⚡Capítulo 40: Ángel Caído

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¿Que había hecho para merecer todo ésto?

Actualmente estaba en los asientos de atrás del auto de Zack, estaba acostado sin pronunciar ninguna palabra, Zack manejaba a toda prisa hacia el hospital, él aveces miraba hacia atrás y me decía que todo estaría bien para calmar mis nervios.

Sin duda todo éste sufrimiento no me lo merecía, hace poco, era un simple adolescente, tímido, cortante, el cuál no tenía la mejor relación con su padre, pero no le importaba, seguía siendo el mismo y el seguía estando a mi lado. Seguía leyendo mangas, seguía viendo series, seguía sin importarme las fiestas y seguía sin importarme si socializaba o no con los demás. En el fondo sabía que tenía las personas necesarias que siempre estarían ahí para mí: Mi mejor amiga Samantha, mi vecino Matt, mi primo Maikel y mi hermano Ren, pero para ese tiempo no sabía que podía contar con Ren. Esos eran todos los amigos que me importaban ¿No? Sin contar a mi madre, claro, la cuál siempre se preocupó por mi y en éste momento es inocente de todo lo que me ocurrió.

Cuánto me arrepiento de no haberla llamado.

Llegamos al hospital, Zack me envolvió en su abrigo y me cargó en su espalda, caminó con bastante velocidad hasta entrar al hospital.

— Por favor enfermera, mi amigo necesita atención, está muy grave y sigue sangrando.

No pude observar ningúna de sus reacciones, mi vista se tornaba borrosa por momentos, solo sentía como Zack caminaba por un largo pasillo, hasta entrar en una habitación.

Me acostaron en una cama, sentía que habían más personas en la habitación, alrededor de unas cuatro.

— ¿Que le ocurrió?— Preguntó una voz masculina.

— Estábamos en una fiesta, el decidió irse a su casa y unos sujetos lo golpearon y lo subieron a un auto— La voz de Zack se escuchaba cortada cómo si estuviera a punto de llorar— Yo presencié todo doctor, me subí rápidamente a mi auto para seguir el rastro de el otro vehículo pero cuándo llegué al lugar él ya se encontraba en esas condiciones, no sé que le pudieron hacer.

— ¿Familiares?— Preguntó el doctor mientras se movía a otro lado de la habitación.

— Si, ya están al tanto, los he llamado para darles la noticia, pero ellos no se encuentran aquí, están de viaje— Mintió Zack.

— Entiendo ¿Que relación tiene usted con el paciente?

— Es mi novio.

Todo había cambiado cuando conocí a Zack esa noche del cumpleaños de mi papá. Mi papá me lo presentó inocentemente, no sabía nada de la sexualidad del chico, gracias a la conversación que Zack tuvo con Connor por teléfono esa noche yo ya sabía de su sexualidad. Aún así no me interesó, para nada, si no hubiese ingerido tanto ponche esa noche, no hubiese ocurrido nada con Zack.

Mi vida seguiría siendo igual que antes.

Ardía, me dolía mucho, me quejaba y se escuchaba en la habitación, las enfermeras me estaban curando las heridas, retiraban las pequeñas estacas que se habían incrustado en mi cuerpo, mi cuerpo estaba todo herido y lastimado.

Después de limpiarme envolvieron las zonas más afectadas con un vendaje, dónde más me envolvieron fué alrededor de mi cabeza, el golpe que me había dado había sido algo grave, el doctor hizo una prueba de rayos x, por suerte mi cráneo estaba bien, pero en palabras del doctor: "Un poco más y su cráneo se hubiera fracturado causándole la muerte"

Cuando terminaron de limpiar mis heridas y de envolverlas, me dieron la orden de descansar, no salir más de mi casa, por lo menos por un mes.

—¿Dónde vive tu madre? Te llevaré a su casa— Preguntó Zack mientras conducía.

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