Disparos

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se levantó suavemente de la cama, sólo tenía que llegar al baño sin despertarla. La vio removerse pero no abrió los ojos, había escondido el arma en la caja de taza de baño. Regreso y abrió la puerta con la misma suavidad con la que se fue, ya no había necesidad de guardar silencio pero con ella siempre debía ser precavido, se sentó en la cama y puso el arma sobre su pecho al mismo tiempo que ella abría los ojos

-me preguntaba donde estabas-

-estoy aquí-dijo el comenzando a temblar, ella tenía el don de acabar con su voluntad-¿sabes lo que
pasara?-

-se lo que pasara querido, ¿sabes tu lo que pasara?-enarco ella una ceja.
El tartamudeo un poco y ella siguió hablando con una sonrisa-te veré pronto-

El soltó una lágrima y disparo, el sonido se expandió por toda la casa y el perro del vecino comenzó a ladrar, el se levantó y se dirigió a la habitación contigua, no quería morir a lado de ella.

Un segundo disparo se escucho.

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