— Y todo esto es Karmaland.
El anciano, que se presentó como Merlon, terminó de enseñarle el pueblo a los dos nuevos jóvenes que habían aparecido delante del gran cartel que promocionaba el nombre de la aldea. Rubén y Nieves se encontraban maravillados con la belleza que irradiaba aquel pequeño lugar. No imaginaban que pudieran estar rodeados de tanta naturaleza, un frondoso bosque se observa en la lejanía además de unas hermosas playas al otro lado. No pensaban que ambos terminarían enamorados de Karmaland tan solo verla.
— Ahora les presentaré con el resto de héroes y sus doncellas.
El anciano les mostró una cálida sonrisa al mismo momento que de su bolsillo sacaba un extraño aparato que ambos jóvenes jamás habían visto. Ellos utilizaban una extraña tecnología comparada a lo que Rubén y Nieves habían visto. Por parte del moreno en su ciudad se utilizaban un aparato llamado móvil con los que podía comunicarse con las personas de su entorno y también poseyeran uno. Nieves por su lado utilizaban palomas mensajeras eran una comunidad pequeña y que apenas querían relacionarse con el exterior; así que cuando ambos vieron aquello se sorprendieron. Merlon les sonrió y ante la sorpresa y curiosidad que mostraban los rostros contrarios decidió hablarles de ese extraño objeto.
— Se le llama comunicador y lo utilizamos los aldeanos. Sirve tanto para comunicarnos entre nosotros y de avisarnos de si hay algún peligro o alguien necesita ayuda. Además viene con este par de auriculares por si quieren hablar más en privado con alguien. —El hombre les mostraba todo, cómo funcionaba y el uso que le daba. Incluso había llamado a otro aldeano para que fuera más visual su explicación.
Mientras los tres conversaban con preguntas de los dos jóvenes curiosos de lo que aquella aldea podía abarcar, de los peligros que había alrededor y de cómo era la vida allí, una cuarta persona se sumó a la conversación haciendo que Rubén y Nieves se asutaran. El moreno observó al nuevo individuo, un joven con sudadera y que paseaba a un cerdo... ¿Un cerdo? La expresión que Rubén hizo en ese momento con la mirada puesta en el animal consiguió ganarse una carcajada del chico. Nieves por su parte no había tardado ni dos segundos en lanzarse al suelo para acariciar al rosado animal, poniéndole mil motes cariñosos como si lo conociera de toda la vida; la chica había expuesto en segundos su mayor pasión; los animales.
— ¡Oh! ¡Luzu! —El anciano saludó al chico, quien enseguida le devolvió el saludo sin dejar de reír.— Estos son Rubius y Nieves. —Los mencionados saludaron ligeramente, uno intentando ocultar detrás de su gorro oso sus sonrosadas mejillas al ser tan obvio de su ignorancia y la otra por estar con el cerdo jugando.
— Es un placer conocerlos, ya nos habían avisado que llegarían nuevos habitantes. Yo soy Luzu y este pequeño de aquí es Manolo, mi mascota. —Presentó el chico, aunque poco debía hacer puesto que incluso su cerdo estaba encantado con la atención que recibía de la joven e intentaba ver más allá de lo que el otro chico ocultaba detrás de aquel adorable gorro. ¿Un oso? La sonrisa que el de sudadera mostró fue notoria por parte del anciano que enseguida anunció que debía terminar unas cosas para el alcalde y le dejaba al recién llegado la tarea de presentarles a los héroes y las doncellas.
Los tres se despidieron de Merlon. Luzu se aclaró la garganta y volvió a mostrar un rostro inexpresivo, atento a los movimientos que los nuevos habitantes iban hacer.
— ¿Qué son los héroes y doncellas?
Esta vez la que rompió aquel silencio fue Nieves cogiendo en brazos al cerdo Manolo, dejándole unas tiernas caricias por su cabeza; Luzu no tenía ningún problema de que la chica tuviera aquellas confianzas con su mascota.— Los héroes y Doncellas son las personas que protegen al pueblo, los elegidos de los dioses para aventurarse en misiones... Además cumplen con importantes funciones dentro del pueblo. La mayoría de aldeanos son granjeros, mineros, herreros, panaderos... y muy pocos tienen más funciones por eso los héroes y doncellas nos encargamos de llevar otras más importantes o que tengan un gran peso en la comunidad. —Les fue explicando el joven, divertido por las caras que los otros ponían entre sorpresa, emoción y la más notoria de los dos: no se enteraban de una mierda de lo que les explicaba. Y el dueño de esta era ni más ni menos que Rubén.— Además, deben convivir juntos. —Aquello último simplemente lo dijo para que ambos no se sorpendieran si terminaban visitando a uno de ellos y ellas estos se encontraran juntos; una absurda norma que había implementado Karmaland.
