El embarazo

401 26 1
                                    

Muchas cosas pasaron en mi embarazo pero resumiré cada mes y destacaré lo importante.

• Primer mes

Este fue el peor mes de mi vida y del embarazo.
Y lo digo en serio.
Tuve las peores náuseas y mareos que nunca tuve.
Literal, cada mañana me levantaba y ya directamente vomitaba.
Al vivir yo sola, me sujetaba el pelo para evitar que se me llenara de vomito y de restos de comida.
Decidí en ese mes pedir la baja por el embarazo.
Al haber dos bebés en mi útero, era un embarazo de alto riesgo, y podía pedirme la baja.
Cada mañana, antes de levantarme me hacía una coleta de caballo y ya iba al baño.
Rara vez era el día que no vomitaba.
Y el día era más extraño aún si no tenía ni náuseas ni mareos.
Y extrañísimo era el día que me encontraba bien.

• Segundo mes

En este mes, se me habían quitado las náuseas y los mareos del mes anterior.
Lo único malo era que los olores me afectaban mucho.
Estos eran:
-El de la basura.
Tenía que salir con mascarilla a tirarla si no me ponía blanca como la pared y me negaba a tirarla.
Y como es lógico, no iba a dejar eso en mi casa y me obligaba a ponerme mascarilla y tirar la basura.
-El desayuno recién hecho.
Solía desayunar una taza con café y un plato con tres tiras de beicon y dos huevos rotos.
Terminé odiando esos dos olores en mi embarazo por lo que decidí desayunar otras cosas en vez de esas.
-El olor de mi colonia favorita.
Esta era mi colonia favorita que olía a rosas.
Mi olor favorito.
Hasta que, claro, me quedé embarazada.
No quería tirarla así que simplemente la guardé en un cajón y me jure a mí misma que volvería a utilizarla después de dar a luz.

• Tercer mes

En este mes no pasó nada destacado.
Simplemente, se me empezaba a notar un poco la tripa.
Y eso me hizo que me pusiera muy contenta.
Y me acariciaba la tripa.
Esperaba con ansías que mis bebes se empezaran a mover.

• Cuarto mes

Este fue el más especial de todos.
Por fin pude saber el sexo de mis bebés y si eran gemelos o mellizos.
Estaba muy nerviosa.
En la máquina estaban las dos siluetas de los sacos amnióticos con los bebés dentro.
Samantha me miro y me dijo:
-Bueno, puedo decirte con total seguridad que el bebé de arriba es un niño y el de arriba es una niña...¡Muchas felicidades! ¡Son mellizos! ¡Vas a tener un niño y una niña!
Me emocioné, me llevé las manos a la boca, comencé a llorar de la alegría y pregunté:
-¡Oh, Dios mío! ¡No me lo puedo creer! ¿Es en serio? ¿Son un niño y una niña? ¡Que ganas de ver sus caritas!
-Bueno, solo tienes que esperar cinco meses más para verlos...Je, je...-me dijo Samantha.
Llame a mi madre (mi padre aún seguía sin hablarme) y la dije que iban a ser mis bebés.
Me dio la enhorabuena y me dijo que estaba deseando conocer a su futuro nieto y nieta.
Lo mismo pasó con mis amigas, Cassandra, Marie y Bárbara. Ellas se habían coronado como las tías de los futuros bebés.
Me dijeron que cuando lo necesitara, que las llamara para comprar carritos, ropa, juguetes y esas cosas para los futuros niños que venían en camino, que ellas me ayudarían y acudirían a mi casa en menos de lo que canta un gallo al amanecer.
Me reí y les di las gracias.

• Quinto mes

Este mes lo considero "el mes de los movimientos" y también, "el mes de los antojos".
Me explico: mientras estaba viendo una serie de Netflix sentí a mis bebés moverse.
Fue un momento muy especial.
Me emocioné y acaricie mi tripa que ya estaba algo grande.
-Owww...Mis pequeños Jane y William,-en el cuarto mes había decidido que mis hijos iban a llamarse así por estos motivos: Jane, era y sigue siendo mi nombre favorito para una niña y desde hacía mucho decidí que si tenía una hija la iba a llamar así. William por el mismo motivo, y aunque se llamara William le iba a apodar cariñosamente "Will"-os quiero... Aunque no os conozca os amo con todas mis fuerzas...¡Os quiero! Que se entere el mundo entero de que os quiero...¡No dejaré que nada ni nadie os haga daño u os rompa vuestro pequeño corazoncito! Si me entero que os pasa eso, le reventaré la cara a quien sea...-pude ver a través de la piel de mi tripa las siluetas de sus pequeños bracitos y piernas. La acaricie-¡Ojalá poder conoceros ya! ¡OS AMO CON TODAS MIS FUERZAS!
Además de eso, tuve muchos antojos.
Tuve antojos de pizza, de hamburguesas, de batidos de fresa, de patatas fritas, de galletas, de Coca Cola, de Nutella, de alitas de pollo, entre más cosas...
He de decir que engordé 20 kilos en mi embarazo porque aunque me cuide yendo al gimnasio y esas cosas, es inevitable engordar estando embarazada.

