El inicio

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Como cada fin de semana, de costumbre, me iba con mis mejores amigas, llamadas Cassandra, Marie y Bárbara, con un objetivo claro: emborracharnos y si era posible, acostarnos con algún chico. En plan, nada serio, solo sexo.
Casi todos los fines de semana conseguíamos lo mismo, rara vez, solo nos emborrachábamos.
Me acuerdo cuando me acostaba con un chico, ambos estábamos desnudos, a punto de hacerlo y él me decía:
-Oye, tía, ¿tienes condones?
-No, y no quiero utilizarlos...
-¿Estas segura?-me decía el chico, con un gesto de extrañeza y preocupación.
-Si... Utilizaremos la marcha atrás...
O pasaba esta conversación:
-Tía, tengo condones,¿quieres que los utilicemos?
Y de nuevo, volvía a pasar, las mismas respuestas.
Solía hacer eso y nunca me había quedado embarazada...
Solía tomarme las pastillas del día después y todos los meses tomaba las pastillas anticonceptivas.
Reconozco que más de una vez me olvidaba de tomar estas últimas pastillas.
Y he de decir que rara vez usaba condones.
Me consideraba una chica con buena suerte, eso sí, solo una vez me pegaron un herpes. Nunca nada serio que pudiera afectar mi salud o un embarazo no deseado.
Vuelvo a repetir que era muy irresponsable y no me importaba nada en esta vida.

Embarazada por accidente Donde viven las historias. Descúbrelo ahora