Issue 発行 - Omegaverse (DekuKatsu)

Capítulo 1

Izuku

Muchas cosas cambiaron desde que entré a la UA, añadiendo el hecho de que unas semanas después de entrar me enteré de que era un alfa. La verdad es que esperaba ser un beta pero no un alfa, fue demasiado extraño. También note a Kacchan más distante y siempre que lo veía estaba metido en sus pensamientos, supongo yo. Estaba distinto, no gritaba tanto como siempre solía hacer y eso sí era raro y daba miedo.

Luego descubrí que sus resultados habían dado que era omega. Eso sí que era raro. Kacchan omega. Eso me preocupó y mi cabeza no dejó de darle vueltas al asunto. Ser un omega no era fácil, y no iba a ser fácil para Kacchan. Él quería ser un héroe y siendo omega no era fácil. Pero yo confiaba en que Kacchan no se rendiría, él era fuerte, como todo el resto de la clase. Todos los omegas de nuestra clase eran fuertes y estaban decididos a seguir adelante sin rendirse.

Lo que sí me preocupo fue el hecho de que a lo largo de los meses su cara no cambiaba y a veces estaba tan irritado que si te le acercabas era capaz de volarte con una de sus explosiones. O, ni siquiera te miraba o te gritaba y te ignoraba y se iba caminando. Tal vez para el resto no era tan raro, pero para mi quien conocía al rubio desde antes de los 4 años si. 

También varias veces intentó acercarse, supongo yo que para decirme algo, pero luego de estar frente a mí durante un minuto y callado me gritaba "¡Muere maldito Deku!" y se iba corriendo. No entendía lo que quería decirme pero luego de algunas veces de hacerlo, de un momento a otro, dejo de hacerlo. Como si se hubiera rendido, pero por lo que yo sabía, ya que conocía a Kacchan desde pañales, él no se rendía nunca y por eso mismo me pareció muy raro.

Todos estos pensamientos que se mantenían en mi cabeza constantemente, eran el causante de que esté muy distraído en algunas situaciones. Y como no hacer que estos vivieran en mi cabeza si se trataban del amor de mi infancia. Y si, estoy enamorado de una bomba con patas que tiene problemas de ira.

Era un sentimiento desconocido para mí, apenas logre entenderlo y identificarlo un año antes de entrar a la UA. Podía sonar raro el estar enamorado de la persona que te molestó todo lo que llevas de vida, pero así eran las cosas. Y no lo negaba, era un sentimiento hermoso, a veces. Otras veces dolía, el rechazo podía llegar a ser insoportable, es esa parte del sentimiento que me hacía sentir que no era suficiente para él, que él nunca me querría como yo a él.

Cuando se trataba del tema, al igual que con otros, usualmente mis pensamientos eran acompañados por mis tan característicos murmullos. Estos se volvieron un habito en la secundaria, al principio como un efecto de la ansiedad y hoy en día son menos frecuentes pero continúan apareciendo. Como aquella vez en clase que Mineta tubo que sellar mi boca con una de sus asquerosas y pegajosas pelotas violetas, nunca lo voy a olvidar.

Para variar, en estos momentos eso era lo que estaba pasando pero deje mis pensamientos de lado cuando un olor dulce se coló por mis fosas nasales. El olor tan característico a caramelo quemado junto con una pizca de picante. No sabía de dónde venía, pero sabia a quien pertenecía y este estaba acompañado con la angustia y el miedo, así que no lo iba a ignorar.

Desde ya hace un tiempo que mis instintos se están desarrollando cada día mas hasta el punto de que ahora podía decir quien era alfa, omega o beta en la clase solo por le olor.  Según una de esas charlas que tuvimos sobre sexualidad es normal, y también se puede percibir los sentimientos mas fuertes del momento por el olor de alguien cercano. Lo cual suponía que era el caso en esta situación.

Para cuando llegue a la parte trasera de los dormitorios, ya que el olor me llevó hasta allá, vi un grupo de alfas rodeando a la fuente del olor. Me acerque mas para ver y...

Mierda. Era Kacchan en celo. Esto era malo, muy malo. Estaba rodeado por cuatro alfas de otras clases. Lo estaban tocando y manoseando. Tenía que evitar que esto llegara a algo peor, mi instinto me lo pedía, suplicaba por poner a salvo al omega. Mi cuerpo se movió automáticamente en su dirección. Sabía que no era buena idea acercarse a un omega, yo siendo alfa, mientras este estaba en celo. Pero tenía que evitar que esto pasara a mayores y que el rubio termine lastimado o peor.