Game Over (sumo jeff)

◇Cap. 10

◇Cap. 10

Jeff miró su móvil por décima vez en el día. Aún Sumo no le escribía nada «¡maldición!», pensó.

En realidad, estaba algo molesto, 

¿Cómo era posible que no le mandara ni un maldito mensaje ni un día? En serio eso lo tenía enojado, aunque se preguntaba ¿con qué derecho? Si no eran nada.

—Ya vámonos a casa —Le dijo Clarence con la mochila al hombro.

—Si.

Ambos salieron del salón de clases y comenzaron a avanzar a paso lento.

—¿Estas esperando que alguien te llame o algo? —Le preguntó su amigo. Había sido inevitable notar como el castaño se la había pasado mirando su móvil durante toda la clase.

—N-No. Es solo que mi mamá me iba a llamar, siempre lo hace, aunque nos veamos en un rato —Mintió. Tenía ganas de decirle lo que le estaba ocurriendo al rubio, pero le daba un poco de miedo, él no era de los que mostraban tan fácil sus emociones.

—Oh cielos, Sue es tan buena mamá.

—Oye no la llames con tanta confianza.

Clarence rio por esto. Le decía así porque sabía que le molestaría a Jeff.

—Tengo una idea ¿Quieres que veamos a Sumo hoy día?

—¿Q-Qué? ¿Por qué me preguntas eso? —Dijo nervioso.

—Ohm, ¿porque somos amigos? —Clarence lo miró con los ojos iluminados y una sonrisa boba.

Jeff se quiso golpear el rostro. ¿Había sonado muy raro? ¡Claro que era normal que los tres se vieran! Si siempre lo hacían.

—¿Entonces vamos a buscarlo a su casa? —Habló animado.

El castaño no sentía del todo cómodo con eso, porque pensaba que quizás Sumo pensaría que era un insistente. Pero si se negaba, Clarence le haría muchas preguntas sobre por qué no.

—Está bien, vamos.

—¡Si! —Celebró —Podríamos ir a jugar video juegos.

Doblaron en una de las esquinas que daban al corredor siguiente. Enseguida el cuerpo de Jeff chocó con el de alguien más, estrellándose y haciendo que ambos cayeran al piso. Una risa y un cuerpo sobre él fue lo que sintió. 

Los ojos azules y sonrientes de Noah fue lo primero que vió al abrir sus ojos. Sintió como su cara se sonrojaba, justo con quien no quería encontrarse.

—¿Estás bien? lo siento —dijo con diversión Evans. Se le hacía graciosa la situación.

—S-Si, lo estoy —respondió perdiéndose por unos segundos en aquel rostro. Era muy guapo. No había dudas. Como si el tiempo fuera mas lento, observó con detención sus facciones. La nariz recta, las pestañas negras, y sus labios carnosos hicieron que de pronto se agitara.

—¡Maestro Evans! ¿está bien? —preguntó chillona una de las chicas que lo acompañaban constantemente por la escuela. 

—Si, no pasa, nada. Fue chistoso —soltó con simpleza mientras era ayudado por ahora uno de los chicos de su sequito.

—Amigo, ese fue un gran golpe —habló Clarence ayudándolo a levantarse, mientras Jeff sacudía su ropa. No le gustaba tener polvo.

—Oh, permítame ayudarle señor Randell —Noah peinó con cuidado los cabellos de Jeffrey, causándo que todos sus seguidores quedaran boquiabiertos. Los ojos de Jeff se ampliaron, su cuerpo se tensó por el contacto. Se sentía nervioso.