Parecía que el día estaba tan aburrido, quería salir corriendo para ver a Mateo, que se encontraba en otra clases, en esta compartía clase con Carlota, nada más de verla le daba una rabia, pero se contenia.
Porfin! Un receso!! Talvez vería a Mateo, camino directo a la cafetería, hasta que sintió como le agarraban de la mano, mientras que en la otra le daban una rosa blanca, sorprendido miro al chico de cabello rizado con un paleacate color amarillo en el cuello,sonriendo que hizo que su corazón latiera lento.
Temo! Te estuve llamando y no me contestaste, pero no importa Tahi, quieres comer conmigo - sonriendo -
En ese momento Temo ya no sabía que hacer, quería lanzarse a sus brazos, pero su dignidad como persona estaba primero, no quería caer en su encanto, cuando había alguien que prometía quererlo solo a el. Pero le aceptaría la invitación a comer
Si, claro que sí Aris, vamos a comer - dando un asentamiento de cabeza -
Te vez muy bonito con esa chaqueta - comento el rizado -
Si, Diego tiene buen gusto - mintiendo -
Cómo sea, que vas a pedir? Para que te lo traiga - mirándolo -
Tráeme lo que sea, no hay problema - le dice -
Está bien, Te amo - dándole una sonrisa -
En ese momento Temo, no sabía que responder, si le correspondía la respuesta, se sentiría un mentiroso, pero si no lo hacía Aristóteles dudaría de algo.
Si Aris, igual, Ve que se hace una fila muy larga y quiero comer - respondió esperando que el otro no dudara de algo -
Veía como el del Paleacate se retiraba, se quedaba viendo la rosa blanca, quería que el día escolar acabará para poder acabar ese sentimiento que le oprimía el pecho.
Unos minutos después, llegaba el rizado con dos cafés y lo que parecía unos paquetes de galletas.
Ten, compré las que te gustan - mientras le entregaba las galletas -
Gracias, vamos a comer que se acaba el receso. - tratando de no mírarle a los ojos -
En la mañana, no me respondiste la llamada, ni las de en la noche o en la madrugada - empezó a hablar el rizado -
Se me descargo el teléfono - trato de mentir -
No digas mentiras Temo, subiste una foto con el Symanski en la noche, tu no estuviste con Diego, y en anillo lo dejaste en el buro - comenzó a decir -
No sé de qué me hablas - haciéndose el desentendido -
En la casa hablamos Temo, come - dijo el del Paleacate-
Definitivamente fueron los minutos más incómodos que había vivido en su vida, en ese momento deseaba que el receso se acaba o que algo sucediera que lo separa de Aristóteles por ahora.
Se despidió del rizado nada más tocó para volver a las aulas, está vez compartía clase con Mateo, eso le alegraba mucho, le gustaba cuando el ojiverde le miraba, su mirada era tan intensa. Justo en ese momento tenía ganas de darle un beso, pero estaba en clases
Porfin ya había salido de la tortura, sentía esas ansias, su teléfono vibró, lo saco y era un mensaje de Mateo diciendole que fuera al baño en el último cubículo, talvez ese beso no quedaría en su cabeza.
Llegó a los baños, y le aviso, checo que haya nadie en los baño y entro, automáticamente fue estampado en la pared, subiendo sus piernas en la cintura del más alto, sus labios encajaban a la perfección, bailaban al compás, así estuvieron durante unos minutos, hasta que se escucho la voz de Diego y Aristóteles.
Automáticamente pararon viéndose ambos nerviosos, hasta que escucho a Diego queriendo abrir la puerta donde estaban.
Mateo iba a empezar a hablar, pero Temo en señas le dijo que se subiera al retrete, y cómo pudo con el nerviosismo hablo.
Chicos? En un momento salgo, espéreme afuera - todo nervioso -
Parecía que Diego había visto las dos mochilas, así que le respondió
Claro que sí temo, te esperamos afuera - dijo - Aristóteles lo vamos a esperar afuera.
Escucharon que ambos salieron del baño, sentían la adrenalina en el cuerpo, primero salió Mateo, su cara tenía unas cuantas gotas de sudor, sus labios estaban más hinchados, el estaba todo despeinado, sus labios estaban hinchados y tenía una mordedura que estaba roja, agradecía que no estaba usando ropa que se arrugará, pero Symanski no podía decir lo mismo, si su camisa estaba perfectamente abotonada, ahora estaba arremangada hasta los codos
Pero eso no quitaba su mirada divertida y su sonrisa de lado.
Tu camisa! - dije en un susurro -
No importa - mientras de daba un beso en la comisura de los labios - Ve antes de que sospechen.
Dijo antes de guiñarle el ojo, haciendo que se sonrojara por el pequeño acto, tomo su mochila y salió del baño.
Tan rápido como salió, quería meterse a seguir besandose con Mateo, Aristóteles le miraba expectante , Diego lo miraba nervioso.
Porque tardaste tanto?! - decía el de cabello rizado -
Me estaba lavando las manos - quería que la tierra lo tregase y lo escupiera en los brazos de Mateo, pero eso no era posible -
Vamonos - dijo Diego -
Tan pronto se retiraron de ahí, el chico de origen judío salió, aunque los demás le miraban curiosos, por su vestimenta desaliñada, los ignoro olímpicamente y se metió en su carro, ya adentro de el, sonrió por los recuerdos que le traería ese baño de ahora en adelante.
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Magic
FanfictionCómo había parado en el departamento de Mateo Symanski? Exactamente en su cama Oh claro, Aristóteles le engaño. MaTemo✨