Y sin decir nada más se dio la vuelta, saliendo del poblado. Eso les llego a extrañar a los jóvenes ya que imaginaban que vivirían con el resto de ciudadanos de aquel pueblo pero la realidad era otra, cada héroe tenía su casa, apartado del resto de personas por diferentes motivos que tanto Rubén como Nieves terminarían averiguando con el pasar del tiempo en aquel pueblo.
A medida que iban avanzando una gran estructura se iba asomando en el cielo, ganándose la mirada de sorpresa de los chicos y las carcajadas de Luzu. Todos eran así al principio nada más de ver el hogar del primer héroe y doncella, terminaban maravillados e impresionados. Y no era de menos, aquel hombre se había construido una casa flotante en aire ¿cómo era posible eso? Al menos eso pensaba Rubén y que era la hostia; él quería también una casa en el cielo...
— Esta es de Vegetta y Akira, uno de los héroes más importantes. —Comentó Luzu, aunque en su tono de voz se notaba algo de rabia que rápidamente disimuló con una sonrisa.
Ambos chicos asintieron y siguieron al moreno, yendo a la siguiente casa. A medida que iban avanzando sus rostros siempre mostraban la misma expresión de asombro y sorpresa al ver cada casa de los héroes y doncellas del pueblo. La siguiente a visitar fue una enorme casa de árbol, quienes la compartían Willyrex y Kristina. Seguidamente pasaron y rodeando todo el pueblo dos casas blancas se observaban de lejos, una con una enorme cúpula azul y la otra con colores llamativos. Según lo que había explicado Luzu la primera era de un tal Alexby y Amidala y la otra de Fargan y Dulce.
Tanto Rubén como Nieves estaban ansiosos por conocer a los dueños de dichas estructuras, quería conocer a los héroes y doncellas que protegían el poblado pero Luzu comentó que todos ellos se encontraban en misiones y hasta el día siguiente no podían verse.
Los tres siguieron con el recorrido por los alrededores de Karmaland, mostrando entonces una bonita y acogedora casa a pie de playa. Nieves fue la primera en caer enamorada de dicha estructura, tan bonita y bella. Ideal para alguien tan sencilla como ella. Por su parte Rubén la encontró aburrida, después de ver aquellas dos impresionantes estructuras como para que el resto fuera algo más sencillo y normal.
— En esta viven Lolito y Mangel. Son los únicos héroes de Karmaland que no tienen doncellas que los acompañen. —La voz de Luzu se mostró neutral, demasiado para el gusto del moreno y para sorpresa de Nieves, quien hasta ahora hablaba animado del resto como si llevarán mucho tiempo conociéndose y hubieran creado bonitos y fuertes lazos.— Bueno, quedan dos casas más y os dejo instalaros en el pueblo... —Nada más alejarse de aquella casa tan hogareña nuevamente el moreno adquiría el tono alegre de siempre. Rubén quiso preguntar pero por la mirada y el apretón de manos que Nieves le dio, se quedó callado. Era algo que no le incumbía, de momento.
Las dos últimas casas se encontraban relativamente cerca y como les había ocurrido anteriormente, un poco más y a Rubén se le cae la mandíbula de sorpresa. Una enorme casa en forma de tridente estaba frente a él. Era fea pero a la vez tan impresionante que incluso el mayor de ambos la encontraba bonita.
— Esta es de Auron y Mónica. —Habló Luzu, observando con cierto cariño la estructura de la casa. Nieves notó ese brillo en los ojos de su guía y una pequeña sonrisa se formó en sus labios, por otra parte el de la gorra de oso simplemente miraba lo que había detrás de ellos, dejando de lado el hogar tridente para observar anonadado la enorme mansión que de sus paredes caía lava. ¿Lava, en serio? Rubén empezaba alucinar o es que un jodido loco tenía lava en su puñetera pared. Luzu fue consciente de este hecho y nuevamente tras una carcajada se giró, señalando su propio hogar.
ESTÁS LEYENDO
𝐓𝐡𝐞 𝐨𝐭𝐡𝐞𝐫 𝐬𝐢𝐝𝐞 ¦ 𝖱𝗎𝗐𝗂𝗀𝖾𝗍𝗍𝖺 + 𝖥𝖺𝗋𝗀𝖾𝗑𝖻𝗒
Fanfiction¿Quieres vivir mil y una aventuras? ¿Crees en las sirenas y los monstruos? ¿Has querido escapar de tu orgien? ¿Quieres empezar de cero? Son preguntas que constantemente nos hacemos, que nacen de nuestros más profundos deseos. Queremos siempre ser me...