Solucionando problemas

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La noche era fría ese día, pero el chico seguía sin moverse del sitio, como si lo único importante para él era observar el mar que se movía con calma, sin prisa alguna.

Sus ojos estaban fijos a los litros de agua, tal vez estaba buscando un recuerdo o una pista al lío que tenía en la mente, pero parecía no poder encontrar respuesta alguna.

Suspirando levanto la vista a la luna, como pidiendo ayuda o algún consejo, pero ella era igual de callada.

Todo era silencio hasta que unos pasos se escucharon, alguien estaba detrás de él y parecía ir hacia su dirección. Con curiosidad y cierto miedo por estar solo el joven giro la cabeza, viendo una figura conocida. Suspiro y miro hacia adelante otra vez.

- Felix - llamó con un susurro el chico que se sentó a su lado.

- Jisung - contestó el australiano y después de eso, el silencio volvió.

Era un ambiente incómodo aunque a la vez no.

Eran dos conocidos, en la noche y delante del mar, una escena tan calmada como la de hacia años atrás. Pero la situación en el interior no parecía ser la misma.

- Estás aquí - dijo el castaño en un intento de aligerar el ambiente.

- Sabes que siempre estoy aquí - contestó el otro en un tono cansado, pero no negativo - Me conoces mejor que nadie.

- Si... - los dos omegas se miraron y una pequeña sonrisa logró escapar de sus labios, habían extrañado la compañía del otro - Oye, yo lo-

- No - le corto Felix - No te disculpes, es absurdo - bufo y miro hacia adelante, intentando buscar la solución a todo - Fue mi culpa. Tendría que haberte escuchado, solo tenías miedo de mi reacción - se acomodó y volvió a mirar a Jisung, quien no había sacado la vista de él - Juramos no separarnos nunca y al final fue lo que paso. Solo por la tontería de haber encontrado a tu alfa, a tu felicidad - río sin gracia Felix - Fui un tonto...

- No, no digas eso - Jisung agarro confianza y se acercó al contrario - Fue mi culpa también, dije que nos contaríamos todo pero no te dije sobre Minho - lentamente puso su mano en el hombro de Felix - Si fuera tú también estaría dolido.

- Fuimos idiotas - el rubio dejó caer su cabeza mirando sus piernas.

- Somos unos idiotas - le ánimo el otro, sacudiéndole.

Se miraron otra vez y rieron. Como si todo lo que había pasado nunca hubiera existido y como si su amistad no hubiera sido rota en ningún momento.

Porque eso era lo que deseaban en sus interiores, que nada de eso hubiera pasado.

- ¿Qué tal te va todo con él? ¿Te trata bien? - pregunto Felix, curioso por todo lo que se había perdido.

- Si, él es... Minho es increíble - dijo sonriendo, y Felix supo que decía la verdad - Es tan cariñoso y pegajoso, si fuera por él no me dejaría ir nunca - río y sus mejillas escondieron sus ojos. Felix le miro feliz, orgulloso de saber que el otro podía gozar de esa felicidad, sonriendo por su amigo.

- Ya veo... Es realmente bueno contigo - su vista volvió al mar - Parecía un imbécil pero por lo que dices es el indicado para ti - sonrió, recordando haberlos visto abrazarse juntos - Hacéis buena pareja.

- Gracias - Jisung se tiró encima de él con suavidad, abrazándolo - Te extrañé.

- Yo también - le devolvió el abrazo, sintiendo como las lágrimas querían salir - Lo siento por todo.

- Yo también - Jisung empezó a llorar, abrazándolo más fuerte - También lo siento por ser un idiota.

Y así los dos lloraron a las tres de la mañana, felices de volver a ser los mismos.

Focus On MeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora