El cielo reflejaba tristeza, era un día muy nublado, pareciese que cualquier momento una gran tormenta caería sobre nosotros. El aire era frío, demasiado, todos utilizabamos abrigos para mantenernos a una mejor temperatura.
Muchas rosas blancas cayeron sobre su ataúd, lentamente aquélla caja de madera descendió hasta tocar el frío suelo, después lentamente la comenzaron a cubrir con tierra.
El ambiente en el cementerio al igual que el clima estaba demasiado frío, mi madre había pasado toda la noche entera sin poder dormir, aquéllas ojeras ahora se le marcaban en su rostro. Todos estábamos tristes, a todos nos dolía la muerte de una persona tan joven, más siendo de nuestra familia.
— Pensé que vendrían más personas...— Dijo mi padre en voz baja.
De los cientos de amigos que Ren tenía, solo 6 se habían presentado en el cementerio.
— A ésto me refería cuándo te decía que yo tenía a las personas necesarias en mi vida— Respondí igualmente en voz baja, mi padre asintió con la cabeza.
¿De qué sirve conocer a tantas personas, si cuándo más las necesitas no están ahí para ti? Nunca me cansaré de decir que tengo pocos amigos, pero realmente son los suficientes, los necesarios, los que siempre estarán ahí en las buenas y en las malas. Mi hermano había sido una persona muy social pero creo que hasta él sabía que aquéllas personas no eran realmente sus amigos. Solo eran unos simples conocidos.
— Te extrañaré demasiado...— Pronuncié dejando escapar una lágrima.
Ren era el chico que siempre se había preocupado por su familia, hacía lo posible para evitar los problemas e incluso hacía cosas que no le gustaban para hacer sentir orgulloso a nuestro padre. Apesar de ser muy diferente a nuestra madre y no compartir algunas de sus opiniones, éste siempre la quiso y le demostró todo su amor hasta el final.
— Mi hijo...— Dijo mi madre apunto de llorar.
— Tranquila mamá— Respondí colocando mi mano sobre su hombro como gesto de consolación— Mantén tu sonrisa.
A todos nos dolía la muerte de Ren, por eso estábamos ahí, despidiéndonos de él con una sonrisa, a Ren no le hubiese gustado vernos con caras tristes a ninguno de nosotros, porque él estando con vida hizo lo posible para evitar que nuestras lágrimas cayeran, por eso todos hicimos un gran esfuerzo para no llorar y sonreír.
— Hermano, descansa en paz...
Después del entierro, Zack nos llevó a Matt y a mi hasta el aeropuerto de la ciudad. Al llegar le ayudé a Matt con el equipaje, por suerte habíamos llegado justo a tiempo para su vuelo.
— Muchas gracias Adrián, por acompañarme hasta aquí— Dijo Matt sonriendo.
— Tranquilo para eso estamos los amigos— Respondí con voz ronca debido al maltrato que había sufrido mi garganta por haber llorado demasiado durante la noche.
— ¿Estarás bien?... Me preocupas por las situaciones que estás atravesando.
— Si estaré bien— Respondí— Cada vez la vida me coloca nuevos obstáculos, éste es solo uno más del montón. Sé que Ren estaría orgulloso de mi al ver me mantengo fuerte ante éste tipo de situaciones.
— Me alegra mucho saber eso— Respondió Matt.
—¿Y tú? ¿Estarás bien? Siendo sincero, nunca te vi convencido de ir a Europa.
Matt cerró sus ojos y suspiró con calma.
—¿Ocurre algo?— Le pregunté.
— Adrián... Antes de irme, tengo que decirte algo— Comentó de pronto el castaño.
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Friends: Amigos Por Diversión [✓]
JugendliteraturAdrián es un chico de 17 años que vive en la ciudad con su padre y su hermano mayor. Es un chico tranquilo y de pocos amigos. Desde pequeño su vida se ha basado en una burbuja imaginaria, dónde el chico desde adentro mantiene el control de las cosa...