seis

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Advertencias: comedia | relaciones chico x chico | alteración de la realidad | escenarios muy rosas | soft

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Consejo de Mew

Después de tal humillación sufrida, el ego y seriedad de Gulf ahora parecían una verdadera broma.

No tenía opción más que terminar de ahogarse en la idea de que nunca conseguirá su sueño, y claro, metido entre las mantas de su fiel cama, pensaba que realmente no estaba al nivel de Mew.

Por todos los cielos, ¿Cómo siquiera se le había llegado a ocurrir que tales labios de aquella preciosa obra de arte podrían llegar a ser uno con los suyos?

Patético.

No había mejor palabra que explicará cómo se sentía y como era su vida justo en ese momento.

—Gulf— y sí, ahí estaba el dueño de todos los pensamientos y suspiros de Gulf.

Aquella obra de arte tan codiciada, que solo algún afortunado tendría la oportunidad de tener consigo, le estaba hablando a él, un simple mortal.

Gulf se limitó a esconderse aún más bajo aquella impenetrable burbuja de seguridad en la que estaba metido.

—Parece que solo queda una persona a la cual aún no le pides un consejo, ¿Cierto?

¿Qué?

¿Acaso esas palabras habían salido de la boca de Mew Suppasit? ¿Cómo siquiera eso era posible?

Demonios, ahora con mayor razón no podría volver a admirar embelesado tan bello rostro, bueno, desde antes eso ya pasaba.

Después de un corto silencio dónde ninguna parte dijo nada, Gulf rápidamente medio salió de su fortaleza, osea, simplemente medio asomó la cabeza bajo la brazada, lo hizo hasta la altura de su nariz para solo mostrar la mitad de su cabeza al otro.

De todas formas, dicen que los ojos son la ventana al alma.

Gulf observaba a Mew y el mismo le analizaba, estaba expentante y el miedo de pronto salió a flote. Claramente eso lo podía ver Mew en la obscura y apagada mirada del otro.

¿Y si le parecía que era patético?

Bueno, más patético de lo que ya lucía.

Quería arrodillarse ahí mismo y pedir perdón de mil y un maneras posibles, más no encontraba aliento alguno que fuera el impulso de las palabras que quería decir.

Bésame Suppasit ; 𝗺𝗲𝘄𝗴𝘂𝗹𝗳Donde viven las historias. Descúbrelo ahora