Solo Tu //Sasuke x Reader//

Capitulo 04

Bella sonrisa.

El azabache estaba por decir algo cuando la puerta se abrió de golpe provocando que ambos se sobresaltaran y voltearon asía esta.

—Por fin te encuentro, no sabes cuanto llevo bus... —hablo el Castaño, más al voltear a la dirección de la chica pudo visualizar al azabache a su lado —¿Por qué están los dos solos? ¡Sasuke mas te vale no haberle echo nada por que si le isiste algo te juto que te...!

—Estoy bien Kiba —Sonrió la chica —Estaba buscando un lugar donde leer y encontré a Sasuke aquí.

La chica se levantó y corrió a abrazar al Castaño, quien correspondió al instante alzandola un poco en el aire.

—Nunca pensé que estarías aquí, normalmente evitas este lugar cuando lees.

—Me quedé sin opciones,y fue agradable ablar con Sasuke.

El Castaño voltio a ver al azabache, quien los observaba en silencio, en especial a él.

—¿Me estas cambiando?

—Jajaja, claro que no, eso sería imposible.

El Castaño Sonrió satisfecho y la abrazo más fuerte recargando la cabeza en la de ella, mientras la chica disfrutaba del olor natural que emanaba su amigo. El ambiente era algo incomodo para el azabache, podía fácilmente ver el cariño que se tenían ellos dos, pensó en levantarse para salir del aula cuando la campana sonó, en ese momento la chica y el Castaño se separaron.

—Hoy también quiero ir a entrenar, ¿vas a acompañarme?

—Si, solo debo ayudarle a mamá con las tareas de la casa, después de eso estaré libre.

Ambos caminaron a sus lugares mientras los demás entraban, el Castaño y la chica comversaban divertidos mientras el azabache era rodeado por chicas.

—Sasuke-kun, ¿cuando nos dirás donde entrenas?

—Si Sasuke-kun, sería mejor si nos dejaras animarte.

Comenzaron a hablar, el azabache sólo cerró los ojos intentando ignorarlas pero cada ves era más difícil.

—¡Ey Sasuke! —El azabache abrió los ojos viendo a la chica de cabellera corta frente a él —Alfin mi haces caso baka, olvide mi libro aquí más el alboroto no me deja buscarlo.

Las chicas la fulminaban con la mirada mientras la chica veía al azabache directamente a los ojos con una gentil sonrisa.

—¿Como te atreves a ablarle así a Sasuke-kun?

—¿Quién te as creído?

Comenzaron a reclamarle, más la chica las ignoraba y seguía a la espera del azabache, quien tomó el libro que estaba en la banca alado de él y se lo entregó con una pequeña sonrisa para sorpresa de muchos.

—Aquí tienes ____.

—Gracia.

La chica tomó el libro y se retiro despidiéndose con un gesto de mano, el azabache la observó un momento para después volver a cerrar los ojos mientras las chicas lo veían interrogante y susurraba.

Las clases habían terminado, el azabache fue el primero en salir y espero a la chica de cabellera corta afuera, aparentemente se había quedado para preguntarle algo al sensei junto al Castaño.

—Oh Sasuke, ¿que haces aquí? Pensé que ya te había ido

Llamo su atención una chica peli-rosa, el azabache la miró un momento para volver su mirada a un punto inexistente del lugar.

—Espero a alguien...

—Uh? Si buscas a Iruka-sensei se quedo ablando con unos compañeros.

—Los espero a ellos.

—Hum... ¿Por qué?

—Nada que te importe.

La miró de reojo, pensó haberse librado de sus fanáticas, pero tal paresia que una se había apartado del grupo, las cuales segúian un simple clon. Se quedaron viendo mutuamente, la chica paresia apenada tratando de no verlo a los ojos, tras suspirar dirigió su mirada a los ojos del azabache, en los cuales pudo ver un brillo que iso latir aún más el corazón de la peli-rosa, más antes de que dijera algo alguien más habló.

—¿Sasuke?

En ese momento noto que el azabache no la veía a ella, giro su cabeza viendo a una chica de cabellera corta hasta los hombros y a un Castaño junto a ella.

—Pensé que te habías ido.

—Quería que regresaramos juntos al apartamento.

El azabache camino asía ellos pasando de largo a la peli-rosa, quien paresia molesta por la situación.

—Ya estoy yo para acompañarla Uchiha.

—Kiba, ya te explique que Sasuke es mi nuevo amigo.

—¿Y? Yo soy tu amigo desde que eras un renacuajo, ¿piensas que te dejaré sola con alguien más?

La chica Sonrió con un leve rubor y negó divertida para voltear a ver al azabache.

—Es algo celoso en ocasiones, ya sabes, celos de amigo.

—Ey, solo intento protegerte.

—¿Pero que podría hacerme Sasuke? Aparte, vivimos en donde mismo solo que distintos apartamentos.

—Esta bien, aun asi yo también iré y cuando los deje quiero que vayas derechito a tu apartamento, recuerda que iremos a entrenar.

—Si, si, vámonos ya.

Comenzaron a caminar pasando nuevamente a lado de la peli-rosa, quien los había escuchado y paresia estar molesta. El camino fue silencioso aunque no incomodo, la chica veía a su alrededor con una agradable sonrisa y saludaba con una pequeña revesensia a quienes conosia y a quienes no.

—Nisiquiera conoses a la mitad de los de la aldea, ¿por qué saludas a todos?

—Se llama amabilidad baka.

—Esa palabra.

—Ne, Kiba, me prohibes todo.

—Aunque estudiemos en la misma academia y mismo salón eres un año menor que yo, el que te clasificarán como prodigio no te da la madurez para tales palabras.

—Y vaya que prodigio, solo soy buena en genjutsu, me da flojera el taijutsu y ninjitsu.

—Aún a si eres hábil, por tu altura y gracias a que eres delgada te es más fácil moberte, aparte de que el tener el pelo corto te da ventaja.

—Si, por algo lo mantengo así, el que las demás lo tengan largo para gustarle al emo —apuntó a Sasuke quien levantó una ceja— no es mi culpa.

—¿Como que emo?

—Ay... Jeje es de cariño?

Sonrio nerviosa cerrando los ojos y viendo al azabache, quien la observaba de brazos cruzados, más al verla suspiro y cerró los ojos.

—Bien, pero no me digas así delante de los demás.

—No prometo nada.

El azabache se llevó la mano a su cuello acarisiando su sien y vio al Castaño con evidente molestia.

—¿Como la soportas?

—Años de práctica mi amigo.

—¡¿Me estas disiendo molesta?!

El azabache bajo la mirada viéndola y se inclino hasta estar cara a cara, levantó una de sus manos y le dio un pequeño golpe con el dedo en la frente.

—Digo que eres muy rara, pero si, también molesta.

—¡Ey! Nadie te tiene aquí de ahuevo, tu escogiste venir con nosotros y eso incluye tener que soportarme.