Capítulo 2

273 13 1
                                    


Flor llegó a casa y se dispuso a preparase para salir con las chicas, pues la habían invitado a tomar algo.

Decidió ponerse algo cómodo así que se puso unos jeans negros y una camiseta ancha de color rojo. No se maquilló puesto que no le gustaba mucho maquillarse y quería mostrarse a las chicas tal y como era.

Por último, cogió el móvil para ver la ubicación del bar que habían mandado las chicas y cogió su moto para poner rumbo hacía allí.
Cuando llegó, se encontró con el grupo de chicas paradas en la puerta, ya que estaban esperando a que ella llegara.

Aparte de las chicas había cinco chicos más allí, que se presentaron en cuando vieron a Flor. Eran Lluc, Putxi, Óscar, Nil  y Ricard.

A Flor le parecieron todos muy majos y una vez hubieron acabado las presentaciones se adentraron en el bar.

Era un lugar realmente agradable, tenía luces cálidas y música de fondo moderna. También había un futbolín y un villar.

Se sentaron en una de las mesas del fondo y pidieron sus bebidas.

- Entonces eres argentina, me gustan las argentinas. -  dijo Lluc guiñándole un ojo a Flor.

- Jajajaja muchas gracias, pero te equivocas conmigo, soy retortillera. - dijo Flor divertida.

- Ohhh, tremendo palo te acabas de llevar amigo. - comentó Putxi entre risas.

- Flor acaba de matarme. - profirió Lluc dramatizando la situación poniendo gesto apenado.

- Anda dejá el cuento, sos retonto. - rió Flor.

- Bueno bueno, tienes compañía Lorena, otra tortillera en el equipo. - dijo Raquel guiñándole el ojo a la peliazul.

- Ya le gustaría a Flor salir con semejante chica como yo. - le guiña el ojo a Flor con gesto coqueto.

- Jajajajaj más bien vos caerías loca por mí. De todas formas tengo novia, y la amo lo suficiente como para no engañarla. - aunque las cosas no fueran tan bien entre ellas, si algo tenía claro Flor es que estaba locamente enamorada de Valeria y que serían capaces de resolver ese pequeño bache que se había formado entre ellas.

- Guau, tenemos una chica enamorada. Entonces no te pegues mucho a Lorena, ella nunca tiene relaciones serias, va en contra de su religión. - bromeó Berta.

- Oyee, es verdad que nunca tengo relaciones serias, pero porque para qué voy a querer tener una relación, cuando puedo salir con todas las chicas que quiera - se dirigió Lorena en tono chulesco.

- Bueno bueno chicas, una conversación muy interesante pero creo que es hora de irnos de fiesta, así que, vámonos! - exclamó Lluc con gesto impaciente.

- De verdad Lluc que pesado siempre igual, a ver cuando maduras un poquito - le reprendió Berta.

- Si a ti no te apetece no vengas Bertita.

- Claro que voy, alguien te tendrá que controlar.

Dicho esto pusieron rumbo a la discoteca más cercana, no estaba muy alejada del bar y además siempre había muy buen ambiente.

Flor le envió un mensaje a Valeria preguntándole que tal le había ido el día, a lo que ella simplemente le dejó en leído. Frunció el ceño y apagó el móvil, mañana intentaría hablar con ella.

- ¿ Problemas en el paraíso? - Lorena que había observado a Flor con el ceño fruncido se acercó a ver como estaba.

- No es de tu incumbencia.

- Perdona, sólo quería saber si estabas bien, pero ya me voy.

- No! Quiero decir... lo siento. No estoy pasando una buena racha con Valeria y lo pagué contigo, perdona.

- Hey no te preocupes, ¿por qué no te relajas y disfrutas? A veces es bueno evadirse de los problemas.

- Tienes razón.

Dicho esto, pusieron rumbo a la barra donde ya se encontraba el resto del grupo y pidieron unos cubatas.
Flor se lo estaba pasando en grande, no había parado de bailar y de beber, ya notaba que el alcohol estaba haciendo efecto en ella por lo que no paraba de reír y de perrear con Laila y Emma.

Tanto había bebido que le entraron unas ganas inmensas de ir al baño, justo cuando iba entrar Lorena entró con ella y cerró la puerta.

- Perdona es que había un tío que no paraba de tirarme fichas, así que le he tenido que decir que mi novia había entrado al baño y que le iba a echar un polvo para quitarmelo de encima.- decía Lorena sin para de reír.

- Vale creo que tu también has bebido demasiado - rió Flor.

- Bueno yo iba a mear así que si te puedes dar la vuelta.

- Ohh, Flor tiene vergüenza? O es que te pongo nerviosita? - se acercó Lorena hasta que Flor pudo sentir perfectamente su aliento a alcohol.

- No es nada de eso, mira todo lo que quieras preciosa. Total solo vas a poder hacer eso, te recuerdo que tengo novia - Flor se bajó los pantalones y se sentó en el váter.

- Cierto cierto, se me había olvidado que eres Flor la santita. Y dime, ¿no se te ha ocurrido pensar que puede que ella se esté follando a otra en este momento mientras tú no dejas de pensar en ella? - había cierto rencor en la voz de Lorena, como si ella en cierto momento se hubiera sentido así.

- Mira Lorena, no sé lo que te pasa, pero no voy a aguantar que eches mierda de mi novia y más para hacerme daño. No me conoces, y tampoco la conoces a ella, así que metete esos comentarios de mierda por el culo. - Flor se fue dando un portazo y claramente enfadada.

Todo el buen rollo y lo bien que se lo estaba pasando se esfumó de momento. Flor se despidió del grupo con un gesto un tanto decaído y decidió irse ya para casa.

Cuando se estaba poniendo el casco de la moto, Lorena apareció corriendo y transpirando a causa de la carrera.

- Flor, espera un momento por favor. Siento muchísimo haberte dicho eso, estaba borracha y sé que aún así no tiene justificación lo que te dije. Pero no quiero que empecemos con malos rollos ni que se genere un mal ambiente por mi culpa. Lo siento de verdad, no sé que me pasó, pero no se va a volver a repetir por favor perdóname.

- Está bien, no pasa nada. No te voy a mentir, me dolió que me dijeras eso porque ya te estaba empezando a considerar una buena amiga, pero sé que tus disculpas son sinceras así que te perdono.

- Gracias de verdad, y lo siento muchísimo me siento como una imbécil ahora mismo.

- No te disculpes más, a todos se nos puede ir la situación en algún momento. Bueno yo me iba ya a mi casa, si quieres te llevo a la tuya. - le propuso Flor, pues no quería seguir hablando de lo que había pasado en el baño.

- ¿No es mucha molestia? No quiero molestarte, yo puedo coger ahora un autobús o algo.

- No seas tonta, ya es tarde y no creo que pasen más autobuses. Anda subí boluda.

- Está bien.

Lorena le indicó el camino y una vez la hubo dejado en su casa, Flor puso rumbo a la suya. Había sido un día agotador.

FlorenaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora