|| S A D 🌼 Kookmin [Omegaverse] ||

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"Recuerda que "La vida es un préstamo a la muerte", ¿Por qué tener miedo? Nuestra efímera existencia se va y jamás vuelve."

Tal vez por eso es que Jimin decidió dejarse llevar por sus emociones, dejó que sus instintos lo guiarán para entregarse por completo. Tenía miedo al rechazo, tenía miedo a la muerte.

De cualquier forma, no podía oponerse al emparejamiento, estaba en celo y un alfa estaba frente a él, debía aceptarlo.

-Omega.-De nuevo aquel nombramiento estaba llamando a su lobo para que se presentase.

Pronto los ojitos avellanas de Jimin cambiaron de color a azules, algo muy extraño ya que ese color no era propio de los omegas, el color de ún omega en celo era ámbar.

Eso pareció excitar de sobremanera al dominante ya que gruñó y a pasos seguros se aproximó, olfateando el aire, la distancia dejó de existir, se agachó y observó al pequeño en el suelo, totalmente indefenso y a su merced, mostrando sumisión.

-Omega-El mencionado se estremeció de sobre manera, arqueó su espalda nuevamente, mientras otra ola de calor lo golpeaba, dejando que chorros de lubricante natural salieran, enloqueciendo más al contrario.-Estas listo para mí, ¿no es así?-Pronunció con voz grave.-Estas en celo, dilatado y húmedo para mí, solo para mí.

El olor lo estaba hipnotizando, el dulce almizclado aroma a dulces y malvabiscos del lubricante natural, con las feromonas de celo a fresas y vainilla combinadas, lo estaban haciendo perder el control definitivamente.

Pero el control era algo que ya no existía en su conciencia, su lobo interior había tomado el poder, lo guió hasta él omega y estaba más seguro que después de tanto tiempo de espera, ese era su omega destinado.

-Crees que podrás tomarme?.-Los carmines ojos encendidos en llamas ardientes observando con adoración como las sensaciones golpeaban al pequeño, hasta que al parecer de tantas fuertes oleadas protagonizadas, se desvaneció en un orgasmo, un orgasmo seco.

Temblando y sollozando, más lubricante saliendo.-A-alfa.

Solo esa palabra faltó para que el mencionado tomará por la cintura al rubio, sus grandes manos abarcaban todo con gran autoridad, la pequeña cintura siendo tomada. El dominante se posicionó entre las húmedas, debilitadas y delgadas piernas.

-Te corriste, eres un lindo omega, solo para mi, mío.

Su nariz hundiéndose en el pálido cuello expuesto, los toques eran simplemente eléctricos al tacto de Jimin. Tan cargados de adoración, delicadeza y protección. Todo lo que había querido sentir toda su vida.

Con lágrimas saladas, expuso su cuello en todo su esplendor mientras el alfa olfatea excitado.

La luz de luna cada vez más resplandeciente sobre sus cuerpos, en medio del bosque, totalmente alejados del pueblo. El calor y la ropa prontamente comenzaron a estorbar.

Con fuerza animal el alfa lo despojó de sus ropas, rompiéndolas a la mitad, desde sus viejos pantalones hasta su gastada camiseta del internado, mostrando sus rosados pezones, su pecho delgado y sus débiles piernas blanquecinas, el más grande se deleitaba con la maravillosa vista.