1- días (a)típicos

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Luzu estaba cansado, no era como si su estilo de vida le causara malestar, ya estaba acostumbrado a las excentricidades de sus compañeros y a el pueblo mismo, es solo que a veces sus queridos "amigos" eran unos pesados y a pesar de ser una persona agradable y de buen aguante, cada quien tiene un limite de que lo puede soportar y ese día ya lo habían pasado con creces, realmente se había molestado con ellos pero lejos de tomar venganza se dispuso a ir a despejar su mente de aquellos pensamientos hostiles que tenia en esos momentos. fue ahí donde quiso ir a un lugar que lo lograra calmar, había escuchado del viejo Merlón que había un nuevo jardín en el pueblo, pensó que ir a visitarlo seria una buena idea para encontrar un poco de paz mental y así lo hizo, fue andando y mientras caminaba ya se le estaba pasando el enojo, pensó que al momento de llegar se calmaría por completo pero no fue así.

Al momento de llegar a su destino encontró todo menos calma, solo entrando pudo notar los hermosos rosales, llenos de rosas de diferentes tonalidades, eran hermosas, aromáticas, bellas, inhalo el aire de ahí mientras encontraba esa calma que tanto le estaba faltando, pero no duro mucho, no duro nada cuando el mundo pareció detenerse al igual que su pulso, su respiración, su universo entero se detuvo en lo que parecían horas, sentía todo y nada a la vez como si sus sentidos se hubiesen agudizado pero a la vez se sintiese aturdido, ahí estaba el, un chico de cabellos y ojos negros, mirada perdida pero agradable, de una estatura más baja que la suya y unas alas, alas de lo que parecía ser un águila. su cara se sintió arder y no supo porque estaba sintiendo emociones tan fuertes con un desconocido, alguien con quien ni siquiera había cruzado miradas lo estaba  poniendo así de mal, pulso acelerado, manos sudorosas y el rostro enrojecido.

fue entonces cuando el otro miro hacia su dirección, si de frente era mucho mas lindo que de perfil, no decía que su perfil era malo... claro que también era muy lindo, un lindo perfil sin dudas... dioses, ¿en que estaba pensando?, pero de nuevo perdió la calma cuando el chico de gorro azul le sonrió, ampliamente, tan amable de sonreírle a un desconocido y mas a el que siempre tenia mala cara.

"no me sonrías así, solo provoca que quiera devorarte" 

ese pensamiento intrusivo lo hizo ponerse incomodo consigo mismo, mierda, esto es terrible, pero su mente dejo de pensar cuando ese chico se fue acercando, nuevamente con una sonrisa en su rostro.

-hey pero que pasa~

su acento no era de aquí, era de otra parte, tal vez de otro pueblo, de cerca es mas lindo, mucho mas lindo, ojos brillantes, sonrisa hermosa y un ligero aroma dulce, muy dulce, quiere embriagarse de ese dulce aroma para siempre. no... control, necesita control y solo atina a pretender verse relajado.

-llegue a este pueblo hoy pero no se donde me encuentro wey, ¿de casualidad eres de aquí?

si, lo suponía, el no era de este pueblo, nadie tan lindo pudo haber pasado desapercibido hasta ahora. 

-si, soy habitante del pueblo de Karmaland.

-órale que padre wey, ¿me podrías decir donde esta el ayuntamiento?, estoy bien perdido.

Luzu no pudo evitar reír un poco por la rara manera en la cual hablaba ese chico, el otro lo miro con la ceja levantada para después fruncir el ceño con "enojo", adorable, ese chico era adorable.

-va wey, no me estoy burlando de ti eh, en una de esas si me desconozco te ando navajeando.

Luzu saco una pequeña carcajada, ¿Por qué le resultaba tan dulce y divertido ese chico que a penas conocía?, era una actitud bastante fresca y eso le agradaba, limpio un poco las pequeñas lagrimas que se habían asomado por sus ojos y trato de mantenerse calmado.

-lo siento, mi nombre es Luzu y claro que te ayudare.

-hum... Luzu, que nombre tan raro, mi nombre es Quackity.

-no mas raro que Quackity.

-cámara viejo crickoso, ¿así nos vamos a llevar?

ahora era Quackity quien reía, que linda risa, pensó Luzu que el también se reía ahora, la risa de Quackity era linda y contagiosa, Quackity rodeo con su brazo los hombros de Luzu, estaba cerca, su rostro estaba demasiado cerca, pudo sentir de nuevo como su corazón latía cual locomotora y el calor de su rostro se hacia presente nuevamente en su rostro, Quackity se veía lindo mientras reía y noto que tenia un leve sonrojo en sus mejillas, quería morderlo cual fresca manzana.

-entonces "Quacks" déjame llevarte al ayuntamiento, te ayudare con lo que necesites.

-que amable Luzu, entonces quedo en tus manos.

"en mis manos...dijo que queda en mis manos"

pensó Luzu mientras una sonrisa se formaba en su rostro.

-claro...quédate en mi manos, Quackity...

le dijo con una amable sonrisa y Quackity le sonrió de vuelta sin saber que tal vez, no estaría a salvo frente a su nuevo "salvador".


El chico de las rosas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora