Encubiertos

3. - Intercambio de información.

"Hay ocasiones en las cuales no te puedo ver a los ojos. -"

Disfruten.

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Los minutos pasaban extremadamente lentos en la cabeza de Emilio; mantener su rostro estoico, su mirada fría y distante, así como su cuerpo relajado e indiferente, le estaba costando cada vez más. Joaquín parecía muy entretenido mirándolo fijamente; sonriendo de medio lado en ocasiones, texteando animadamente en su teléfono otras tantas, la situación se estaba volviendo incómoda para él cada segundo que pasaba encerrado en esa habitación.

- ¿Quieres una foto? Duran más. - Dijo con su usual tono desprovisto de emoción, mientras ocultaba su nerviosismo. - Si; eso sería de mucha utilidad para serte sincero, primero ponte de perfil y luego de frente, ¿va? ...- Emilio sudo aún más cuando Joaquín lo enfoco con la cámara de su teléfono, esperando a que se acomodara.

- ¿Porque te me quedas mirando así? acomódate, Osorio, no tenemos todo el día, ya casi se acaban las 3 horas y no hemos avanzado nada. - Le respondió con algo de fastidio en su voz, pero se veía que se esforzaba por controlarse. - No voy a dejar que me tomes una foto, no sé qué mañas tengas y no hemos avanzado nada por tu puta culpa. - Escuchó un suspiro de resignación viniendo de Bondoni, pero no replicó.

Increíblemente se levantó de su lugar; tomó una silla que colocó de espaldas hacia él, para después sentarse a unos 15 cm de su cuerpo, el nerviosismo se incrementó cuando Joaco lo miró con intensidad en sus preciosos ojos color caramelo. - Perdón, ¿Ok? No debí decir que no te bañas, más si yo fui el que dije que debíamos ser profesionales y llevarnos bien por la misión, pero ¿oye? tu siempre entrenas aquí pero nunca usas las duchas. - Emilio se quedó perplejo un par de segundos antes de reaccionar, pues se había perdido en su belleza.

-Lo dices como si yo tuviese la culpa de tu pregunta idiota; no me gusta usar las duchas, me siento más cómodo en mi casa, así puedo relajarme y tomarme el tiempo necesario para asearme. Además, ¿a ti que te importa si me baño aquí o no? - Joaquín lo miró serio durante unos segundos, ante de sonreír maliciosamente, como un niño travieso que se enorgullece de ello.

- ¿Es por tu micropene? Qué importa si parece una espinilla inflamada, que eso no te detenga machote, sé que hay muchas nenorras allá afuera que se conformarían con un oral, si te pones desodorante no te ves tan mal. Y mientras no se te acabe la lengua no hay problema. - Emilio resoplo por el comentario de Joaquín, negando con la cabeza y susurrando sin querer.

-De verdad no sé porque me gustas tanto... - Emilio rápidamente giró la cabeza hacía donde estaba la razón de sus desvelos, solo para ver como texteaba algo en su teléfono, sin ponerle mucha atención. - Disculpa, ¿dijiste algo? Me llego un mensaje, pero bueno, dejando de lado mi broma sobre tu micropene, de verdad quiero llevar la fiesta en paz, pero tú eres muy osco. Neta que no sé cómo tratarte, todo parece molestarte, parece que tienes un palo metido en el ano. - Se relajo al saber que no lo había escuchado, pero el tono y la cara preocupada de Joaquín lo hicieron sentir mal.

- ¿Te caigo mal? Si es así... pues no puedo hacer nada, pero no tienes por qué tomar esa actitud con todo mundo solo por mí, de verdad quiero que esto salga bien. Así que pondré todo de mi parte para no molestarte o, por lo menos de no hacerlo mucho, porque pues así soy yo, hablo mucho y hago chistes de todo, y aja... - Como un acto de reflejo de su cuerpo, Emilio tomó la mano de Joaquín para que le prestara atención.

-No... no es eso yo... es solo que, bueno... soy realmente malo con las palabras, ya sabes, se me da mal expresarme y eso. Pero no me caes mal, es solo que no sé cómo tratarte...- Agacho su mirada con algo de vergüenza, al desconocer la reacción de la persona que tanto amaba, su corazón latía con fuerza, esperaba una burla, contrario a esto Joaquín suspiro.