El origami de un barco
he extendido.
Sólo parecen líneas sin sentido,
pero al saberlas acomodar,
te cuentan lo que han pasado
y lo que han vivido.
Puedes volverle a armar,
si sabes por dónde trazar.
Son un libro abierto para mirar.
Pero tienes que saber observar,
no te vayas a equivocar.
Un movimiento en falso y puedes fallar.
Las personas somos origami,
eso casi puedo confirmarle,
pues entre más dobleces tienes,
te creen difícil de tratar.
Sólo tienen que observar,
y van a poder hallar,
la forma correcta de tratar.
Porque somos alguien individual,
y dobleces tenemos todos por igual,
unos menos y otros más.
Sólo sé amable con los demás,
no sabes la situación que están por pasar.