Prólogo

7 0 0
                                    

Llevaba años sin verlo, siglos sin mirarlo a los ojos. Pero ahí estaba, frente a mí, el único tío capaz de hacer temblar mi mundo, sin apenas intentarlo. Él había sido ese alguien que siempre recordarás. Del que hablarás a tus nietos, para que no repitan tus fallos.
Nuestro final no había sido de cuento. Pero ambos fuimos conscientes en cierto punto del daño que nos hacíamos mutuamente, de que nos merecíamos algo mucho mejor. Pero... esos ojos seguían convirtiéndome en gelatina, me teletransportaban a la época en la que creía en fantasias. Mi cuerpo reaccionaba a él, como no era capaz de hacerlo con otro.
Pero que podia hacer ahora? Todo había terminado no?
Estaba perdida, y esos ojos no ayudaban. Esos ojos que me seguían mirando como si fuese lo más hermoso que habían visto en su vida.

ÉlDonde viven las historias. Descúbrelo ahora