Our Destiny | Hiccup x Elsa

Capitulo 8

Cuando pasas la vida en un barco realmente pierdes el sentido del espacio y el tiempo, Elsa se dio cuenta cundo cumplió 23 y aun no podía salir al exterior del barco. Ya hubo pasado unos cuantos años desde que ella le dio vida al dragón de Drago, en ese entonces después de eso padre e hija se embarcaron lejos de las tierras del cazador y cuando fuera el momento ambos serán citados para regresar a pelear y obtener a los dragones en su poder.

La joven subió a la superficie encontrándose con su padre quien se encontraba mirando el escenario del mar oceánico.

- Padre. -lo llamo y lo hizo a girar a verle. - ¿A dónde iremos?

El hombre regreso a ver al horizonte sin responderle la pregunta a su hija aun así después de segundos lo hizo. -no lo sé, esos furia nocturnas parecen que se desvanecido por completo.

Entre la plática de su padre, ella se acercó él estando a la par. -Padre, podríamos...

-¿Pasar tiempo juntos? -le preguntó a Elsa quien a notar esa facción de incompresible hizo reír a su hija, no era el padre más cariñosos pero cuando era niña si mostraba ese amor incondicional.

- Es solo que... no me gustaría que mi madre nos viera desde el Valhala que nos hemos separado por completo ¿Era lo que ella quería? -Elsa le dijo. -solo quisiera estar una vez en paz, padre.

El hombre volteo a ver a su hija, ella se encontraba aun lado de él observando el mar con una sonrisa, por un pequeño lapso se percató del gran parecido a su madre lo único que la hacía diferente era su cabello. La chica se dio cuenta de la mirada de su padre y se giró a verle mostrando una sonrisa cálida que hizo sentir mal, después de todo lo que le había hecho, lo que había pasado ella seguía sonriendo sin mostrar un mínimo de su dolor.

- Elsa. -dijo su nombre y la abrazo, ella se sorprendió ante la acción de su padre; después de tanto años sin sentir afecto por parte de él.

(...)

La noche era una vil pesadilla para la pequeña platinada, el ruido de los dragones marinos la había despertado y le aterraba mucho al saber que uno de esos monstros la comería viva de un solo bocado y ella ni se daría cuenta hasta estar en el estómago del dragón. Como pudo bajo de su cama y se dispuso a caminar hacia la habitación de su padre que estaba solo cuando su pasillo, un ruido la hizo correr y entrar al cuarto de su padre con suma urgencia, pero aun así en su escandalo solo encontró los aposentos de su padre vacío, solo la vela encendida que se colocaba al filo de la mesa donde se encontraba la pintura de su madre...

Su mirada se desvío por el ruido de las escaleras, se encontró a su hija llorando con su pequeño peluche en brazos, ella se aproximó a él y abrazo las piernas de su padre. -Papá un dragón marino paso por mi ventana. -exclamo la niña entre su llanto aterrador. El hombre no dijo nada solo acaricio los cabello platinados de la pequeña intentando así darle protección

- Nada malo te pasara. -le dijo después de unos segundos de silencio. -ven vamos a dormir. -tomo su pequeña mano y comenzó a guiarla nuevamente a las escaleras que los llevaba a las habitaciones.

- Pero papá....

El hombre soltó la mano de su hija y la cargo entre sus brazos para llevarla a su habitación, en la cama la acostó y arropo para que se mantuviera tibia para después sentarse al filo de la cama. -Yo me quedare aquí, mientras tú duermes. -le propuso.

Ella parpadeo por unos segundos ante la respuesta de su padre y una sonrisa aprecio en sus diminutos labios, su vista paso de su padre y se centró detrás de sus espaldas en donde el cuadro de su madre. -vez mamá, papá me protege. -dijo inocentemente haciendo reír al padre para después darle un gesto de acariciar su cabeza.