Juliana no dijo nada, solo lo miró con rabia y tiró su mochila a un lado, lista para pelear. Valentina paró su leve llanto para prestarle atención a la pelinegra quien llegó de repente, y al parecer la estaba defendiendo, eso provocó un rubor en sus mejillas.
Sergio escuchó la risita de Nayeli.
—Te pegó una niña. —Le dijo y Lucho estalló en una carcajada junto a ella.
La "hombría" de Sergio se vio afectada, y sin pensarlo dos veces, le devolvió el empujón a Juliana pero mucho más fuerte, se abalanzó sobre ella con todas sus fuerzas y ambos terminaron en el piso. Sergio encima de Juliana, y antes de que pudiera golpearla, Valentina lo empujó a un lado y ayudó a Juliana a levantarse.
Él se acercó hecho una furia hacia la ojiazul e iba a golpearla en la cara con su puño pero Juliana fue más rápida, le gustaba jugar a las peleas con sus primos así que no le costó mucho aprovechar la desestabilización de Sergio para tomarle el brazo y darle la vuelta, le metió el pie y lo tiró al suelo.
Le hizo una llave, con el brazo del chico pelinegro por su espalda, lo subió, él chillo de dolor pidiendo que lo soltara y Juliana se levantó con una sonrisa.
Él la miró aún más enfadado y se levantó sin dignidad.
—Yo no peleo con niñas.
Lucho y Nayeli estaban riéndose de Sergio, seguían sin creer que una niña lo había derribado así.
—Vámonos, dejemos a la estúpida marimacho y su novia la Jirafa. —Escupió él entre dientes y alejándose junto a sus amigos dejando solas a Juliana y a Valentina.
—¿Estás bien? —Le preguntó Juliana, su tono de voz era agudo. Valentina era demasiado tímida, le costaba hablar así que sólo asintió.
Juliana no supo como iniciar la conversación así que tomó las tirantas de su maleta e hizo amago de irse.
—Espera. —Pidió Valentina y Juliana se volteó. Con algo de duda la ojiazul palmeó a su lado invitando a Juliana a sentarse con ella.
Una sonrisa se instaló en los labios de la pelinegra y se hizo al lado de su —Al parecer— nueva amiga.
Juliana no supo que decir pero notó la mirada triste de Valentina puesta en las gomitas que estaban en el suelo. Vio el puchero en los labios de la ojiazul y aunque le pareció tierno, sentía una punzada en su corazón.
Entonces recordó las galletas.
Abrió su maleta y sacó el paquete de galletitas, las destapó y con algo de pena le preguntó:
—¿Quieres?
Valentina sonrió como consecuencia, lentamente sacó una y se la llevó a la boca.
—Gracias. —Le dijo a la pelinegra— Son mis favoritas. —Juliana sonrió y le dio un mordisco a una de las galletas— Eres Juliana, ¿Cierto? —Le preguntó y la pelinegra asintió efusivamente.
—Juliana Valdés.
Le extendió la mano a la ojiazul, quien la tomó alegre.
—Valentina Carvajal.
Se quedaron el resto del descanso compartiendo del paquete de galletas y hablando. Ese era el comienzo de su amistad, que con el tiempo se daría a algo más.
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Cookies ~ Juliantina OS
Short StoryTerminada | Donde a Valentina le gustan las galletas y Juliana las comparte con ella.