Capítulo 2

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- Un nuevo y extraño trabajo -

Narradora:

- Nos van a matar, Horacio...- Dice Gustabo al lado de uno de los enmascarados.- Teníamos que haber comprado las armas pero el señor Horacio pensó que era mejor ir primero a comprar ropa.

- Mira el lado positivo, moriremos, pero con estilo.- Dice Horacio.

- Te mato, yo te mato, si no lo hacen estos lo hago yo si salimos vivos de aquí.- Dice Gustabo.

-¿Qué habrá sido de Segismundo, Rogelio, Trujillo y Johnny?- Dice Horacio.

- ¡No es momento para pensar en eso ahora!

- Cerrar la puta boca.- Dice uno de los enmascarados sacando de la furgoneta a los dos chicos.- Andando.

Ambos chicos salieron de la furgoneta, estaban atados y no podían hacer nada para escapar.

- ¿De verdad crees que son estos? No nos habremos equivocado, ¿No?- Dice un enmascarado a su compañero.

- No me jodas, deben de ser estos sí o sí. Los hemos estado siguiendo.- Le contesta su compañero.

- Os estamos escuchando, aprender a su susurrar.- Dice Gustabo.

- ¡Cierra la puta boca!- Dice de nuevo el mismo enmascarado que formuló las preguntas anteriormente, sus palabras fueron acompañadas de un golpe no muy fuerte en la cabeza de Gustabo, no muy fuerte pero que dolió.

Caminaron bastante, hasta por fin llegar a un lugar en medio de la nada en el que solo habían más enmascarados.

- Jefe, aquí los tiene, como usted pidió.- Dice el enmascarado que llevaba a Horacio.

El enmascarado que parecía ser el 'jefe' de sus secuestradores, bebió de un vaso de agua que llevaba en la mano, pasó su lengua por sus labios ya no secos y habló.

- Bien...- Se acercó para verlos más de cerca y cogió a Horacio del mentón.- ¿Te pones sombra de ojos?- Dice preguntándole a Horacio, quedando a escasos centímetros de la cara de él.

- Sí, ¿Acaso no puedo?- Dice Horacio molestándose por su comentario.

- Haz lo que quieras.- Dice soltando a Horacio y ahora agarrando a Gustabo.- Se nota que eres rubio teñido...

- Joder quita.- Dice Gustabo tratando de apartar su cara de la de él.

El enmascarado se alejó de él y volvió donde estaba, se quedó en silencio y habló de nuevo.

- Matarlos, me son inservibles.

- ¿Seguro, jefe?- Dice el enmascarado que llevaba a Horacio.

- ¡No nos puede matar!- Dice gritando Gustabo al oír las palabras del jefe.

- ¿Ah sí? ¿Por qué no puedo?- Dice el enmascarado fijando su mirada en Gustabo.

- ¡Pues porque...!- Ninguna excusa apareció por la mente de Gustabo.- Mierda...- Dice susurrando su última palabra.

- ¿Vas a decirme el por qué?- Dice el enmascarado comenzando a aburrirse de la conversación que mantenía con Gustabo.

- Escúcheme señor enmascarado, le prometo que si nos deja libre, yo y Horacio haremos lo que haga falta.- Dice Gustabo tratando de convencerlo.

- Incluso, ¿Trabajaríais para mí?

Horacio y Gustabo se miraron, y luego volvieron a mirar al enmascarado.

- Sí, lo haremos.- Dijeron a la vez.

- ¿En serio?

- Sí, díganos, ¿Qué debemos hacer?- Decía Gustabo.

- Quiero información sobre el cuerpo nacional de policía, quiénes son los agentes, quién manda, nombres, edades, rango, lo quiero todo.- Responde el enmascarado.

- Eso es mucho... ¿Nosotros qué sacamos con este trabajo?- Dice Gustabo.

- Gustabo, cállate, con conservar nuestras vidas es suficiente.- Dice Horacio susurrándole a Gustabo.

- Cállate Horacio.- Le dice Gustabo.

- Protección, dinero, un apartamento el cual yo pagaré y también os dejo vivir, con eso tienes más que suficiente.- Dice el enmascarado.

- Wow...- Dice Gustabo.

- ¿Hay trato?- Dice el enmascarado.

- Sí.- Dice sonriendo Gustabo.

- Pero... siempre hay un pero. Si me falláis, iremos a por vosotros dos, no quiero topos.

- No te preocupes, nosotros nos encargamos.

- No me tutees. 

- Está bien. No se preocupe.

Infiltrado || Intenabo ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora