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18. Celos y peleas.

Capítulo dieciocho.

La fiesta no parecía estar cerca de terminar. Aunque pensándolo bien, ¿Qué fiesta termina a las tres de la mañana?
Había gente por todos lados y aún así conocía a muy pocos. Mis amigas estaban por ahí con sus chicos y yo me encontraba sentada en el sofá, rodeada de parejas devorándose.
Para agrandar la lista de porque es la fiesta mas aburrida en la que he estado, debo agregarle que desde este ángulo tengo la vista perfecta de Jungkook y esa maldita castaña demasiado cerca de el.
Ella le hace señas de que volverá enseguida y se pone de pie. Yo me quedo mirando como una tonta y Jungkook se percata de ello.

—¿Se te perdió algo?

—No, pero a esa chica se le perdió el buen gusto.

—A mi me pareció que me estabas observando.

—Intentaba descifrar que veía ella en ti.

—Podría demostrártelo, pero tu saldrías ganando. —copió las palabras que dije cuando nos conocimos— Además, creo que ya lo sabes —me guiñó un ojo y se levantó del sofá.

—Idiota.

—¿Quieres algo para beber?

—Puedo conseguirlo por mi cuenta, gracias —sonreí falsamente y fui a buscar a Jason, que bailaba muy pegado a una rubia.

Lo tome del cuello de la camisa y lo arrastré fuera de la pista improvisada.

—¿Que sucede? —me preguntó sin dejar de mirar a la chica con la que bailaba.

—¿Quieres calmar tus hormonas y emborracharme? —pregunté pasándome las manos por mi cabello.

—No es mi culpa, no he tenido acción por varios meses —dijo mirándome y me sonrojé.

—Una chica muy inteligente, seguro.

—Dime, ¿de qué quieres olvidarte?

—No importa. Quiero que me cuides como las pocas veces que me he pasado de tragos.

—Siempre lo haré. —contestó mirándome fijamente.

—Jas... —sacudió su cabeza y quitó la mano que estaba alcanzando mi mejilla.

—Lo siento. La costumbre.

Sonreímos.

Me extendió su mano, la tomé y me llevó hacia la cocina. Nos sentamos a hablar como si nunca hubiese pasado nada entre nosotros, como si nuestra relación no hubiese terminado hace pocos días. Tomábamos y nos reíamos de cualquier cosa.  Comenzó a escucharse la canción Work de Rihanna.

—¡Adoro está canción!

Me levanté y lo llevé hacia dónde todos se encontraban bailando. Pegué mis caderas a él y me dejé llevar por la música.

—Había olvidado lo divertido que era pasar tiempo contigo —dijo.

Sonreí y besé su mejilla amigablemente.
Estaba pasándola bien, hasta que vi a Jungkook acercarse a la misma chica que se robo su atención toda la noche, ella lo tomó de la mano y le insistió para bailar. Se pusieron al lado nuestro. De todos los lugares de la casa, justo al lado nuestro.

La castaña se veía muy divertida, estaba disfrutando de ser la elegida por el cumplañero. Apreté mi mandíbula.
Jungkook me miró y no supe como reaccionar, ni hacer otra cosa que no sea estampar los labios de Jason contra los míos. El siguió el beso, dulcemente, como siempre.

—Lo siento. —dije cuando nos separamos. Sintiéndome la peor persona del mundo.

—Sé lo que estás intentando.