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—Jungkook. —se oyó el llamado de una voz suave.

Jungkook conocía perfectamente aquella voz y levanto la vista de golpe. Hana estaba parada en frente de él. La impresión fue tan grande que el pelinegro se preguntó si esto realmente estaba pasando, Hana no había querido siquiera dirigirle la palabra ¿y ahora estaba aqui?

—Hana? —pregunto en un murmullo, como si estuviera comprobando si esto era un espejismo o era la realidad.

—Uhum, es repentino verdad?. —musito Hana desviando un poco la mirada. Parecía un poco avergonzada.

Jungkook asintió afirmativamente dándole toda la razón. Y luego habló con voz cautelosa. —Sinceramente no pensé que volverías a hablarme. —dijo honestamente pero increíblemente feliz por dentro.

Hana hizo una mueca con los labios, si por ella fuera nunca lo nuera hecho pero... Sus actividades no se realizaban solas y necesitaba la ayuda de Jungkook. Y esta vez tenía que hacer su mejor actuación para tenerlo de nuevo en el bolsillo y accesible.—Solo estaba molesta, hasta yo me siento extraña por estar aquí así de la nada. —luego de ello lució aún más nerviosa.

Jungkook quedó casi perdido con la vista que tenía al frente. Pero luego irremediablemente su mirada y sus oídos se dirigieron hacia su alrededor, sus compañeros los estaban viendo atentamente en un vano intento de parecer como si no estuvieran haciéndolo. A Hana nunca le había gustado que los demás los viesen juntos y siempre le recalcaba que solo podían verse en aquel lugar escondido.

Jungkook preocupado volvió su mirada hacia Hana y habló. —Si, eh... No te incómoda que te vean conmigo?. —inquirió.

Hana se fijó en los demás y en su mirada aparecio una chispa de arrogancia, claro que esto no lo noto Jungkook. —Eso también, pero... No es tan raro o si, además que importa. —dijo indiferentemente.

La sorpresa y perplejidad se extendió por todo el rostro del pelinegro. Era sorprendente y nada creíble lo que estaba pasando. Pero una duda seguía en la mente de Jungkook:¿con que intención Hana vino aquí.?

Con voz precavida y como si no quisiera que el espejismo que estaba pasando desaparezca, dijo.—Sigues enfadada conmigo? , yo hable con Taehyung por lo que me dijiste. —se excusó inmediatamente, sin terminar.

—Y no lo aceptó verdad? —interrumpió Hana casi queriendo rodar los ojos con fastidio. Desde que esa personita apareció delante de ellos todo se había ido en bajada, y aunque al principio si estaba feliz por ello, ahora ya no podía decir lo mismo.

—No lo aceptó. —afirmó Jungkook, en su mente maldiciendo al castaño, pero tampoco podía obligarlo. Cada vez que salía el tema Taehyung se mostraba reacio a seguir hablando de aquello y hasta a veces había veces en que no volvía a hablar tan seguido y solo decía oraciones cortas.

—esta bien, yo te creo — dijo Hana, captando toda la atención de Jungkook fe nuevo en su persona. —creo que exagere un poco al romper contigo de esa manera sin antes escucharte.

—Encerio?!.—exclamó Jungkook increíblemente esperanzado y emocionado. Las miradas se volvieron todas hacia él ya sin el intento de disimular.

Hana sonrió para sus adentros, aun tenía a Jungkook en la palma de la mano. Ella estaba planeando esperar un poco más, pero ahora aprovecharía la ocasión. —Claro, solo si tú también estas de acuerdo en que el que tuvo la culpa fue Taehyung. —acusó.

Toda aquella emoción que Jungkook sintio antes fue apartada de él al escuchar aquello. Parpadeo dos veces bajando la mirada hacia la superficie plana de la mesa.—Él... Él solo estaba ebrio ese día, no recuerda lo que hizo. —defendió.

Solo era una bromita [~kookv~]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora