Capítulo XXIV

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Era feliz, estar envuelta en sus brazos, sentir su aroma, me hacía sentir tan segura

Rhen: ahora que has arruinado mi sorpresa de ese día, es justo que pidas tú la comida

Kat: ¿eh?

Rhen: yo estoy cansado

Kat: s-si, está bien, pero, ¿no te quieres dar una ducha?

Rhen: me estas proponiendo bañarte conmigo

Kat: ¡no!, yo  solo quería prepararte la ducha, para que te relajes y pueda revisarte esos golpes

Rhen: ah era eso, estoy bien

Kat: claro que no, vi que te golpearon mucho

Rhen: dije que estoy bien

Kat: no, no lo estas

Rhen: ¿acaso sabes más que yo? -_-…

La terquedad era su caracteristica mas fuerte, pues yo era mas, me pregunto si presionaba sus moretones lo haría cambiar de opinión :)

Rhen: auch, ¿qué te pasa? ¿Estás loca?

Kat: ves, si te duele, tengo que curarte, anda ve y báñate

Rhen: sabes creo que te estas aprovechándote de la situación

Kat: ¿no de que hablas?, yo iré a comprar la comida

 Rhen: esta bien pero no demores

Kat: pues cuando he sido demorona...ademá...ahhh!!

Rhen: que tienes!?

El muy sinvergÜenza se había sacado la camisa y el pantalón, ¿que le pasa? ¿donde tenía el pudor?

Rhen: es en serio? somos esposos, tienes que acostumbrarte...

Kat: recuerda que hemos tenido una vida de esposos falsa, no me vengas de golpe con esas cosas 

Rhen: asi que esas cosas, yo puedo enseñartelas con calma

Kat: ya me voy...

Era un pervertido, ¿que le pasa?...ya me empezaba a dar miedo pasar la noche con él, aunque claro él tiene razón, él es mi esposo, no tengo que tener miedo...

A quien engaño, igual me da miedo -_-

RHEN

Fue divertido, jugar con Kat, sus expresiones me hacían adorarla y desearla mas...

Después de darme un baño recibí la llamada de mis hermanas, me había olvidado de llamarlas, estaban furiosas, ya se imaginaran 

Lisseth: óyeme pendejo, nosotras con el alma en un hilo y tu chapándotela a la cojuda esa

Rhen: lo siento, hemos estado a salvo nomas de una hora

Termine de contarle lo que había pasado, quedaron tan sorprendidas como yo, pero ya no me preocupaba si se daban cuenta o no de que me matrimonio comenzó con una farsa, solo me interesaba proteger a la persona que más amaba

Vanessa: ay pendejito, entonces no te interrumpimos provecho

Ahora firmo por tíDonde viven las historias. Descúbrelo ahora