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Era de madrugada, justo después de que HoSeok había llegado sano y salvo al piso, si, obviamente ambos chicos se mantuvieron charlando algunas horas hasta después de la cena.

– Voy a mi habitación, necesito terminar pendientes de las clases.- Mencionó JungKook de una manera despreocupada, a pesar de ser prácticamente el siguiente día.

– ¿Porque no las hiciste antes? Tuviste bastante tiempo, y usualmente siempre sueles terminar tarde. Te vas a llenar de cansancio después.- HoSeok le reprochó, y aunque no sabía que el menor se encontraba esperándole como para no hacer los pendientes; le hubiera dicho lo mismo. Así es el, no le gusta que JungKook duerma tan tarde.

– Relájate, simplemente, no me llegaba alguna clase de inspiración por hacerla. Y ahora que comí, vaya que me he activado.- ¿Eso sonó como si hubiese tomado café? Ese era el punto, trataba de convencer que trasnochar no era tan malo, si lo pensamos como JungKook.

Fue otra más de las veces en que el menor tuvo que mentirle al chico con quién compartía palabras. No buscaba inspiración para las tareas, ni para la universidad. Más bien, para su vida. Y aunque no se puede ver tan mala, JungKook realmente no se sentía como si estuviese en casa, no reconocía ese lugar como un hogar. Eso no le agradaba, sentía que sería egoísta que pensará así, cada vez que lo hace, por alguna razón su interior quema. ¿Culpabilidad? ¿Nostalgia? Había algo en el que no lo dejaba tranquilo, una muy conocida vocesita, merodeando siempre, no importa a dónde fuera, con quién estaba. Seguía ahí.

Tan pronto como sintió que su hombro fue sacudido, regresó de sus pensamientos hacia la vida real. Levantándose del sitio en donde estaba, tomando su plato y llevando este en donde se encontraban los demás platos sucios.

– No creo demorar mucho tiempo.

Habló, y antes de que HoSeok pudiera decirle más, solo observo como su compañero iba por el pasillo hacia su habitación. Escuchando después como la puerta era cerrada; claramente el menor no le dejaría entrar hasta la mañana siguiente. No porque se haya molestado con el, si no, que JungKook siempre quiere mantenerse solo cuando son altas horas de la noche. Y de vez en cuando por las tardes.

Y al de hoyuelos perfectos le preocupaba que fuera así.

[ . . . ]

JungKook, ¿Cómo se le podría describir?. Ahora mismo, encerrado en su habitación y asomándose por la ventana. Viendo como pasaban de vez en cuando automóviles, no sabía exactamente que es lo que estaba sucediendo dentro de su mente; tal vez no era bueno. Fue una de las noches en que se carcomía la cabeza, se martillaba de nubes grises. A tal grado que a veces sentía que no podía ver las cosas con claridad, y antes de que la situación pudiera empeorar, solo decidió desplomarse en su cama.

–"¿Que te sucede?".- De manera frecuente se hacia esa pregunta una y otra vez, pero no tenía respuesta. Tal vez solo estaba pasando por un mal momento de no sentirse muy bien. Cualquiera que sea la manera, la vida siempre mejora. ¿O no?

Para el todo comenzaba a tornarse monótono, siempre la misma rutina. Tomar fuerzas para levantarse de su cama por las mañanas, buscar algo que se viera adecuado para salir a estudiar y finalmente, estudiar. Así sería toda su vida, cuando fuese más adulto, a trabajar.
Todo es lo mismo pero con diferentes palabras, para sonar más formal. Claramente quería encontrar alguna razón que lo ayudase a dejar de ver todo tan repetitivo. Tal vez... ¿Una persona que lo haga cambiar ese punto de vista? Alguien que llegue para pintar todo de colores.

Pero esa idea se iba al basurero minutos después de pensarla. Y pensar que así se mantenía toda la noche hasta quedarse dormido. Es desgastante.

Por su parte HoSeok ya se encontraba saliendo del cuarto de baño, después de cepillar sus dientes. De alguna rara manera no puede conciliar el sueño si no lo hace. Tardo unos cuantos minutos en hacer que sus pasos fueran hacia su pieza, pero tan pronto como presiono el interruptor para apagar las luces del pasillo comenzó a correr hacia dicha habitación sintiendo que su vida dependía de ello. Y cuando se aseguró de estar cerca de su cama, se lanzó encima de esta; tapándose con las cobijas en cuanto pudo.

Si, HoSeok le tenía miedo a la oscuridad. Pero esa sensación no duró mucho, el cae rápidamente en manos del sueño. Y cuando menos lo esperas, puede estar dormido en cuestión de segundos.

[ . . . ]

Un nuevo amanecer. Significado de un nuevo día que se te permitió pasar la noche, y con gusto de poder abrir los ojos; preparándote para salir y dar de nuevo lo mejor que puedas. Recordar que nunca será suficiente hace que te quedes paralizado. Afortunadamente, no será hoy el día que el mundo se de por vencido. O al menos parte de el.

– ¡Tío Yoon!.- Una vocesita repetía esa palabras miles de veces, dueña de una pequeña niña que se encontraba saltando en la cama. A lado de una figura de un joven tapado hasta la cabeza, y harto de que siempre sea despertado de esa manera.

– Por Dios... Ya te escuché.- Después de unos minutos sintió como los brincos se habían detenido. Sujetando el interior de las cobijas para poder despojarse de ellas, sentándose en la cama y en cuanto volteó para mirar a la tan inquieta sobrina que parecía más su alarma que la del mismo celular, no pudo evitar sonreír de una manera ligera. Si, esa niña a veces lo llegaba a irritar, pero era una de las personas que más amaba.

– Vamos a llegar tarde.- Reprochó la niña cuando miró que el contrario no se movía, llevando su pequeña mano a la prenda de este para comenzar a jalarla. Aunque claramente no podía moverlo ni un poco.– ¡Corre, tengo hambre!.

– SoonJi, solo tienes seis años y comes como un adolescente en pleno desarrollo.- Tomó con cuidado la mano de la más pequeña, haciendo que dejase de jalar su pijama y saliendo de la cama. Al igual que bajando a la mencionada, mientras veía con una expresión no muy buena los cabellos de está.

Es que el tan solo pensar que debía cepillar todo ese cabello posiblemente con nudos por allí para hacer un bonito peinado. Eso le daba más pereza de lo que ya sentía, y si, debía de llevar a su sobrina a la universidad con el. Ya que las actividades de su colegio se encontraban en vacaciones. Claramente por obvias razones no podía dejarla sola, si su hermana se llega a enterar que tiene tan solo un rasguño; es un hombre muerto.

Y para suerte del pálido también debía llevarla al trabajo, un café de medio tiempo. No sé quejaba, sus compañeras de vez en cuando jugaban con la pequeña para que no pasará momentos aburridos y vaya que agradecía aquellos detalles.

La pequeña familia que permanecía a su lado era una razón para no dejar que el mundo lo destrozara más, y eso le traía paz.

Nieve De Cristal > || Pausada ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora