Gracias al cielo, llegaron rápido al hospital y Nick se recuperó, pasaron algunos años hasta que Nick volvió a salir del hospital. Para ese entonces yo estaba en la universidad. Había elegido estudiar repostería, porque a Nick le encantaban los dulces, yo realmente los odiaba.
Durante aquellos años en los que solo estuve con Nick en el hospital, en algún punto de mi vida Nick me hizo comprender que no estaba bien estar aislada de todos, que tenía que abrirme y dejar de decir cosas hirientes a los demás.
Para aquel entonces tenía amigos, me llevaba mejor con las personas y había aprendido a expresar un poco mis sentimientos. Aquel día en específico era mi cumpleaños, todos mis compañeros habían quedado para hacerme una pequeña fiesta, a pesar de que me había negado. A la salida de clase fuimos a un bar cercano. Todos reían, todos disfrutaban y yo también lo hacía.
Había estado hablando por mensaje con Nick todo el día y le había explicado donde estaría, razón por la que llegaría más tarde, me había pedido que el enviara la dirección por curiosidad y así lo hice, después de aquello Nick no me envió mas mensajes. Supuse que quizás estaría cansado y se habría dormido. Así que simplemente por un pequeño corto plazo de tiempo desconecte y disfrute con mis amigos.
Alex un chico de ojos cafés, más alto que yo y extrañamente cariñoso me abrazaba, utilizaba cualquier excusa para abrazarme, Anna la primera chica que se me acerco a hablarme en la universidad reía a carcajadas con una cerveza en la mano, mientras yo discutía con Eric, un chico extraño, el primero que se atrevió a gritarme mis verdades, el único que se atrevió a desafiar a todos por mí, a pesar de que nos llevábamos mal. Extrañamente había algo en Eric que me recordaba mucho a Nick, no sabía el que, pero hay estaba, cuando le pillaba mirándome, el brillo de sus ojos era el mismo, cuando sonreía, sus sonrisas eran las misma. Cuando me hablaba aunque fuera peleando sus palabras escondían algo igual que las de Nick, solo que era como si Eric escondiera dulces palabras, palabras que presagiaban un buen futuro, mientras que las de Nick, las de el solo eran pura tristeza, como si gritara en silencio no me dejes, todo acabara, estoy sufriendo, no quiero que llores,déjame. Era como si detrás de aquellas lindas palabras Nick cantara en silencio aquella canción.
De un momento a otro, cuando el alcohol ya comenzaba a adueñarse de mi cerebro, el habiente cambio, la dulce fragancia de Nick inundo el ambiente, su presencia se sintió por todos lados, mi mirada se dirigió a un punto exacto, a una esquina, en donde un chico de grandes ojos y totalmente fuera de lugar buscaba con desesperación algo. Sentí como una sonrisa se dibujó en mi rostro. Me levante de donde estaba mientras escuchaba a mis amigos gritar. Pero solo tenía ojos para aquel niño desubicado del lugar.
-creo que te has perdido. - y hay estaba de nuevo su sonrisa, sus brillantes ojos, su semblante despreocupado, allí estaba de nuevo mi Nick
-se me ha perdido alguien. - contesto envolviendo sus brazos a mi alrededor, aspire con ansias su aroma, el aroma de Nick.
Al separarnos, como siempre los dos sonreímos, esa sonrisa que solo nos surgía cuando estábamos los dos juntos, esa que solo él y yo conocíamos.
-hey Alex…- gritaban mis compañeros, le tome de la mano y le lleve junto con todos, les presente y como si Nick no fuera un extraño se integró muy fácilmente con todos, todos le sonreían, le hablaban, le trataban como a uno más, excepto una persona.
Eric ese chico arrogante y extraño, de repente todo lo que yo hacía le molestaba, todo lo que decía era estúpido. Hasta que sin saber cómo ni porque él y Nick se quedaron solos en la terraza, hablaron, discutieron y yo en ningún momento me acerque, no porque no quisiera, no porque no tuviera ganas, sino porque entre Alex y Anna me lo impedían a toda costa, en otro tiempo más atrás, hubiera buscado la manera y no me hubiera fiado de ellos, pero en aquel entonces aunque no lo demostraba mucho, ni me lo admitía confiaba en ellos, quizás aquella fue la razón por la que me resigne y deje de luchar.
Cuando los dos chicos regresaron, nada había cambiado, todo seguía igual. La noche acabo y aquel día, por primera vez en muchos años, Nick no regreso al hospital, aquel día Nick y yo fuimos uno solos, le lleve a mi departamento y aquella noche, mientras me entregaba a Nick jure protegerle con mi vida, jure hacer todo lo que estuviera en mis manos por cuidar aquella sonrisa, aquella sensación, por proteger aquel momento.
Aquella noche de mi 23 cumpleaños, a tan solo un mes de mi graduación, al entregarme a Nick, al observarle dormir tan plácidamente, mi pecho se encogió, y llore, llore durante toda la noche, hasta que mis ojos se cansaron, hasta que mi alma alivio un poco su dolor.
En la oscuridad de aquella habitación en la que había compartido el momento más maravilloso de mi vida con Nick, supe que jamás podría vivir sin él, supe que si Nick no estaba yo no sabría cómo reír, como respirar, simplemente yo no podría seguir a delante.
Durante el mes próximo a mi graduación, había acudido más de lo normal al hospital, me había hecho pruebas de todo tipo, había llorado, había luchado y me había peleado con mis padres y con un no muy contento Eric. Todos ellos sabían lo que quería, todos sabían lo que sentía y todos estaban en contra de mi voluntad. Todos pensaban que entendían como me sentía, pero yo sabía que por mucho esfuerzo que hicieran jamás llegarían a entender del todo lo que sentía.
Luche con todas mis fuerzas por convencerles, por mantenerlo oculto de Nick, por sonreír siempre que Nick estaba, porque si se trataba de Nick, todo valía la pena.
El día de mi graduación, Nick no asistiría, porque Nick tenía una operación. Habían encontrado un donante, uno que era extrañamente compatible con él, uno que podría garantizarle una vida más larga, una vida con un futuro.
Aquel día, Eric no se separó de mí, Eric tampoco acudiría a la graduación, al igual que yo. Eric juro no dejarme sola, yo sabía que Eric me amaba, que toda aquella situación también era dolorosa para él, pero yo ya había decidido que siempre estaría al lado de Nick, pasase lo que pasase, Nick y yo siempre seriamos uno solo, porque yo no podría vivir si Nick no estaba.
Aquel día, al verlo entrar en una camilla a la sala de operaciones, con esa sonrisa tan radiante, con esos ojos tan grandes y hermosos, pronunciando mi nombre con aquella voz tan angelical. Aquella vez fue la última vez que vi su sonrisa.
Aquel día cumplí mi promesa, protegí la sonrisa y la vida de Nick, protegí su futuro, su mirada luminosa, su dulce voz. Yo evite que Nick sufriera, que a Nick le doliera más el pecho, evite que Nick volviera a entrar en un hospital.
Estoy junto a ti Nick, en este momento, en este instante, estamos juntos. Que estás haciendo ahora Nick, yo no lo sé, porque cuando tú leas esto, nuestra historia, nuestro pasado y nuestro presente yo ya no estaré.
Eres feliz Nick, sonríes como me sonreías a mí, ahora cantas canciones más felices. Nick quien eres ahora.
Yo siempre estaré contigo Nick, vallas donde vallas, hagas lo que hagas, siempre seremos tú y yo. Vive por los dos, sonríe como tú solo sabes sonrír para mi Nick, porque este donde este siempre siempre lo mejor será nuestra sonrisa.
Nick, yo no sé vivir sin ti, pero yo ya viví, tuve una vida estupenda des de el momento en que te conocí, des de que con lágrimas en los ojos me dijiste que no querías morir, supe que lo daría todo por ti. Nick ahora es tu turno de vivir, de ser feliz, de hacer amigos.
Nick que estás haciendo ahora. Estas sonriendo como yo.
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Nuestra corta historia juntos.
Romanceprotegeré tu sonrisa, tu mirada, protegeré Tus lágrimas y tu futuro