recuerdo

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El día anterior no habían pasado mucho sucesos, cuando Dom llegó ya eran las 7 pm, todos comieron y convivieron hasta que se fueron a dormir.

Dom y Brian estaban acostados en la cama, abrazándose y se durmieron

Al día siguiente, Brian se levantó temprano, eran como las 6 AM si no había visto mal, en la casa solo estaban Mía, su madre, Dom y el, así que podía vagar en la casa como quisiera, usando una camisa de Dom que estaba en una silla, con unos bóxers bajo a la cocina, desde hace 1 hora daba vueltas en el espacio de la cama, tenía hambre, apesar de que había cenado.

Fue al refrigerador y vio un bote de helado, sabor chocolate, justo lo que necesitaba.
Agarro el bote y se fue a sentar al sofá, justo en ese momento le daba por pensar en los horribles momentos que había pasado con Verone.

Definitivamente ese tipo estaba loco, y el tan estúpido para contar ese secreto, aún recordaba como en una de las noches en que su cuerpo estaba tranquilo, el estaba sentado en un sillón de su amplia habitación, mirándolo con esa mirada tan penetrante, hasta que hablo.

No me importaría mantenerte encerrado toda la vida, para que te enamores de mi - mirandolo seriamente -

Sabes que yo jamás me enamoraría de ti - exprese con fastidio -

No me importa, tú tendrás un hijo mío, imagínate un niño con mi cabello rizado con tus bellos ojos, será todo un rompecorazones - dando un poco de ilusión en su mirada -

Y que si es niña? - siguiendo la plática, es lo mínimo que podía hacer para no hacer enojar al castaño -

Será toda una Princesa, será muy hermosa, todos caerán a sus pies, cómo yo lo hize contigo. - mirandolo -
Brian, conmigo estarás muy bien.

Tu sabes que eso no es cierto, me secuestras te por su no lo recuerdas, haz abusado de mi sexualmente, y así piensas que me voy a enamorar de ti? Yo no tengo síndrome de Estocolmo, si te metí a la cárcel una vez, lo haré de nuevo, te lo aseguro. No me importa acabar con mi vida en el proceso - lanzando una mirada fría -

Hablas puras tonterías cariño, sabes que formaremos una familia, y nunca te escaparas de mi - poniendo una sonrisa burlona -

Tu no estás enamorado de mi Carter, yo solo soy una diversión para ti, y cuando te aburras de mi, me matarás, cómo lo intentaste con Mónica - hablando tranquilamente -

El otro se paro y le sujeto de la barbilla, quedando cara a cara.

Tu eres mío Brian - dijo el castaño -

No soy de nadie - reto el ojiazul -

Sus labios fueron presionados por la boca del castaño, iniciando un toque rudo, el ojiverde dió una leve mordida en el labio inferior del otro, dando más acceso a la boca del otro. Luego de unos minutos, se separaron, ambos jadeantes por lo ocurrido.

Tu eres mío, aunque no estés conmigo O'Conner - mirando al rubio -

El otro fastidiado del comportamiento del ojiverde, solo miro a otro lado, ignorando las palabras que le habían dicho. El castaño al ver la actitud del otro salió de la habitación molesto, ordenando quien sabe que a sus empleados.

Brian, sabía que Carter era peligroso cuando estuvo en la misión en Miami, pero no iba a negar sé si le atrajo cuando lo vio, en persona, pensando que se veía más guapo que en el expediente
Pero eso no quitaba que su corazón en ese momento, se había ido al entregar las llaves del carro.
Si no era ciego para no disfrutar la vista.

Se sentía como una polilla atraída por la luz, cuando lo conoció, esa sonrisa arrogante y sus ojos verdes captaron su atención, no le importaba coquetear con Mónica para ver la reacción del otro, había captado su atención.

Pero eso ya no importaba ahora, estaba con la persona que amaba, parecía que a Jesse se le había olvidado comprar la prueba de embarazo, en unas horas iría.

El helado sabía muy rico, ya no recordaba cuando fue la última vez que había comido uno.

No sabía que haría si la prueba daba positivo, aunque era lo más seguro, el no sabía nada de niños! Cómo iba a criar a uno, casi no había convivido con uno desde años.

Aunque apesar de su concepción, iba a querer al niño o niña, porque llevaba su sangre.

No sintió cuando Dom se sentaba alado a de el, mirándolo.

Pasa algo? - pregunto con voz ronca -

Nada Dommie, no podía dormir - contestó, inclinando su cabeza hacia uno de los hombros del mayor, recargandose -

Pasados unos minutos, ambos de fueron a dormir de nuevo, dándose un pequeño beso para acurrucarse juntos.

Dominic acariciaba los cabellos dorados que brillaban por la luz de la luna, lo amaba.

Mi PropiedadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora