Prologo

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La lluvia caía, y los niños de la escuela Mesthlood se preparaban para salir, el transporte escolar estaba esperando más cerca de la salida para que los chicos no se mojaran tanto. El timbre sonó y los chicos corrieron por los pasillos para salir finalmente de la escuela, algunos se encontraron con sus padres y otros como Cheryl fueron directo al transporte escolar donde el conductor de esta semana era: Todd, un señor canoso que siempre le dedicaba una sonrisa a los niños.

Cheryl subió las metálicas escaleras del bus y se sentó en el penúltimo asiento, al lado de la ventana. Apoyo su cabeza en el vidrio, saco su celular de su mochila y comenzó a escuchar música con audífonos. ‘’Welcome to my  life’’ de Simple Plan sonaba, ella cerro sus ojos y luego los volvió a abrió.

El bus paro enfrente de su casa y ella bajo de él, abrió su paraguas y busco las llaves dentro de sus bolsillo, cuando finalmente las encontró, metió las llaves en la cerradura y giro de ella, la puerta se abrió dejando ver una solitaria casa.

Cerro la puerta tras ella y luego suspiro, subió las escaleras hasta su cuarto y tiro su mochila, corrió escaleras abajo hacia la cocina, abrió la nevera y saco un refrescante jugo de naranja, después de haberse tomado el jugo dejo el vaso en la encimera, fue al sofá y literalmente se lanzó a él a ver televisión.

Cheryl es una chica solitaria, ya que su madre trabaja todo el día y su padre se separó de su mamá.

— Tengo tarea que hacer — Se paró del sillón pero antes de ir a hacer su tarea se lo pensó dos veces y prefirió quedarse sentada viendo una vieja película de asesinato — Más tarde hago la tarea, tengo todo el día — Se dijo a sí misma, como si fuera una nota mental —.

No tardó mucho en caer en un profundo sueño, donde la protagonista era ella y el chico que le gustaba, Dylan.

Durante más de un año, hubo asesinatos inexplicables. Las personas estaban asustadas por lo que el alcalde de Salmarrila dio una conferencia de prensa asegurando seguridad a los residentes de este pueblo, cosa que termino siendo cuestionadas por los mismos residentes, que tuvieron que presenciar otro asesinato.

La madre de Cheryl, Diana. Es una científica muy respetada en su pueblo. Ella y sus colegas manejan información que las demás personas no. Según la policía estos asesinatos son hechos por un asesino en serie, cuando la verdad es que: son hechos por un cierto grupo de infectados por un virus el cual apodaron Solanum, los científicos están en busca de una cura a través de una vacuna, pero hasta ahora el avance no es mucho.

La organización científica se está asustando ya que poco a poco, la plaga se expande con mayor velocidad, y han reportados casos en otras partes del mundo.

La noche cayó y Cheryl despertó con un leve dolor en su cuello, por la posición en la que dormía.

— ¿Qué hora es? — Se preguntó así misma — Umm… Son las 22:00, que tarde es. Vaya cuanto dormí — Se paró del sofá y fue a su habitación que solo era iluminada por la clara luz de la luna. Fue al baño y orino. Después de un largo rato en el baño salió, tomo su celular que estaba en su mochila.

12 llamadas pérdidas de mamá

— ¿Qué querrá mamá?— Cheryl le devolvió la llamada la cual esta no respondió — Para que me llama si después no contesta — Bufo y lanzo su celular a la cama —.

Un ruido proveniente de abajo sobresalto a Cheryl que asustada se escondió en el armario, alguien había entrado y no de manera amistosa. Aquella persona subió rápidamente las escaleras y Cheryl sintió un pánico que jamás en su vida había sentido, tomo un clavo que sobresalía del ropero y se armó de valor, planeaba enterrarse a la extraña silueta pero retrocedió cuando noto que aquella silueta era su papa, Leon.

— ¡¿Qué planeabas hacer?! — Grito su padre con su característica voz ronca —.

— Nada — Dijo rápidamente Cheryl y lanzo el clavo al piso—.

— Toma tus cosas nos vamos —.

— ¿A dónde? —.

— Lejos así que solo toma lo importante — Tomo la negra mochila de Cheryl y tiro todo lo que en ella había, se acercó al ropero de Cheryl y saco ropa interior, calcetines, un par de poleras y pantalones, baterías del escritorio junto a una linterna —.

— ¿Para qué quieres toda esa mier…?— Cheryl fue interrumpida por su padre —.

— Solo escúchame. Hace todo lo que diga, cuando yo lo diga —Cheryl se quedó en completo silencio mientras su padre la arrastraba hacia la cocina, el tomo el cuchillo más grande que encontró y se lo dio a su hija — Si es necesario, haz lo que casi haces conmigo —.

The Last ChanceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora