5. - Aprendiendo a convivir.

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"Me gustaria verte al acostarte y más al despertar. - "

Disfruten.

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-Así que... ¿te vas a mudar con Joaco? - Dijo Emmanuel con tono misterioso mientras sostenía una botella de cerveza a medio tomar, mirando de manera burlesca al objeto de sus bromas. - ¿Es neta? De todo lo que te conté, ¿es lo único que escuchaste? A veces me cuestiono nuestra amistad. - Le respondió Emilio, claramente indignado, mientras masticaba con más ahínco del que requería un pedazo de carne.

- ¿Oye? No te hagas el digno conmigo, he aguantado toda tu mierda autocompasiva todos estos años, así que vete a la verga, tengo derecho a seleccionar que escuchar y que no de toda la basura que dices. Y la parte donde dices que te mudaras con Joaco es por mucho lo más interesante, eso y la parte donde ambos se conectaron de manera extraña. - Le reviró Emmanuel mientras le apuntaba con un dedo, pellizcando su comida.

-Como sea, eso no quita que eres un hijo de puta textos. - Le respondió Emilio para después darle un trago a su cerveza bien fría. - Si, si, lo que sea, mejor dime, ¿cómo te sientes con esa noticia de que tendrás que vivir con tu amorsote? ¡jejejeje! - Emmanuel preguntó con malicia, riendo entre dientes por la cara de pocos amigos de su compañero y amigo.

Para su sorpresa; Emilio no se quejó de su pregunta o de su risa burlona, solo suspiro pesadamente, dejando caer su cabeza contra la mesa de madera, en un golpe seco que hasta a él le dolió. - Yo... no sé cómo sentirme, es decir, es como un sueño hecho realidad, durante años imagine el cómo sería tener una relación y vivir con él, como una pareja feliz. Pero ahora que tengo la oportunidad de hacerlo, no sé si sentirme afortunado o bastante desdichado. - Emmanuel entrecerró los ojos por la confusión, tanto, que dejó de lado su trago para poner más atención.

-¡Válgame dios! ¿Ahora cuál es el drama? - Pregunto, llenándose de paciencia internamente, para escuchar los desvaríos de su mejor amigo. - Si vas a estar de culero conmigo, mejor no te cuento nada, ya me cansé de que solo te estés burlando de mí. - La advertencia de Emilio hizo que Emmanuel suspirara, dejando de lado su tono burlesco y actuando más de manera compresiva.

-Bieeeeeen, discúlpame, no quería hacerte sentir mal, me gusta escucharte y no por el morbo, sino porque eres mi amigo, prometo no reírme o hacerte algún comentario malicioso. Ahora dime, ¿qué es lo que te preocupa? - Osorio levantó la cabeza y lo vio seriamente durante un par de segundos, donde textos mantuvo la cara estoica, esperando a que hablara.

-Está bien, pero si hablas, dices algo sarcástico, te ríes o haces una mínima mueca, te voy a patear el culo. ¿Entendiste? - Emmanuel solo asintió, guardando silencio y esperando tranquilamente a que él se explayara, cosa que hizo después de suspirar pesadamente. - Es... es complicado, para mí esto de la misión me ha caído como un balde de agua fría y no me refiero al tema del trabajo o de lo arriesgada que puede ser, habló explícitamente de trabajar con Joaquín. - Emilio dio un largo trago a su cerveza y continuó.

-Usualmente diría que esto es una bendición; ya sabes, una oportunidad de estar con él y conocerlo más de cerca, poderle demostrar que soy un buen chico, que en verdad lo quiero, no solo que me gusta o trato de meterme en sus pantalones. Pero... me pone muy nervioso; siento que voy a decir alguna pendejada, que lo voy a insultar, o que simplemente va a pensar que soy un idiota si abro la boca. - Con un suspiro, su mamadisimo amigo, se dejó caer contra el respaldo de la silla, mirando hacia el techo como si este tuviera todas las respuestas.

- ¿Ya puedo hablar o me vas a patear el culo? - Preguntó Emmanuel después de un largo silencio, amenizado por la música de fondo. - Ya puede hablar mamona. - Soltó Emi, en una especie de bufido de fastidio. - Gracias a dios, pensé que iba a estallar, pero bueno... no creo que debas preocuparte por eso, digo... aún no ha pasado. Eres un buen tipo Emilio, no eres muy listo, en eso todos estamos de acuerdo y no lo digo para molestarte, pero tienes una inteligencia diferente. Y déjame explicarte antes de que te enojes. - Osorio solo asintió con la cabeza, colocando sus antebrazos en la mesa, provocando que la flexión los hiciera ver enormes.

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