Te quiero

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Savior salió furioso de la habitación, lo odiaba todo porque se sentía tan confundido y celoso.

Anhelaba tener una vida como la de Sam o Grizz, ellos desde pequeños ya habían encontrado a la persona con quien estaban conectados, a su "yo"
humano, alguien con quien podías confiar ciegamente, con quien podías compartir sentimientos y alguien que te hacía feliz y te ayudaba a encontrar tu alma gemela junto a él, porque si él encontraba a su otra mitad, tú también lo hacías. Era tu mejor amigo de por vida.

Pero él no.

Savior al nacer lo dieron como un caso perdido, uno entre millones, el gobierno dijo que no tenía humano, así que no servía para nada, sin humano, era un simple animal, uno que solo podía comunicarse con otros animales, pero no con humanos así que no importaba.

Lo abandonaron a los bosques de Australia, dejándolo con unos simples meses de vida y sin saber que hacer.

Él había salido defectuoso, así que no merecía vivir en la sociedad, solo era un simple animal, no importaba si moría.

Tuvo suerte de ser encontrado por una pequeña manada de Demonios de Tasmania que vivían cerca de la zona, y que al verlo moribundo decidieron darle un pequeño lugar en su familia.

Él estaba muy agradecido con ellos, intentando atrapar toda la comida posible para ellos, pero aunque los demonios de Tasmania le digieran una y otra vez que no se acercara a los pueblos humanos, él lo hacía. Tenía curiosidad, amaba ver a las personas juntos con sus animales pasear por el pueblo, ayudarse entre ellos. Aunque él no tuviera humano alguno...

Pero un día, cuando Savior cumplió 5 años decidió pasear por el bosque, cerca de donde vivían los humanos, ese día encontró a un pequeño chico que lloraba bajo un árbol.

Savior se acercó a él, ni el felino supo el porqué, solo sentía la necesidad de acercarse al chico y animarle. Y entonces, cuando estaba a unos pasos de él, el niño dejó de llorar y se giró a verlo. Sus ojos se juntaron, y Savior sintió que finalmente había llegado a casa.

"¿Me escuchas?" Pregunto primero Savior, estaba nervioso, lo había probado, con miles de humanos antes de rendirse, ya que ninguno parecía oírle.

"S-si" Se le alzaron las orejas y su boca se abrió, sonriendo mientras enseñaba sus filosos dientes "¿Eres mi animal espiritual?"

Savior no pudo contestar antes de que ese niño le envolviera en sus brazos, llorando.

- P-pensé que nunca te encontraría, que n-n-no tenía uno - siguió el humano entre sollozos, dejando la telepatía de lado.

"Yo también, también pensé que no te encontraría" Murmuro mientras frotaba su cabeza en el pecho del chico.

Estuvieron así unos minutos, felices de haberse encontrado, hasta que el pequeño niño salto hacia atrás.

- ¡Aún debo encontrar a mis padres! - dijo en voz alta, exasperado - Channie debe estar preocupado - lloro, frotando sus pequeñas manos en sus mejillas, intentando parar las lágrimas.

"Puedo ayudarte a salir del bosque" El niño al escuchar eso sonrió feliz, su animal espiritual era el mejor.

- ¡Si por favor! - sus manos se juntaron en forma de súplica - Por cierto mi nombre es Felix, ¿cuál es el tuyo?

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⏰ Última actualización: Aug 26, 2020 ⏰

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