epílogo.

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Ella yacía enfrente de ambas tumbas, con un ramo de rosas rojas las cuales desprendían un delicioso olor, simplemente observándolas y respirando con dificultad. Comenzó a transpirar y un nudo se formó en su garganta, aquella sensación de culpa la carcomía, habían pasado casi dos años desde la muerte de ambos enamorados y ella aún seguía sin poder quitar aquél remordimiento que sentía.

Gritó con fuerza, aventando las rosas algo lejos de las lápidas y ella, y luego se tiró al piso, posando su mano en cada lápida, y sollozando con pena y dolor. Apretó fuertemente el concreto, como si quisiese quebrarlo. Rompió en llanto, mientras repetía miles de veces un torpe "lo siento".

Aquellas veces en las que les hizo sentir miserables, aquellas veces en las que los hizo de menos, aquellas veces en que les gritó barbaridades y otras palabras para nada lindas o amigables. Se sentía una mierda. Al fin se dió cuenta de lo maravillosos que eran, pero lo hizo demasiado tarde.

Porque ellos ya no están.

-Lo lamento, lo lamento.- sollozó, estirándose lo más que puede, tratando de tomar el ramo de rosas que yacía tirado en el frío concreto. Los dividió a la mitad y una parte la puso en la lápida de JeonGguk, mientras que la otra la colocó en la de TaeHyung.

Sonrió y limpió sus lágrimas.

Pero su sonrisa se borró y los sollozos volvieron a llegar de golpe al ver otras dos lápidas junto a la de ellos. Las lápidas de sus madres. Ella había hecho que el auto en el que uno de los chicos que molestaba a JeonGguk ocasionara un accidente con el auto en el que las madres de los chicos viajaban, pues se habían hecho muy amigas con el paso del tiempo.

-Soy una mierda.- bufó, sorbiendo su nariz y tratando de calmar su entrecortada respiración.

- どもり : stutterer.

Yo... no sé como iniciar esto.

Me siento demasiado mal, todas las cosas que he hecho son estúpidamente horribles. No merezco que gente me idolatre y me den obsequios, cada maldito día en ese colegio de mierda. JeonGguk y TaeHyung eran tan lindos, amables y de buen corazón, pero yo no lo supe apreciar, y cuando lo hice, fue demasiado tarde.

Me arrepiento de haber hecho lo que hice.

Cuatro personas inocentes murieron, todas gracias a mí.

No me suicidaré, pues la muerte, a menos de que no sea algo natural como alguna enfermedad, nunca es ni será la salida. Pero trataré de ser una persona mejor, me haré amiga de las personas incomprendidas, ayudaré a los que sufren algún desorden alimenticio tanto como ni mis padres ni mis amigos pudieron hacerlo conmigo y estaré ahí y haré reir al que sufra de depresión.

JeonGguk, TaeHyung, gracias por mucho y perdón por tan poco.

- Lee JiEun.


















Fin.

stutterer © taekook.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora