Antología: Historias extras [Los traidores #1.5]

Poder

Aviso: Esta historia es preferible leerse después de haber leído "Dama de la noche", debido a que hay personajes que hacen su debut en el segundo libro. Sin embargo, es igual de disfrutable.

La prueba suprema de virtud consiste en poseer un poder ilimitado sin abusar de él.

-Thomas Macaulay

Reina Marie Laveau

1667

El ascenso de Catherine Laveau, de hechicera promedio a líder de terreno, había sido satisfactorio para la bruja y su familia. Su única hija, Marie, un alma curiosa se emociona por el nuevo mundo, entusiasmada llegando por el bosque hacia su hogar en Nueva Amsterdam el lugar en donde les tocaba.

—Mañana tengo reunión con los clanes y manadas del lugar —dijo Catherine—. Marie, hoy nos reuniremos con los hechiceros que residen aquí, esos que ayudaron a Joki durante su estadía. Así que ve a vestirte.

Marie asintió dejando sus guantes en la mesita de la entrada y subiendo las escaleras de la enorme casa. Ya luego de aquella reunión podía explorar la ciudad.

Los hechiceros cuando son creados, se les añade un apellido existente solo para adentrarse al mundo humano. El aspecto físico tales como la raza y color, son una variante en el hechizo de creación y a medida que nacían los hechiceros de segunda generación, lo heredaban.

Nadie sabía crear especies desde cero que no fueran vampiros y hombres lobo más que Nightshade. Había sido algo con lo que él había muerto, así que luego de su muerte, los hechiceros restantes, por suerte más de mil, habían tenido tiempo de repoblar.

No había repercusiones de crías entre primos, los hechiceros eran perfectos. Pero todos eran de segunda generación y eran creídos como inferiores.

Marie, para poder salir en aquella época, debía utilizar magia para cambiar su color de piel, puesto que, en el nuevo mundo, su color de piel significaba esclavitud.

Nueva Amsterdam era un estado grande, y Marie al no tener tantos deberes como su madre, podía tomarse la libertad de pasearlo como quisiera. Marie sentía curiosidad sobre todo el mundo, la humanidad siempre le había causado curiosidad, sobre todo los esclavos.

Sin embargo, también como consecuencia de la época, no podía hacerlo sola.

—Señorita Laveau, no podemos simplemente hablar con los esclavos. Ellos rigen a un amo —Le dijo Frank. Frank era un hombre que no aparentaba más de treinta años, como todos en su especie, pero Marie sabía que tenía más de cien. Frank había estado en la batalla contra Nightshade.

—Es solo... me causan mucha curiosidad, Frank —dijo Marie entrelazando su brazo con el de él. Debían aparentar ser una pareja casada al público—. El nuevo mundo en sí me causa intriga. Si encontrara indígenas aquí, te aseguro que hablaría con ellos.

—¿Así que solamente desea hablar con un esclavo para poder saber de dónde proviene? —Marie hizo una mueca.

—Algo así, también me gustaría saber sobre su cultura y todo eso. La cultura europea es aburrida y tediosa —Frank soltó una risa.

—Y eso que solamente viviste diecisiete años allá.

—¡Y lo agradezco! La cultura del nuevo mundo es... Rica. Sé que por ahí debe haber esa mezcla de culturas que tanto busco. No sé cómo viviste tanto tiempo en medio de Europa —Frank hizo una mueca