Mes Hijack/Frostcup

Día 3: Librería

Hiccup tenía examen, uno que no consideraba decisivo para su carrera pero si le quitaba un gran peso de encima si sacaba una calificación casi perfecta. Porque con eso, no tenía que esforzarse tanto en el siguiente.

—Haces expresiones muy graciosas cuando te concentras.

Pero en vez de concentrarse en las oraciones de su libro de textos, Hiccup estaba más concentrado en fingir que leía y todo era culpa de su amigo que se encontraba al otro lado de la mesa.

Para esos momentos se preguntaba porque había accedido a que lo acompañará a su sesión de estudios. ¿Por qué dejar que el culpable de sus distracciones, sonrojos y suspiros se siente frente a él cuando tiene que estudiar? ¿En qué estaba pensando cuando lo invitó a estar en la librería con él?

Cierto, en nada. Cuando hablaban podía perder la noción del tiempo y eventos.

—¿Me vas a ignorar?

Jack había dicho que hacía tiempo no iba a una librería.

—Hiccup.

Que había algunos títulos que le llamaban la atención y quería revisar si ahí los tenían.

—Pecas.

Le había dado su palabra de que tendría solo su compañía y silencio.

—Enano.

Pero Jack no estaba buscando nada en los estantes.

—Haddock.

Tampoco estaba revisando el catálogo del lugar en una de las computadoras que eran de uso exclusivo para la clientela.

—Cariño.

No. Jack estaba ahí, rozando su pierna contra la de él por debajo de la mesa, sonriendo de oreja a oreja cuando Hiccup dejó de fingir que leía y un suave rubor comenzó a camuflar las pecas que manchaban su rostro.

—Jack.

—¿Sí, cariño?

El calor en la piel del castaño aumentó al ver que no se retractaba del nuevo sobrenombre que le ponía y la vergüenza comenzó a causar estragos en su mente.

—...Dijiste que ibas a estar en silencio.