• Sexto mes

En este mes, con ayuda de mis mejores amigas, compramos varias cosas para William y Jane.
Utilice una habitación que no usaba en mi casa y decidí que esa iba a ser el cuarto de los bebés.
Con ayuda de mis amigas, decoramos la habitación con los muebles que habíamos comprado y pintamos las paredes.
La habitación quedó muy bonita.
Pude hacer un álbum de fotos con la evolución de mi tripa y las respectivas ecografías de cada semana o mes.

• Séptimo mes

Nada destacado pasó en este mes, solo que me dolía un montón la espalda por mi enorme barriga.
Tuve que ir a varios sitios de masajes para que me quitaran el dolor de espalda que tenía.

• Octavo y noveno mes

En estos meses, estaba muy nerviosa por el parto que cada vez se acercaba más.
Mis nervios paranoicos me invadían cada vez que pensaba en eso y revisé varias veces la maleta con mis cosas para llevar al hospital cuando diera a luz.
Esto fue lo que llevé:
1) Documentos y demás cosas para llevar al hospital.
2) Pijamas para mis bebés (unos eran de color azul para mi pequeño William y otros rosa para mi pequeña Jane. Me gustaban esos colores y esos iban a llevar mis hijos) y gorritos de diferentes colores.
3) Pañales.
Aunque sabía que en el hospital daban algunos pañales pero quería llevar los míos por si acaso.
4) Neceser con productos de aseo para los bebés.
5) Ropa para los bebes cuando saliéramos del hospital.
6) Un neceser para mí con productos de higiene básica (como compresas grandes y absorbentes para después del parto).
7) Camisones, camisetas y sujetadores aptos para la lactancia.
8) Bragas de papel.
9) Ropa para mí cuando salga del hospital.

Ya en mi casa estaba todo preparado para mis hijos:
- Había adaptado la bañera con una bañera para bebés y un cambiador, con productos de aseo.
- Tenía varios biberones, chupetes y esterilizadores. Aunque ya había decidido dar el pecho, los compré por si acaso.
- Ropa para bebés.
- Juguetes para bebés.
- Cunas distintas para los bebés y un carrito que podía llevar a dos bebés al mismo tiempo.

Sentía mucho temor al parto, porque aunque había ido a las clases de pre parto, sentía una inseguridad que nunca experimenté: sentía que no iba a poder hacerlo bien o que saldrían las cosas mal.
Sin exagerar, puedo decir que estuve viendo, en mi último mes de embarazo, en Youtube un montón de vídeos sobre partos, trucos para el parto y todas esas cosas...
Llamaba a mi madre cada vez que sentía mis miedos y paranoias (mi padre, he de decir, que ya me hablaba desde hacía dos meses). Ella me consolaba y me animaba ya que ella tuvo un parto natural. Y esto era lo que pasaba:
-Mamá, estoy muy nerviosa... Tengo mucho miedo de que llegue el parto... Siento que no lo voy a poder hacer bien... Aunque pida, por supuesto, la epidural, no sé porqué siento que todo va a salir mal...
-Tonterías.-decía mi madre, quitándole importancia-Todo saldrá bien. Sabes que estaré contigo cuando des a luz... Todo saldrá bien te lo prometo... Incluso, me podrás apretar la mano si te duelen las contracciones porque he oído que hay ciertas personas a las que la epidural no les hace nada...
Me reía.
-Gracias mamá... Cuando rompa aguas te llamaré...
-Claro que si, Charlotte... A cualquier hora,¿eh? Aunque sean las cinco de la mañana, me llamas, que cojo el coche y me planto en tu casa...
Me volvía a reír y finalmente, finalizaba la llamada.

Embarazada por accidente Donde viven las historias. Descúbrelo ahora