Otros dos años ya han pasado, Hueningkai ya tiene diez años, para el todo está pasando muy rápido. Su padre logró mostrarle una vida adecuada para el, una vida que debería de tener un niño.
En la escuela todo andaba más que bien, es más, Kamal ya terminó el primario, este año empieza el secundario. Así es, con diez años ya terminó el primario.
Son vacaciones de verano, Huening y su familia fueron de vacaciones a Hawaii Honolulu, justo donde Kamal había nacido, el dijo extrañar el lugar, por eso fueron allí.
Kamal empezó a descubrir nuevas cosas, una era el baile, otra era el canto, ambas cosas las hacia bien, pero solo eran un pasatiempo, nada importante. También había aprendido a cocinar perfectamente, más bien, le encantaba. Todo iba a la perfección, pero la falta de ellas presencias se le había un poco raro y angustiante.—¡Kai!, Hoy nos vamos.— Gritó el hombre desde adentro de la casa, Kamal estaba sentado en el borde de la piscina.
El no respondió, solo paseó su vista por todos lados, ahí vió a una mujer mirándolo fijamente, el sin dudarlo se le acercó.
—Te estaba esperando Kai Kamal Huening.— Sonrió la adulta.
—¿A mí?, ¿Y yo que hice?..— Se señaló el menor.
—Nada, ven hay algo importante que debemos de hacer.— Empezó a caminar la mujer.
Kamal confundido la siguió, por mas que no debiese de hablar con desconocidos, la intriga lo ahogaba. Escuchó en su mente una voz conocida que le decía “Despues de esto que harás, todo cambiará, Kai.” ¿Que cambiará?, ¿Cómo esa voz llegó a su cabeza?.
No se había percatado del largo camino que pasaron el y la mujer frente a el, de repente se encontraba en un lugar que una vez su madre le dijo.. "No vayas", y ahora el estaba ahí. Vió una casa, no estaba ni muy descuidada ni muy bien cuidada, era grande, lucía espaciosa.—Vamos Kai, esto será rápido.— Dijo la mujer seguido a una leve sonrisa.
Entraron a aquella casa, todo estaba en su lugar, todo bien acomodado, no habían olores raros, no habían cosas que resultarán raras. Parecía ser una casa común y corriente.
La mujer sacó una pequeña caja, la dejó sobre la mesa e hizo que Kai se sentarse sobre una silla, ella hizo lo mismo. Abrió la caja y tomó una aguja algo curva, la miró y sacó otra cosa de la caja.—Esto, Mi querido Hueningkai, es un hilo de cabellos de Zorro blanco, como verás, YeonJun lo eligió, dijo que es suave y bonito.— Dijo la mayor con una sonrisa en su rostro.
—¿YeonJun?.. Disculpe, no entiendo nada.— Suspiró Kamal un tanto intrigado.
—Este hilo, deberá ir a tu corazón. Este cabello no es de un zorro común y corriente, es un zorro mágico, están en extinsión, por eso aprovecho en tomar los cabellos que pueda, luego será muy difícil encontrar unos.— Contó la anciana.— Bien Kai, hagamos esto rápido, ¿Crees que te dolerá?.
—No, no me dolerá si no quiero.— Dijo el joven observando a la mujer que afilaba la punta de la aguja, esta tocó la punta y perforó levemente si dedo.
—Listo, ahora quédate aquí, no toques nada.— Dijo la mujer levantándose de su lugar, llevándose el hilo y la aguja consigo.
Huening solo se quedó ahí sentado, en al soledad, soltando unos tantos suspiros mientras paseaba su mirada por el alrededor. Escuchó pasos aproximarse, levantó la mirada y observó a la mujer que se encontraba frente a el, ésta le sonrió y se acercó a el.
—Este hilo viajará a través de tus venas, acompañada de tu sangre, así hasta llegar a tu corazón, después de ese momento, tu alma e corazón dependerá de una sola persona, y viceversa con esa persona. Tu cuerpo le pertenecerá, y el suyo a ti.— Dijo la mujer tomando la mano del menor. —Será rápido.