Capítulo 4

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- Familia -

Se me olvidó decir que en esta historia Conway todavía tiene a sus hijos y esposa con vida, sus hijos se llaman Daniel y Maty, sus edades son de 7 y 9 años, no si en su rol esas sean sus edades, por eso me las he inventado, y su esposa en esta historia tendrá 34 años, de nuevo vuelvo a decir que estos datos son solo en esta historia. También los agentes caídos en esta historia están vivos, sin nada más que decir, disfruten.

Narradora:

- Ya estoy en casa...- Decía Conway entrando dentro de su casa cansado por el día de trabajo que había tenido.

- ¡Papá!- Dos niños de 7 y 9 años salieron de su habitación corriendo para ir a abrazar a su padre que acababa de llegar a casa.

- ¡Mis campeones!- Dice Conway dejando en el suelo las armas que llevaba y cogiendo en brazos a sus hijos.- ¿Cómo habéis estado? ¿Os habéis portado bien?- Dice dándoles besos en las mejillas.

- ¡Bien! ¡Hemos jugado juntos!- Dice el hijo menor de Conway cuyo nombre es Daniel.

- ¡Hemos jugado a que éramos policías!- Dice Maty ilusionado.

- ¿En serio?- Dice su padre haciéndose el sorprendido.- Es muy peligroso ser policía eh.

- ¿Has tenido que detener a alguien hoy?- Dice Maty, le gustaba que su padre le contara las historias que vivía en el trabajo, llenas de acción.

- La verdadera pregunta es; ¿Quieres que te lo cuente?- Dice Conway mirando a Maty sonriendo y poniendo voz de miedo con intención de asustar un poco a sus hijos.

- ¡Sí!

- ¡Yo también quiero saberlo!- Dice Daniel.

- Pues os lo contaré...- Dice empezando a hablar con voz medio tenebrosa para dar algo de miedo.- Estaba yo en...- Pero antes de que empezará su historia, su mujer vino y le interrumpió.

- No les metas miedo a los niños.- Dice ella secándose las manos y dándole un beso a su marido.- Chicos, ir a jugar, papá estará cansado.- Los niños se fueron a jugar al cuarto de Maty, mientras que los padres de los chicos se sentaron en el sofá a hablar.- ¿Qué tal tu día?

- Bien, pero ahora iba a contárselo a los niños, pero no me has dejado.- Dice sirviéndose un vaso de agua con la jarra que había en la mesa.

- Exageras tus historias.- Dice ella sonriendo.

- Es para darle más emoción, la realidad de ser policía es mucho papeleo.- Dice bebiendo agua, su mujer suspiró y volvió a hablar.

- ¿Ya descubriste el asesino del muelle? Bueno, así le dices tú.- Dice ella mirando a su marido.

- Sí, sí... Pero tenemos que volver a hablar con tres de los que fueron sospechosos, temas de trabajo.- Dice dejando el vaso en la mesa y mirando otra vez a su mujer.- El chico que murió era un drogadicto que debía dinero, y fue asesinado en un callejón, y luego llevaron el cadáver a un muelle y lo dejaron ahí abandonado.

- ¿Quién lo mató?- Dice su mujer, a ella también le interesaba los casos así que tenía su marido.

- Lo mató un chico al que le debía dinero, que fue el mismo que puso la denuncia y descubrió el cadáver, llamó para no levantar sospechas.

- ¿Cuál fue el arma que uso para asesinarlo?- Vuelve a preguntar su mujer.

- Una navaja de bolsillo.

- ¿Cómo sabes que él fue el asesino?

- Mucha investigación, y muchas preguntas haces tú hoy.- Dice Conway sonriendo, le gustaba que le preguntaran sobre su trabajo y a él le gustaba decirle a su familia los casos que había tenido.

- O venga, si te gusta contarme ese tipo de cosas, no te hagas de rogar.- Su marido rió.- Ay, de verdad, vamos a cenar anda.

- Está bien, por cierto, la cena la semana que viene la hago yo, vendré temprano y la haré yo y me quedaré con los niños.- Dice él.- No quiero que pienses que soy un machista o algo.

- No lo eres, pero tienes mucho trabajo, no es una molestia, anda, levanta y vamos a cenar.

Se levantaron los dos y mientras su mujer terminaba de hacer la cena, él puso la mesa con ayuda de sus hijos, y mientras cenaban los cuatro, Conway contaba sus historias exageradas según su esposa.

Infiltrado || Intenabo ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora