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Los tres chicos habían corrido escaleras abajo al escuchar golpes y gritos desesperados en la puerta de la casa, especialmente porque los tres reconocían esa voz como la de Michael.

Los tres estaban hechos un mar de lágrimas al ver al teñido del otro lado de la puerta, y este por supuesto no perdió el tiempo para entrar a la casa y cerrar la puerta.

Estaba en casa finalmente, con sus amigos quienes lo abrazaban con fuerza como si pensaran que en cualquier momento se iba a desvanecer o sería nuevamente arrancado de su lado, y él no podía dejar de llorar desconsoladamente.

Había escapado luego de tanto, aunque sabía que no podría superar lo ocurrido de la noche a la mañana, el abrazo y las palabras de los chicos eran más que suficientes de momento.

Sentía un agradable calor en su pecho al sentir que les importaba, al sentirse querido, al saber que igual que él habían estado desesperados por su regreso a casa.

Poco o nada le importaba seguir con el atuendo infantil, lo único importante y no se cansaría de repetirlo era estar en casa con su familia, por esos tres chicos eran su familia y lo más preciado en su vida.

Agradeció al sentir una manta ser colocada sobre sus hombros, levantó su mirada encontrándose con un ojeroso Luke que seguía llorando, Calum quien a pesar de su llanto no podía dejar de sonreír le ayudó a ponerse de pié luego de estar los cuatro llorando abrazados en el suelo y finalmente Ashton se acercaba sosteniendo una taza de té con sus temblorosas manos.

Ninguno preguntó sobre lo que obviamente había ocurrido, sería un tema para el siguiente día. De momento Michael fue llevado por Luke y Ash a la habitación del último mientras Calum se aseguraba de que cada puerta y ventana estuviese cerrada además de asegurada.

A eso de las seis de la mañana un grupo de cuatro chicos dormía profundamente acurrucados uno junto al otro con unas desordenadas sábanas cubriéndolos apenas del frío. Todos estaban tranquilos, y seguramente sería el sueño más tranquilo además de duradero que habrían tenido en semanas, pero bien merecido.

Ahora que estaban reunidos se encargarían de poner tras las rejas a ese asqueroso hombre que tanto daño le había hecho a Michael, a ellos y a quién sabe que otras personas habrían tenido el infortunio de ser sus víctimas. No permitirían que alguien más pasaría por ese infierno, se asegurarían de que hubiese justicia y se asegurarían de ayudar a Michael a sanar.

Fin

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