The Last Chance

Capitulo 1 - No me subestimes

— Papá ¿Qué está pasando? — Leon no hizo caso a lo que dijo su hija, solo siguió su camino hacia fuera de la casa jalando la mano de Cheryl— Papá…—.

— Shh… Mira escucha. Tenemos que correr al auto que está ahí enfrente — La gente corría desesperada, y cada vez se veía más humo provenientes de casas vecinas y de las de más allá — ­­Ahora… Lento pero rápido — Cheryl asintió y ambos salieron corriendo vigilando que nadie los viera—.

Llegaron a salvo al auto, y Leon piso el acelerador sin mirar atrás. Cheryl se abrazó a su mochila, mientras mordía su labio pensando en su madre.

— ¿Y mamá? — Pregunto Cheryl —.

— Ella está bien, nos juntaremos con ella en la frontera con Weslender del Este — Respondió Leon, sin dejar de mirar la estrecha ruta por la que iban —.

Leon intentaba evitar a las personas que corrían desesperada en busca de ayuda, muchos chocaron contra su auto tratando de que este para pero el simplemente siguió adelante. El intentaba irse por los lados menos poblados para no encontrarse con tantas personas.

— ¿Por qué mamá no vino a buscarme? —.

— Ella me lo pidió a mí, porque ella por temas salubres tenían que desinfectarla primero y eso tardaría —.

— ¿Desinfectarla? —.

— No sé, no me conto muy detallado, pero es un virus el que provoca esto y por política del laboratorio era necesario. También dijo que te tenía que mantener a salvo si no me cortaría las bolas, pero eso está de más decirlo — Ambos rieron, y siguieron mirando el camino en un silencio algo incómodo. Pero Leon rompió el hielo — Estas muy grande… La última vez que te vi tenías el cabello muy corto, ya te creció —.

— Si… Eso fue hace un año — Dijo triste Cheryl — Me debes mi regalo de cumpleaños — Trato de cambiar el ambiente —.

— Lo tenía en mente. Ve el asiento de atrás — Cheryl volteo y vio una caja con papel de flores amarillas, lo tomo y Leon sonrió esperando a que su hija lo abriera. Ella lo abrió y dentro de la caja venia un tierno gatito de peluche — ¿Te gusto? — Pregunto inseguro —.

— Si… Sí, sí. Está muy… lindo — Cheryl quedo mirando su lindo peluche con una gran sonrisa en su rostro. Leon sabía que ella amaba a los gatos, pero su mamá jamás le dejo tener uno, ya que era alérgica —.

— Sé que no es un regalo para una chica de 14 años pero lo vi… — Suspiro — Y me acorde de ti —.

— Gracias — La chica abrazo su peluche y se quedó así durante una hora, hasta que sus verdes ojos se cerraron y lentamente se durmió —.

Leon hace un año salió de viaje, recorrió algunas zonas del país en su moto, y fue cuando se distancio de Cheryl, pero el intentaba llamarla pero la comunicación era escasa ya que hablar por teléfonos públicos no es tan buena idea. Pero Diana la madre de Cheryl hizo que ese distanciamiento no fuera tan doloroso para su pequeña hija.

Diana no es perfecta, pero es una gran madre. O bueno hace lo que más puede por su hija.

Leon freno de manera tan brusca que no fuera por el cinturón probablemente habrían salidos disparados del auto, Cheryl se despertó con el corazón agitado provocado del susto.

— ¡¿Qué paso?! —   Pregunto asustada —.

El puente por el que se suponían que pasarían se había desmoronado y de no ser por los rápidos reflejos de Leon, probablemente estarían en el fondo del mar.

— El puente se cayó — Respondió Leon — Tendremos que irnos por otro camino — Él puso en reversa el auto y se metió en un camino de tierra que cruzaba el bosque, la oscuridad de la noche no ayudaba mucho, pero por lo menos estaban a salvo de aquellas personas locas —.

Ahora el viaje duraría el doble de lo previsto, ya que tendría que ‘’rodear’’ lo que antes fue la zona del puente. La zona boscosa está libre de persona, solo se veían árboles y ramas. Pasaron 4 horas más y el amanecer empezó, Leon estaba agotado, Cheryl no, ya que durmió casi todo el camino.

— ¿Papá? ¿Y si descansas un poco? —.

— No puedo —.

— Tranquilo, yo vigilare — Después de varios minutos, Leon se dio cuenta de que no podía más, paro el auto y se acomodó al costado de la ventana y uso su mochila como almohada. Cheryl saco el cuchillo de su mochila, por si acaso, y comenzó a vigilar cada mínima cosa que se movía —.

Un arbusto se removió, y Cheryl apretó sus manos contra el mango del cuchillo; solo era una pequeña ardilla. Cheryl pensó que eso sería una gran cena para su padre, silenciosamente se bajó del auto, preocupándose que su padre no la escuchara. Empuño el cuchillo y lentamente se acercó a la ardilla, cuando ya estaba lo bastante cerca, clavo su cuchillo en el estómago del pequeño animal y lo giro hasta que la ardilla no se movió más.

Cheryl se sintió victoriosa, se sintió tan emocionada, el primer animal que cazaba y fue todo un éxito. Desenterró el cuchillo del estómago del animal, lo tomo y salió corriendo al auto donde se sentó bruscamente provocando que Leon se despertara, al verla tan emocionada se asustó.

— ¿Qué paso? — Pregunto asustado —.

— Case una ardilla — Cheryl levanto de la cola al animal y Leon abrió los ojos sorprendido —.

— ¿Cómo…? ¿No te paso nada? — Ella negó y el tomo la ardilla en sus manos y pensó en lo bien que se vería asada —.