You're

934 95 10
                                    

Huang Renjun, Lee Jeno y Na Jaemin habían sido amigos durante toda su vida. 

Desde que el chino se había mudado a su calle cuando tenían siete años, todo había surgido como obra del destino. 

Habían jugado, reído, llorado y crecido juntos, inseparables desde el primer momento. 

Ahora, cursando todos último año de instituto y habiendo decidido que irían a la misma universidad, realmente no había nada que pudiese separar a aquel magnífico trío. 

Sin embargo, dos de los tres involucrados tenían otro tipo de cercanía en mente. 

Renjun y Jaemin habían sido los primeros en descubrirse y aclararse, dándose cuenta a muy temprana edad, y gracias a un simple beso curioso, lo hermoso que era compartir tal cercanía con alguien a quien habías conocido toda tu vida

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Renjun y Jaemin habían sido los primeros en descubrirse y aclararse, dándose cuenta a muy temprana edad, y gracias a un simple beso curioso, lo hermoso que era compartir tal cercanía con alguien a quien habías conocido toda tu vida. 

Desde aquel primer momento, los besos entre ambos no se hicieron esperar. Convirtiéndose, poco a poco, de castos piquitos en los labios contrarios, a besos más y más profundos. Conforme más crecían y sus hormonas más se alborotaban, más profundos y candentes se volvían aquellos encuentros. 

Y no era secreto para ninguno lo que aquello significaba, Jaemin y Renjun estaban perdidamente enamorados entre sí. Incluso Jeno lo sabía, se volvía un poco obvio tras tantas veces que los había visto comiéndose descaradamente mientras los tres se hallaban en su habitación para jugar videojuegos. 

Pero Jeno nunca dijo nada, nunca sintió la necesidad de decir nada. Hasta cierto punto, le gustaba ver a sus mejores amigos de aquella manera, tan felices. 

Pero Jeno no entendía. 

Jeno era muy lento. 

Desde que Huang y Na se habían dado cuenta de hasta qué niveles sus besos estaban llegando y lo que sus corazones estaban demandando, comenzaron a pensar en otras posibilidades. No fue tan descolocante para ellos cuando se encontraron a sí mismos observando fijamente los finos labios del más alto cuando hablaba o sonreía. 

O cómo sus corazones se alborotaban cuando les dedicaba aquel precioso eyesmile o alborotaba sus cabellos de forma juguetona. 

Fue preocupante para ambos al inicio, había que admitir. Ninguno comprendía precisamente qué les estaba pasando. Ni siquiera habían querido empezar una relación formal entre ellos por las mismas razones. 

Al final, los tres eran mejores amigos, y eso sería siempre más importante que un noviazgo que pudiera producirse dentro de su trío inseparable. 

Pero, en el momento en que Renjun sorprendió al menor admirando al más alto con ojitos soñadores, o cuando Jaemin se fijó en el detalle de cómo la sonrisita del chino se ensanchaba ante los toques de Jeno en su cabello —justo y como pasaba cuando coqueteaban entre ellos—; se dieron cuenta.

¿Pero, qué pasaría entonces?

No fue hasta una noche en la que el menor y el mayor no podían dormir ㅡy a cambio se dedicaban a mensajearse entre ellosㅡ que decidieron buscar si aquello era posible; si no estaban simplemente perdiendo la cabeza por haber sido mejores amigos por tanto tiempo. 

Renjun fue entonces quien encontró lo que los definiría desde esa noche hasta el fin de sus días, lo que definía lo que anhelaban tener. 

"Poliamor" escribió. 

Jaemin releyó ese concepto una y otra vez antes de contestarle nada al castaño, realmente hacía sentido. Él amaba a Renjun, lo sabía, se lo había dicho; pero, no podía evitar que su corazoncito se disparase de increíble manera con hasta el más dulce contacto con el pelinegro más alto. Simplemente le parecía extraño e imposible. 

Pero, ahora sabiendo de aquello del poliamor... ¿Realmente era tan imposible como había pensado?

"Bueno... ¿y qué hacemos?" contestó. Realmente era una pregunta importante.

Ellos podían sentirse así, pero ¿y Jeno?

"Intentemos, en el peor de los casos quedamos como siempre. Como amigos" 

Lo que Renjun decía tenía sentido. Al final, su pacto de amistad era, o debía ser, más fuerte que aquellas situaciones.

A sus ojos, nada perdían con probar. 

"Muy bien, hagámoslo"

"Muy bien, hagámoslo"

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Too Slow (3S) [NRM]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora