𝐂𝐇𝐀𝐏𝐓𝐄𝐑 𝟎𝟑

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Cerró con fuerza la puerta del baño y se permitió desplomarse en el frío suelo junto a sus penas que de sus bolsillos se habían escapado. Luego tendría que juntarlas pero las manos no le alcanzarían para sostenerlas así que le tocaría esconderlas en un algún lugar donde nadie pudiera verlas.

La sangre sobre sus mejillas se había arrastrado encontrándose con una vieja amiga que había salido de los ojos del muchacho para dar un pase sin saber que sería el último ya que una vez llegaba al límite de la barbilla, caería en el vacío.

Llevó una mano a su pecho golpeándolo con impotencia, una vez más no podía respirar. Comenzaba a desesperarse pues no lograba encontrar el aire que tanto le hacía falta, no importaba qué hiciera, simplemente no podía hallarlo.

Se estiró un poco tratando de estar más arriba en el cielo, tratando de poder dar con aquello que tanto deseaba. No sabía si calma era lo que quería encontrar o un poco de felicidad, tal vez solo deseaba de allí poder escapar, lo que sea que Dios le quisiera presentar él lo tomaría sin dudar.

Porque estaba en un punto donde no tenía nada que perder, ni siquiera la vida. Porque él no quería seguir haciéndolo si era de esa manera, SooBin estaba seguro de que eso no era vivir. 

Porque si cada segundo que pasaba solo pensaba en dejar de existir...

Entonces... ¿Cómo podía tener el descaro de llamar a eso vida?

Cerró los ojos por unos instantes y con el pasar de los minutos pudo sentirse un poco mejor. Al verse en el espejo, tras haber limpiado cada rastro de tinta roja que había sobre su rostro, volvió a sentir miedo.

Miedo a lo que había ocurrido antes. Miedo a no saber porqué ese joven chico de cabello castaño sabía dónde es que él vivía y cómo era su nombre. Ni siquiera había tenido tiempo de pensarlo cuando sus piernas comenzaron a moverse torpemente mientras corría en dirección a su departamento, tratando de huir como siempre lo hacía. Porque ahora cree que cuando todo su mundo está sostenido por un muy fino hilo, no vale la pena enfrentarse a los problemas, porque estos siempre eran y siempre serán más fuertes de lo que él podrá llegar a ser jamás.

Abrió el grifo dejando el agua correr por sus brazos dejando que la corriente arrastre con ella lo que él no debía de mostrar. En ese momento, SooBin sintió que el tiempo era igual que el fluir del agua que ahora se había manchado de un intenso bermellón. 

Porque se le escapaba y no podía sostenerla por mucho que quisiera. Siempre estaba corriendo detrás del tiempo pero por mucho que se esforzara nunca podía alcanzarlo, porque se escurría de sus manos y no tenía el control sobre ello.

Trató de secar sus brazos con cuidado, tal vez eso era lo único bueno que hacía por sí mismo, tratar las heridas esparcidas sobre su piel con delicadeza. Sin embargo... ¿Por qué no se preocupaba por las heridas que están dentro, en su corazón? ¿Por qué aún escuchaba aquella canción que tantos malos recuerdos le traía? ¿Por qué aún le llamaba amigos a esas personas que solo parecían odiarlo? ¿Por qué miraba el celular cada instante en busca de un mensaje que ya nunca llegaría?

¿Por qué aún seguía allí cuando no quería hacerlo?

— ¡Binnie Hyung, mira el dibujo que te hice! — se acercó TaeHyun con una hoja de papel entre sus pequeñas manos. Alzó el dibujo un poco más arriba para que el mayor pudiera verlo.

Era él.

Era él con una capa de superhéroe blanca con pequeñas manchas de acuarela roja, tenía los rizos que una vez se había hecho con la buclera de su madre porque TaeHyun le insistió que se vería bonito. Una fuerte golpiza adornó su mejilla esa tarde, pero valió la pena solo porque vio al más pequeño sonreír.

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⏰ Última actualización: Mar 09, 2022 ⏰

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𝐋𝐈𝐓𝐓𝐋𝐄 𝐀𝐍𝐆𝐄𝐋  ⁞  sookaiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora