palabras tu pedante forma de ser. Si, has quedado —Sin más Harry, se dirigió hacia Dominic su fiel secretario y abandonaron la sala de artes.
Hoy, Harry había juzgado demasiadas audiciones y su cabeza no paraba de doler, lo único que deseaba era llegar a su casa y poder dormir, aún así, con lo cansado que se encontraba, no paraba de pensar en aquel chico de ojos azules de la audición, una pequeña sonrisa se vió dibujada en su ya apagado rostro. Si. Aquél desconocido le había sacado una sonrisa en semanas.
Lo que Harry no sabía, era que aquel joven de profundos ojos azules, le sacaría las más bellas y sinceras sonrisas, pero también las más tristes y melancólicas lágrimas.
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bueno acá está el primer capítulo y espero que les haya gustado, trataré de ir mejorando poco a poco, y si, este capítulo es algo corto pero los próximos van a ser más largos <3
