Capitulo III

245 28 8
                                    

Se vio a si mismo siguiendo con la mirada a la mujer que revoloteaba de un lado a otro en aquella oficina arreglando documentos y confirmando reuniones a través del teléfono celular de la compañía.

Un mes había pasado. Y se sorprendió de la facilidad con la que podia trabajar junto a aquella mujer de cabello azabache.

-Tiene reunión a las 7:00 a.m mañana. El señor Naraku llamó hace un momento para confirmar la asistencia del presidente Bankotsu y el socio mayoritario Koga Inubaru. Por la tarde debe realizar una entrevista con el periódico Asahime y la reportera Kagura tiene un horario apretado, sera a las 4 de la tarde.

-×-×-×-×-

Tomó la tableta digital entre su mano izquierda mientras ajustaba la intencidad de la entrada del sol por la ventana con la otra. Aquella nueva cortina camuflajeada que recien habian instalado el dia anterior en la oficina de Sesshomaru llevaba casi 2 horas incordiando su mente. Estaba incomoda porque entraba demasiada luz y sabia perfectamente que a su jefe le agradaba mas estar en un ambiente con luz mas tenue. No queria ser regañada.

Eran poco mas de las 5 de la tarde. Estaba cansada pero aun asi debia esperar a que dieran las 9 para poder ir a casa. De hecho, tenia un horario bastante flexible y descansaba el fin de semana. No se quejaba de aquello, pero los tacones la estaban matando.

El Daiyõkai de cabellos plata entro a la oficina con paso sereno mientras ella tecleaba el ultimo reporte en la computadora. Pese a que las finanzas eran más el ambito de Shipõ (Un agradable joven kitsune que habia conocido en el comedor algunas semanas atras) Eran parte de su responsabilidad. Claro, ella no arreglaba nada del area de contaduria. Simplemente acomodaba recibos y depositos de paga por fechas y ayudaba a tabular la paga de los empleados en aquel momento, los viernes solian ser el dia mas cansado de la semana por aquellas cuestiones.

Dedico un saludo con la cabeza a su jefe y continuó con lo suyo.

Sesshomaru arqueo una ceja pero no dijo palabra alguna. Tampoco es como si realmente le importara que su asistente le saludara efusivamente. Y por el tiempo que tenia conociendo a la mikõ, sabia que no actuaba de aquella manera. Aunque no paso desapercibido uno que otro ataque de furia en ciertos momentos hacia su persona. Bien camuflados, por cierto.

Comenzaba a generar un gusto por ver a esa mujer crispar de nervios cuando ponia en sus manos mas tareas de las que podia cumplir. Pero ella habia demostrado ser eficiente y bastante productiva pese a ser aún una estudiante con escasa edad a comparativa de la suya.

No iba a admitir aquello, por supuesto.

- Nos vemos el lunes. - Escucho decir a Kagome, casi por abrir la puerta de la oficina mientras el tecleaba en su portatil.
Sesshomaru asintió sabiendo que su asistente sabria sobre aquel leve movimiento y lo tomaria como despedida.

La fragancia de Vainilla y coco quedo flotando en la oficina. Y pese a ser un olor empalagoso, no molestaba en absoluto el olfato de Sesshomaru.

-×-×-×-×-

- Esa chica cayó del cielo. Estoy casi segura que fue mandada para callar mis plegarias. - Mencionó Rin mientras cepillaba su cabello frente al espejo.

Kana, su mejor amiga de la infancia la observó con curiosidad. - Puedo asegurarte que no tuvo que ver con plegarias. - Comenzó misteriosa. - Todo en este mundo sucede por una razón.  Si ella, quien es muy parecida  a ti, apareció justo cuando mas lo deseabas, no puede ser coincidencia.

Rin observó a su amiga a través del reflejo del espejo. La hanyoū de cabello blanco le sonrio.

- Puede ser tu oportunidad para alejarte de Sesshomaru. Es lo que has querido hacer por años, desde que lo conociste. Básicamente. 

Rin solto una risa ligera. - No fue desde que lo conocí Kana. Al principio estaba locamente enamorada de el, lo sabes. Justo como lo estas tu de tu primo.

Kana se sonrojo tras la mencion de Naraku.

Rin continuó.  - Simplemente el encanto pasó cuando cumpli 16.

- Cuando conociste a Kohaku, mas bien.

- ¡Oh! Calla...-

Kana siguió. - Sabes que lo que digo es cierto. Llevas enamorada de el diez años. Dime que eso no es amor.

Rin desvío la mirada de los ojos negros de su amiga. Kana tenia razón.

- Simplemente quiero que Sesshomaru sea quien me abandone. Asi mi familia no tendria repercuciones.

- Si la chica que contrataste es verdaderamente como piensas. Seguro te ayudara a sacartelo de encima. Aunque no lo sepa, ayuda a una gran causa.- Menguo Kana.

Rin bajo la vista a sus rodillas. - Se que es egoista. Desde niña se me dijo que seria la pareja de Lord Sesshomaru. Que tendria que ser yo quien le diese un heredero. Pero no quiero eso para mi vida. Es decir... - levanto la vista. - permanecer joven y hermosa es muy importante para cualquier mujer. Pero aunque me repito eso mil veces. En verdad desearia solo una vida comun con quien yo decida, aunque eso implique morir y envejecer.

Kana suspiró.  Su amiga tenia muchos problemas.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jun 23, 2020 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

InstintoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora