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—Hola Hani. —saludo en voz baja Jungkook, se sentía nervioso y sus manos sudando se lo demostraban. Aún era muy temprano y faltaba aún mucho para que las clases empezarán. Y como ya se estaba haciendo costumbre, Jungkook fue en busca de Hana por una nueva oportunidad.

La encontro en su casillero pero Hana le pidió que fuesen a un lugar más solitario donde nadie pudiera observarlos y el accedió. De todas maneras  eso no era nada nuevo, por que cuando estaban de novios Hana siempre le decía que no quería que nadie se enterara de su relación y él estuvo de acuerdo hasta cierto punto, pero no sabía exactamente el por que. Y bueno ahora ahí estaban, en su lugar secreto, ahí donde nadie los viera.

Hana soltó un suspiro, molesta, lo que se noto en su tono de voz. —Te dije que no me volvieras a dirigirme la palabra, estas siendo muy molesto Jungkook. —lo miro de manera severa, como nunca lo había hecho con Jungkook.

—Por favor... —rogó el pelinegro, para que le diera una oportunidad, y de su mochila saco una cajita pequeña decorada con un moño, se la extendió a Hana para que lo aceptara en disculpa y rogando para que no lo rechazara.

Hana en cambio cruzó los brazos —Unos chocolates? —pregunto indiferente y tal vez hasta un poco asqueada. Mientras Jungkook aún tenía la mano extendida.—la semana pasada, fueron globos, cartas, el día de ayer fue una Rosa  y ahora unos jodidos chocolates? Jungkook, ¿tu quieres que engorde?

—No!. Pero pensé que.—Jungkook bajo la cajita rápido y deseperado en cuanto escucho aquella pregunta. Claro que no, Jungkook no le había ofrecido los chocolates con esa intención.

—Esto—señalo Hana hacia la cajita que Jungkook tenía en manos—esto solo engorda. Adiós Jungkook. —dicho aquello se dio la vuelta para irse de allí, pero la voz de Jungkook la obligó a detenerse.

—Aun no vas a perdonarme por algo que yo no hize? —cuestiono el pelinegro con la mirada hacia el piso, y enfatizó muy bien la última parte. Estaba intentando de todo pero la respuesta siempre era negativa y él se estaba cansando.

—Que tu no hiciste? —inquirio más que molesta —Jungkook, no sólo me engañaste, si nos que ahora me entero de que tu noviecito esta aquí en este Instituto estudiando. —le dijo con voz dura y el ceño fruncido.

Jungkook levanto la mirada al escucharla y quizo aclararlo aquella situación antes de que Hana lo malinterpretara.—Eso.. — pero Hana no lo dejó hablar y solo continuo.

—Y por si eso no fuera poco, esta en tu clase y encima se que comparten pupitre. Genial Jungkook, genial. — dijo con evidente sarcasmo.

—Eso es una equivocación yo no sabía que ingresaría a estudiar aquí y peor todo lo demás.— se excusó de inmediato Jungkook; no es posible que Hana estuviera entendiendo mal aquello, y si no explicaba eso ahora, seguro Hana terminaría pensando mal y  luego no quisiera perdonarlo.

Hana hizo una mueca sin creerle ni una palabra, o bueno si le creía pero no quería adminitirlo.—Mis amigas me contaron el show que armaron ayer y como caminaban juntos tomados de la mano como una perfecta parejita.—le conto. Observando como Jungkook se desesperada más.

Jungkook se rindió ya estaba cansado de dar explicaciónes y lo peor era que esto último no lo podía negar, lamentablemente—¿Que debo hacer para que me creas? . — pregunto en cambio, como último recurso.

—Nada, Jungkook, no tienes que hacer nada—contestó Hana, con una disimulada tranquilidad e indiferencia—ve con tu parejita que te debe estar esperandote con una jodida sonrisa. — sus palabras aunque sonarán tranquilas, también sonaban recelosas en contra del castaño. —Sabes?... La semana pasada estuve reconsiderando perdonarte. Pero, lo de ayer solo lo confirmó.

Solo era una bromita [~kookv~]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora