Juntos contra el mundo

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Para Seijuuro había sido divertido explorarlo en todas las maneras, pero no una diversión con deje de burla. Sino algo que encendía ese ser en su interior la llama de una locura inexplicable que le hacía feliz, Kouki era como un campo de juegos, un campo algo minado, pero al que podía acudir, uno al que a pesar de que las minas explotaban y podía salir herido, era un campo que; si lo cuidaba, no solo las minas eran desarmadas; sino que encontraba bajo la arena un hermoso campo de flores que soltaban ese aroma dulce y empalagoso, que; aunque no fuera lo dulce de su gusto, ese aroma acaramelado le tranquilizaba y le decía que estaba ahí, para él.


Y aunque Seijuuro sabía que no era alguien totalmente cuerdo, Kouki lo quería, lo comprendía. Porque cuando Seijuuro sentía que estaba cayendo, era Kouki quien lo traía con su cariño, amabilidad y amor, de vuelta a la vida.



Con el paso del tiempo y aunque Kouki tuvo un par de crisis producto de emociones desbordadas, a pesar de que Seijuuro en su momento pensó que su locura; y hablaba de la suya, seria demasiada para la psique del castaño, que le haría daño, siguieron juntos.


A pesar de que el mayor de los Akashi no estaba del todo de acuerdo con la relación, de la distancia luego de que escogieran diferentes caminos debido a los estudios, de los chismes, del llanto, a pesar de todo.

Siguieron juntos.

Porque Seijuuro le había prometido que; sin importar los retos que pudieran separarlos, que a pesar de todo, siempre encontrarían el camino para volver a estar juntos.

Seijuuro no sabía cómo ser cursi, no sabía nada del amor ni de como demostrarlo, todo fue nuevo, inexplorado. Así que el día en el que tuvo que encontrar en el fondo de su mente, de su alma y de su amor las palabras que irían el los votos de su boda, simplemente se perdió.


Porque para Seijuuro decir "En la salud, y en la enfermedad, en la riqueza y pobreza" era algo genérico que todo el mundo decía. Quería que sus palabras hicieran impacto en el corazón de Kouki, quería ver sus ojos anegados en lágrimas de amor del más puro que sabía que tenía y que era solo para él.



Cautívalo con algo que sepas que le gusta Akashi, después de todo eres quien le conoce mejor que nadie—

Eso le había dicho el único al que había acudido a sabiendas que no se atrevería a burlarse, después de todo era su testigo, de algo debía de servir el honor.

—Tienes razón Shintaro, se de algo que le va a encantar—



—Tienes razón Shintaro, se de algo que le va a encantar—

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—Con estas manos, yo; Seijuuro Akashi, sostendré tus anhelos, tu copa no estará vacía porque yo seré tu vino, yo seré quien alumbre tu camino en la más densa oscuridad; aunque nunca dejaría que caigas en ella, y con este anillo; con este anillo te pido que seamos uno mismo por el resto de la eternidad e incluso después de ella—



UNO EN EL MUNDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora