Respuesta.
Tras un bostezo la chica se sentó en su cama mientras se tallaba un ojo, se quedó unos momentos así, hasta que las imágenes del día anterior llegaron a su cabeza.
—¿Por qué tienes que verme como tú hermana kiba?
Suspiro con una pequeña sonrisa y se levantó de la cama para poder dirigirse a ayudar a su madre con el desayuno y después ir al instituto, al pasar junto a la puerta recordó la carta de ayer y se asomo por el pequeño agujero que tenía esta para mirar asía afuera. La puerta de enfrente estaba cerrada y se notaba que aquella persona aún dormía, pero era evidente, después de todo eran aproximadamente las 6:00 am.
Camino a la cosina donde estaba su madre, se veía cansada y su cabello estaba alborotado como de costumbre.
—Mamá, dejame ayudarte para que vayas a descansar.
Susurro la chica ya a su lado, la mujer la volteo a ver y Sonrió un poco negando ligeramente con la cabeza.
—Ayer regresaste tarde de tu entrenamiento con Kiba.
—Descuida, sabes que tengo mucha energía.
La chica esbozo una gran sonrisa como solo ella podía darlas, asiendo sonreír un poco más a la mujer, la cual tras ver una ves más las loncheras de sus otros hijos accedió.
—Esta bien, tu prepara los de Haru y Kyme, yo los de Uri y Akani.
—Si.
La chica tomó ambas loncheras y comenzó a preparar los ventos de sus hermanos menores junto a su madre, el ambiente era tranquilo y relajado.
—Y dime —Habló la mujer rompiendo el silencio —¿Como te va con Kiba?
—Oh bueno... Estamos bien, seguimos siendo buenos amigos.
—¿Sigue sin saber lo que sientes?
—Mamá, para el soy como su hermana menor, no quiero perderlo por un enamoramiento infantil.
—Bueno, en algún momento el lo notará y para cuando eso pase ya tendrás filas de chicos tras de ti.
La chica rio un poco ante el comentario de su madre, la mujer adoraba a su amigo y el a ella, pero también su madre sabía lo despistado que era este.
—Mamá, a los chicos les gustan las chicas de cabellera larga como Ino o Sakura o las chicas tímidas como Hinata... No como yo.
—Eso es ahora, cuando vean la hermosa muchacita en la que te comvertiras cuando crezcas todos querrán estar a tu lado y ya deja de usar esa venda en el pecho, no tienes tanto como para que te moleste en el entrenamiento.
—Tal ves no, pero a mi me incomodan, apenas tengo 11 años y aparte de Hinata soy de las únicas que tiene pechos en el instituto, es incomodo.
—Bien, aunque no se que te molesta.
—Kiba también cree que soy plana.
—¿No le as dicho? Querida, no son grandes, apenas te están cresiendo.
—Ya pues, es incomodo ablar de esto.
Dijo algo alterada mientras trataba de cubrir con su corta cabellera su rostro asiendo reír a la mujer a su lado.
—Listo, iré a despertar a tus hermanos, tu alistate para que vayas al instituto antes de que se haga tarde.
—Si.
La chica regresó a su habitación y tomó algo de ropa para después ir al baño antes de que sus hermanos lo ocuparán.
Mientras preparaba el agua para su ducha, en el departamento de enfrente ya había mobimiento, el azabache se encontraba desayunando tras averse cambiado para asistir a clase, miraba la hoja frente a él con la respuesta aun indesiso en sí pegarla o no, si la chica era de su instituto seguro se levantó temprano, en su edificio había muchas personas mayores que se levantaban tarde o familias que salían apresuradas sin darles tiempo de ver a su ardedor.
Tras terminar se levantó tomando la hoja, agarro algo de cinta que pego en la parte trasera y tras salir de su apartamento pego la hoja en la puerta de este.
—Se que me arrepentiré.
Susurro viendo la hoja, el sonido de la puerta abriéndose lo iso voltear viendo a una chica de cabellera corta hasta los hombros y con traje ninja salir del departamento de enfrente. Llevaba la típica camisa de malla, con una blusa de tirantes gris y sobre estas otra que sobrecaia en sus hombros aguamarina, la cual se ajustaba en su cintura junto a un cinturón con varios compartimientos para sus armas, unas mallas negras hasta el tobillo con otro compartimiento de armas sobre el muslo derecho terminaba el complemento de su vestuario.
—¡Mamá ya me voy! ¡Despide a los pequeños de mi parte!
La chica cerró la puerta y al dar vuelta se topo con la mirada de azabache poniéndola algo incomoda, con el rabillo del ojo vio la hoja pegada a la puerta y Sonrió para sus adentros.
Pará la chica de la carta.
Si tantas ganas tienes de ablarme, ¿por qué no lo haces?
¿Sabes? No ocupas ser de mi séquito para estar loca y no se como planeas hacer que me divierta si nisiquiera quieres desirme quien eres.
Creo que no pensaste muy bien esto, y tu eres la rara no yo.
Solo vastaron unos segundos para que la chica leyera la nota, lo cual fue un alivio ya que el azabache intentaba acultarla a toda costa de su campo visual.
—Es raro que apenas nos topemos, ¿no crees?
El azabache se encogió de hombros restándole importancia evitando su mirada.
—Soy ____ Oroguma, no se si me conozcas, vamos en el mismo salón de clases.
—¿Eres una de esas locas que me acosa?
—Pff jajajaja, claro que no, me interesa alguien mas.
—Bueno, en ese caso puedo estar tranquilo.
—Deberíamos irnos o se nos ara tarde.
El azabache asintió y ambos comenzaron a caminar en silencio, la chica veía de reojo al azabache, seguía sin entender que le gustaba a las demás de él. Al salir del edificio un grupo de chicas grito por el azabache y corrieron a su lado empujando a la chica provocando que casi callera, más terminó siendo sostenida por los hombros antes de caer.
—Ugh, tengan más cuidado.
—¿Estas bien?
Sintió como su corazón se aceleró, al levantar la mirada se topo con los ojos de su mejor amigo asiendola sonrojar.
—¡Kiba! S-si.
Sonrió nerviosa y se puso bien de pie, más el Castaño seguía sosteniendola revisando algún indisio de que la ubieran lastimado.
—____ —Una vos a la espalda de la chica los iso voltear —Lo lamento, vamos?
El azabache le iso una seña para que caminarán, las chicas estaba tras de el observándolo algo molestas, el Castaño frunció un poco el seño ante las palabras del azabache mientras la chica se mantenía callada sin saber que responder.
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Solo Tu //Sasuke x Reader//
Fanfiction-¿Por qué?... Los puños de la peli-rosa estaban cerrados mientras mantenía la mirada baja y los ojos fuertemente cerrados dejando que las lágrimas calleran al suelo. -Eh? El azabache dio media vuelta voltenadola a ver, mantenia las manos en los bols...